sábado, 25 de junio de 2011

4019.- ÁNGELA RAMOS DÍAZ


Ángela Ramos Díaz es natural de las Islas Canarias, de Santa María de Guía. Licenciada en Filosofía y Periodismo en la Universidad de La Laguna, inició su andadura literaria desde los nueve años, momento en que obtiene su primer galardón con una redacción dedicada al libro. Durante sus estudios de bachillerato se confirma su vocación y ésta es reforzada con los primeros premios de poesía y narrativa que obtiene durante tres años consecutivos. Entre otros galardones le otorgan, con quince años, el Tercer Premio de la Fase Provincial del “Día del Libro” dedicado a Benito Pérez Galdós organizado por el Ministerio de Cultura, al que habría que unir el Primer Premio en el Certamen de Cuentos del Gobierno de Canarias en los años 1991 y 1993, y la Accésit en el Concurso de Cuentos patrocinado por la Caja de Canarias en 1992.

Ha trabajado en diarios locales como “El Diario de Las Palmas” o “La Gaceta de Tenerife”, y en la sección española de Radio Francia Internacional en París, donde colaboró en las emisiones de onda corta para la América Latina. También ha dirigido “Palabras al Límite”, un programa de radio dedicado a la poesía, la filosofía y la música.

Dedicada a la enseñanza de la filosofía desde hace algunos años, ha decidido interrumpir dicha labor provisionalmente para dedicarse al estudio de Teoría de la Literatura en la Universidad de Granada y entregarse de lleno a la creación literaria.

Actualmente tiene publicado el relato “Bajo los castaños” (Tenerife 1998) y los poemarios “Faltó la primavera” (Tenerife 2005), “Amores de Asalto”, (Tenerife 2006), “A destiempo” (Tenerife 2007) y “Polvo somos” (Granada 2008).






POEMAS

AMORES DE ASALTO1

La CallE

yo también luché por reencontrarte
deshice amaneceres,
empaqueté valijas
y abandoné mi casa
olvidé mis armarios,
dejé las gavetas
en desorden
y salí corriendo hacia tu encuentro
nada importaba:
recorrer cientos de kilómetros,
guardar cola en la fila,
perder el equipaje
en el camino
nada importaba:
la estación,
la hora del día,
la ropa que habitaba
la calle
siempre me mostraba
el camino de tus manos







La pieL

no puedes invadir mis espacios
y dejarme indemne
y sin heridas
tengo que preparar mi coraza,
reforzar mis defensas,
para quedar intacta
tras tu tacto
luego dejar que tus manos
desplieguen mi paisaje
y reconstruyan la línea
de mis poros
y pensar que la piel es sólo piel,
que no hay lenguaje
en tus manos mensajeras
que tus labios
no transmiten sentimientos
cuando besan
que la piel es sólo piel











El VientO

el viento me lleva hasta tus brazos,
me arrastra sigiloso
hasta ese lugar que añoro
y que detesto
me busca por todas las estancias,
se mete en los rincones,
revuelve mis papeles,
y me trae melodías de pájaros
y primavera
se queja porque huyo
y sabe muy bien que esperas
tiene prisa de encontrarme
el viento me reclama,
impetuoso,
y toca en las ventanas,
se cuela en las rendijas,
y me encuentra temerosa
en un rincón del cuarto
intenta convencerme
me brinda sus manos espirales
y me eleva con la fuerza
de su empuje
luego me lleva hasta tus brazos
y se pierde por las calles
¿y ahora…?
ahora eres tú quien me reclama









OscuridAd

las noches son negras,
grandes y profundas
como el túnel de tu boca
por ellas me deslizo
buscando tu mirada,
buscando retenerte
en cientos de otros labios
las noches son inmensas,
silenciosas y tristes
como un volcán cansado
por ellas me entremezclo
temiendo que las sombras
ya no tengan un parto










Sin TaCto

la indiferencia se instala
ahora en nuestros cuerpos
ya no nos roza el temblor
del tacto
o del aliento
nuestros dedos conviven
ajenos al deseo,
han olvidado el placer
del roce
y la caricia
ya no vibran los poros
ante la brisa hormonal
del otro cuerpo
se han vuelto indiferentes
al otro y su presencia
¿se habrán dormido, quizás,
por unos días
agotados, tal vez,
de su pasión antigua?

dijiste que no
tuviste miedo de enfrentarte a este reto,
de encontrar un lugar
en esta liga de amores contrahechos,
y te quedaste tan pancho
los motivos
sólo tú lo conoces
desde aquí intuimos tus temores,
tus razones ocultas,
tus nuevas intenciones
ni siquiera tú
sabrás si ese no
implicaba otros noes
nadie sabe el número de noes,
ni el número de síes que oculta
cada decisión
que la vida nos depara






¿Dónde EstaráS?

¿dónde estarás?
agazapado quizás
entre las sombras,
buscándome tal vez
en todas las miradas,
deambulando solitario
sin rumbo
entre las manos
¿dónde estarás?
saboreando quizás
retazos de otros besos,
adivinando mi ilusión
en otros cuerpos,
y presintiendo en ellos
el rastro
de mis huellas
quizás te hayan guiado
las caricias de otras manos,
y hayas dicho que sí
en busca de otras noches
¿dónde estarás?
buscando mi presencia
en las estatuas,
sintiendo un gran alivio
por mi ausencia









Faltó
la
Primavera2



HIPOTECADOS

Se nace hipotecado
-somos hijos del tiempo circundante-
y hemos de liberarnos a codazo
a dentellada limpia.”
DOMINGO VELÁZQUEZ

No existe más
que lo que el viento ya no arrastra.
Hasta los sueños cobraron el rumbo
de las viejas cigarras
y, tras ellos,
tú también te esfumaste en la noche como el humo
y respiraste tu sombra.
Otros quedamos.
Con el frío en las espaldas,
colonizados los huesos,
nos apoyamos sin mutación en el absurdo.
Y el horizonte
siguió hilvanando su tristeza sobre nuestras islas,
eternamente aisladas.
Yo quise escurrirme donde no llegan las pinzas de las horas,
ni el telar de la angustia,
pero fue inútil.

Estábamos condenados
a arrastrar con los límites,
a tragarnos las lágrimas,
y a continuar la guerra contra el polvo.









DE NAUFRAGIOS

“lo más absurdo de estas vidas
que pretendemos vivir
es su falso contacto”
JULIO CORTAZAR

Todo el mundo tiene ojos con que huir,
y teléfonos en los que deslizar
las quejas de los días,
sin buscar un lenguaje
de terminaciones nerviosas.
Todo el mundo tiene gestos que aguantar,
y frases mal pensantes
que maldicen miserias
en las deshoras de las noches.
Muchos guardamos restos de naufragios
en las espermatizadas tardes
en las que seguimos siendo
perseguidores de ausencias...
...y esperamos los muertos en la orilla.
Y es triste desandar los pasos de ayer
cada mañana,
mientras dejamos las sábanas en sueños,
para ganar las tristes perras de vivir
o asistir a la cita de un profesor cotorra.
Y es penoso,
realmente penoso,
sortear las baldosas levantadas
-como jugando al teje en las aceras-
para llegar
a donde nunca empieza nada.








PARA ENTONCES

“¿A qué podremos jugar
cuando el invierno emigre
y las lluvias cesen?”
F. FRANCISCO CASANOVA

Aunque pienses que es demasiado tarde,
todavía podremos sentarnos en el muelle
a esperar gaviotas en blanco y negro.
Y será fácil catar el aliento de los huesos
y pasar inadvertidos en los escombros de las noches.
Aunque pienses que los zapatos han huido
olvidándose de tu prisa,
no serán ciertas ni las calles,
ni los calendarios,
y no podrás lamentar el que envejezcas.
Pues, para entonces,
ni siquiera vagamente
podremos recordar
lo que fuimos turbiamente,
y una pobre miseria
merodeará en nuestra angustia.
Recordaremos,
tan sólo,
que jugamos al boliche con las cosas
para olvidar el dolor
de nuestra despedida.
Y el resto...
El resto fue el paisaje después de la batalla










PARA IGNORARTE

“Y sólo el tiempo atiende”
LUIS FERIA

Y quisiera decirte
que el verano se ha ido...
...y este hombre
que dice cosas
sobre cosas que no entiendo
y más cosas,
mientras como gusanitos
y el chofer me mira deseoso.
¡Qué mañana!
Escribir en la guagua es un coñazo.
23 del 09 del 85
¿Se habrán vencido?
A ver: Enero 1, Febrero 2, Marzo 3...
¡Bah! Lo que no mata engorda.
La guagua salta más que otras veces,
no sé cómo una sube a estos trastos.
Se me cayó un gusano
y corre por la guagua derecho al chofer.
Hace sol... parece.
¡Y un niño fumando!
El verano se merma
y uno que se queja
de lo poco que ha hecho.
Y ese hombre que me mira dos veces...
“Los pobres no tenemos derecho a no hacer nada”.
¡El chofer y yo solos...!
¡Jesús quería!
Así las horas se aletargan
-mejor guardar los gusanos-
mientras los deseos se...
Y me pesan tus besos cuando estás triste
y es porque callas.
¡Qué tarde es, joder...!
¡Y estas horas que no pasan!
Es curioso,
pero de pensar y pensar en nada,
pensando en todo en desorden,
llego a poder
i g n o r a r t e.

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