sábado, 9 de abril de 2011
3688.- NIKOS KAZANTZAKIS
Nikos Kazantzakis
(Candía, 1885 - Friburgo, 1957) Narrador, poeta y dramaturgo griego cuyas novelas gozan de gran popularidad. En 1906, fecha en que escribió la primera de ellas, La serpiente y el lirio, y su primera obra teatral, Apunta el día, se doctoró en derecho en la Universidad de Atenas. En 1907 obtuvo un premio literario concedido por la misma universidad. En los dos años siguientes estudió filosofía en París en los cursos de Henri Bergson.
Posteriormente estudió también sociología en Berlín e historia del arte en Roma. Por esta época escribió otra obra dramática, El albañil, y la novela Almas rotas. Viajó luego ampliamente por España, Inglaterra, Rusia, Egipto, Palestina y Japón, estableciéndose en la isla de Egina antes de la Segunda Guerra Mundial. Fue ministro del gobierno griego (1945) y trabajó para la Unesco en París (1947-1948).
Desarrolló una amplia y variada obra que incluye, además de su producción novelística, ensayos filosóficos como Ascesis (1927), libros de viajes, traducciones al griego moderno de clásicos de la literatura universal como la Divina Comedia de Dante y el Fausto de Goethe, y obras dramáticas: Nicéforo Focas (1927), Ulises (1928), Cristo (1928), Melisa (1953) y Teseo (1953). Escribió también poesía: La Odisea (1938) es un extraordinario poema épico en 33.333 versos que retoma la historia de Odiseo donde Homero la dejó.
Pero su fama se debe principalmente a sus novelas, ampliamente traducidas a diversos idiomas. Hasta 1946 no se publicaría la más célebre de todas ellas, Zorba el griego, retrato magistral de un extraordinario personaje real que el autor había conocido años antes, llamado Georges Zorba. La aparición en la vida del escritor de este hombre del pueblo, amante apasionado de la vida y filósofo intuitivo, dueño absoluto de su alma y de su cuerpo, propiedad que lo convierte en señor del mundo y maestro de la vida, fue trascendental para su obra.
Zorba era la perfecta síntesis del tema insoslayable con que se inicia y concluye toda su actividad literaria: la búsqueda de la conjunción y goce de las dos fuerzas cósmicas, materia y espíritu, no vividas como antagonistas, sino como armonía. Para Kazantzakis "Todo hombre es un hombre Dios, carne y espíritu. He aquí por qué el misterio de Cristo no es solamente el misterio de un culto particular, sino que alcanza a todos los hombres".
Otras de sus obras son Libertad o Muerte (1950), una pintura de la lucha del pueblo de Creta contra el dominio turco en el siglo XIX; Cristo de nuevo crucificado (1954), considerada la más importante de sus novelas; El pobre de Asís (1956), donde expuso su concepción del cristianismo; y La última tentación de Cristo (1959), estudio psicológico revisionista sobre Jesús. El cinematógrafo adaptó varias de sus novelas: El que debe morir (Jules Dassin, 1958), adaptación de Cristo de nuevo crucificado; Zorba el griego (Michael Cacoyanis, 1964), y La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988).
Qué simple y frugal es la felicidad
Qué simple y frugal es la felicidad:
un vaso de vino,
una castaña asada,
un pequeño y miserable brasero,
el sonido del mar...
Lo único necesario para experimentar
la felicidad aquí y ahora
es poseer un corazón simple y frugal.
(Zorba el griego, 1946)
LA ODISEA
Oh, Sol, Gran Señor del Oriente, oh fez dorado de mi espíritu,
Agrádame llevarte atravesado; jugar contigo quiero,
para alegrar nuestras almas mientras yo viva y tú vivas.
Buena es esta tierra: nos agrada. Como la crespa vid,
flota en el aire azul, ¡oh, Dios!, y en el vendaval se mece,
picoteada por los vientos y las aves del viento.
Picoteémosla también nosotros para mitigar el ardor de nuestra mente.
Mientras bulle el mosto áspero de la crujiente vid
que trituro en el vasto lagar que entre mis sienes existe,
yérguese el día y el espíritu se llena de sonrisas.
Alas crió la tierra y céfiros para acunar el alma:
¿ y Ananke la de los ojos negros se embriagó y el canto ha comenzado?
Sobre mi ser, el cielo ardiendo; debajo de él, mi vientre
Como gaviota que en la fresca-espuma-de-la-mar-retoza
(Traducción de Miguel Castillo)
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