Rito Ramón Aroche
(La Habana, 22.05.1961)
Poeta y crítico literario.
Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba desde 1995, y labora actualmente como promotor cultural del Instituto Cubano del Libro (Dirección de Literatura).
Libros publicados:
Puerta Siguiente, Editorial Extramuros, 1993.
Material Entrañable, Editora Abril, 1994.
Cuasi / Volumen II, Colección Pinos Nuevos, Editorial Letras Cubanas, 1998.
Cuasi / Volumen I, Editorial Unión, 2002.
Del río que durando se destruye, Editorial Letras Cubanas, 2005.
El libro de los colegios reales, Editorial Extramuros, 2005.
Andamios, Editorial Unión, 2007.
Historias que confunden, Editorial Letras Cubanas, 2008.
Además, su obra está recogida en diversas antologías y publicaciones periódicas como la revista Poesía, Carabobo, Venezuela, El cocodrilo poeta, México; revista Unión, revista Casa de las Américas, El Caimán Barbudo, Revolución y Cultura, Contracorriente, y la revista La Isla Infinita, todas de Cuba.
Obtuvo mención en el Premio David de Poesía en 1991, y el Premio Abril de Poesía en ese mismo año, así como el Premio de Poesía “La ciudad de las columnas” en 1994, el Premio de Poesía “Luis Rogelio Nogueras” en 1993., y el Premio de Poesía de la revista “La Gaceta de Cuba” en 2006.
( Dirección de correo electrónico: sanroman61@yahoo.com )
del cuaderno Dígitos en el óvalo, 1989
PLANES CON LA LLUVIA
……........…..………………… a K
Punto
en la estación agua. Yo digo: aquí hace una curva. Digo:
aquí mojo. Una espira
fruta
En la estación vez y unos patines. Gusto erección en tu falda
digo.
Aquí ondula un aire.
Otra la humedad (pulso) tuya.
En la estación agua en la pared muslos
digo ¿Y mis defensas? ¿Y mis defensas?
NANA
Tela bruja
si no duermes está el saco
tela bruja
como la Quinta como la Quinta
digo
— ¿si no sueño?
Tragaluz son los bordes las paredes
como la cerca
— ¿como la casa?
Tela bruja
cielo lleno de estriadas la casa
¿el agua? Tela bruja
Si no sueño ¿si no sueño?
de El libro de los colegios reales, 2005
DESVELO SUCEDÁNEO
Taladrar la sangre. Con ritmo taladrar la sangre.
Sin ritmo.
DIAGONALES
Un árbol es un equívoco en tanto un pájaro
su sorpresa.
El árbol -o la línea del árbol. Su textura.
del libro inédito Una vida magenta
Mirar si entro a la pared de fondo: una vez cada quince días — al menos. En Los Umbrales. Barría en la mañana el patio muy terroso. «Tus libros encuentro siempre en librerías húmedas»
En días tales — nunca miro a sus ojos: directamente a los ojos ni a sus labios.
ooOoo
Lejos — de yo apuntar con esas (mis) dos mil palabras, de tono y trazo sentenciosos... «tendenciosos» según esa manera tuya de contradecirme, y de expresarte el-otro-día tumbada en la sala de bain y-al-otro-día con ese paño que tú o alguien llama (llamaba según tú, y entonces) «un paño koljosiano» tumbada aviesamente aviesa sobre esas (mis) dos mil palabras, se habría notado, afuera, seguramente un viento muy terroso, un poco antes, de caediza el agua, la oscuridad del agua, el cielo, un poco antes, caedizo.
ooOoo
Mirar si entro a la pared de fondo: una vez cada quince
días — al menos. En Los Umbrales.
Barría en la mañana el patio muy terroso.
«Tus libros encuentro siempre en librerías húmedas»
En días tales — nunca miro a sus ojos: directamente a los
ojos ni a sus labios.
Veo inclinarse al almácigo (¿otro?) en Los Umbrales.
«Aquí debajo [señala] siento un escozor espléndido y profano» «Un escozor espléndido» me dice. Extrañamente señala.
ooOoo
Ojalá que más nunca. «Sería metanga». Una tarde, después de rociarnos de tal líquido (y tal brillo) aducían:
«No merece que mientas».
Y al golpe de la puerta escucho (al menos hoy) el golpe de otro puño seco.
«Ya lo hice, y lo dije, una vez: no siento efectos».
Nada aquí es un continuum. Nos declararon pérfidos por esa tarde, en Obra-Pía. En la calle de La Obra-Pía. ¿Los muros carcomidos, las paredes? Hay madera de antaño y piedra, ante la piedra —esperan. Una tarde.
[http://alascuba.blogspot.com/]
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