domingo, 31 de julio de 2011

4360.- SERGIO R. FRANCO


Sergio R. Franco nació en 1975 en Málaga. Tiene publicados los siguientes títulos: Spok (en la colección Perdurable materia, de la librería Árbol de Poe), Exceso de cerumen (en la colección Monosabio), Sífr (BMMC Editores) y Tras la puerta estaba Bamba (Puerta del Mar).





vosotros no lo sabéis
pero os lo podría perdonar todo
vuestro egoísmo implacable
vuestra ignorancia absoluta
vuestra inconstancia al amar
la cobardía de todos vuestros actos
la debilidad con que afrontáis
la desventura o la afectación
con que fingís vuestra estima
devoción o ternura
la mediocridad de vuestros logros
la displicencia de vuestros gestos
el asco que causa vuestra envidia
la lástima que inspiran vuestros sueños
os podría perdonar todo esto
si no os parecierais tanto a mí





voy haciendo zetas por el camino
y mis zapatos se quedan dormidos
sonámbulo tiemblo ante las droguerías
porque tengo complejo de manchaso
y tan ciegamente susceptible que
me duele hasta el parpadeo de un átomo
¿sabías que los hexápodos lepismátidos
carecen de ocelos los muy cabrones?
si mi conciencia hace nido en el neocórtex
la amígdala es la guarida de mi espanto





yo a borbotones
yo todo el rato
yo dos por uno
yo sin ton ni son
yo de soslayo
yo sin perspectiva
yo en desbandada
yo a bocajarro
yo qué palabra tan corta
para tanto desastre









La verdad sobre el sistema límbico
voy haciendo zetas por el camino
y mis zapatos se quedan dormidos
sonámbulo tiemblo ante las droguerías
porque tengo complejo de mancha
soy tan ciegamente susceptible que
me duele hasta el parpadeo de un átomo
¿sabías que los hexápodos lepismátidos
carecen de ocelos los muy cabrones?
si mi conciencia hace nido en el neocórtex
la amígdala es la guarida de mi espanto







Nos dijeron
nos dijeron que somos cuerpo y alma
un cuerpo condenado que se arrastra
un alma que se tensa a lo infinito

también que la belleza era esto
la perfecta verdad aquello otro
y nos dictaron por megafonía
la terrible moral de los esclavos

alcanzar la otra orilla a fin de cuentas
era el supremo bien el objetivo
secuestra tus deseos en esta tierra

pero ya es suficiente hemos cargado
una culpa después de todo falsa
aceptemos la vida y su infierno
y al infierno el espanto de cada día









De lo que tengo
tengo un mal
una enfermedad
una afección
una dolencia
un trastorno
un desarreglo
un achaque
y un diccionario
de sinónimos








la historia del desastre
si el hombre de uno en uno
ya resulta despreciable
qué cabe esperar de la masa
esa fuerza ciega que atropella
esa horda terrible que arruina
cuyo fruto ya lo sabes
es la historia del desastre
no busques cobijo en la bandada
no te asocies no te sumes
no te inscribas no aceptes
la verdad que zumba en el enjambre
no sigas otros rastros
no pises otras huellas
proyecta aunque duela tú solo
el sentido de tus pasos
aunque finalmente éstos
tampoco conduzcan a nada



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