martes, 5 de abril de 2011

3676.- CARMEN GONZÁLEZ PLACERES



CARMEN GONZÁLEZ PLACERES. (España)






El nuevo Sarajevo

Sarajevo
inconcluso
redes de niebla
en mi interior
apagado el muro
y la cresta
y el pico
de la ola muda
margen derecha
la corriente piel
como vidas tenues
aguerridas manos
brunas o grises
en mi corazón
loco escombro
putrefacto estómago
de aspectos niños
con caras de poetas
pasión esclerótica
auto sentimiento
de senos tulipanes
Sarajevo nuevo
y anciano sicario
Sarajevo

Ser feliz
con insignificantes
piernas convulsas
hervidor de ellas
sangre y savia
abriendo cielos
los esbirros actores
flemático mi cuerpo
minas antipersonales
pechos densos
de un auxilio cintura
veinte flotadores
me alía e idolatra
por la espalda larga
pestañas caídas
desmotivación cursi
labios de profundo lago
océano el sudor
generalizada
baja autoestima
nariz aguileña
la guerra con sí misma
conformista los pies
andan caminos
estoico sacrificio
de hombros caídos
se balancean
sin despertar ojos
al Universo dormido
la guerra pagana
de un cerebro
no de un país
casus belli
dentro de mi






A la caracola

A la caracola traviesa
que anida en mi
canté la saeta
de los muertos
como busca la sirena
cimiento de olas
amarillo panorama
de maíz el Sol
yo construyo
con iris y amapolas
escaleras de olvido

la memoria paladar

cuando te vi
sereno y adonis
girasol protagonista
de piernas cruzadas
la boca bailaba
desayuno indiferente
tacto sensual
que nos invade
cuando la libídine
se proclama reina

reencuentro

a la caracola celeste
que habita en mi
espiral con retratos
punto de cruz
mi cuerpo calado
por universo maldito
pintor del sendero
solos nos abandona
cisne sin herencia
a divagar fortuna
sastres dentro del traje
delineando una esfera

de este mundo cuadrado






CÓMO SI FUERAS ÉL.

No soy lámpara oscura
No me toques a ciegas
Tócame
Tócame fugaz, a ras del suelo
Estruja la memoria y a mi
Ve por la senda de los buenos
Apartando la mirada de otro
Sobre mi cuerpo.

No soy lámpara oscura
No me toques a ciegas
Tócame
Tócame viril, pausado
En la espera y los laureles
Como el banco de la entrada
Que espera siempre y nadie llega.
Tócame, tócame como si fueras él.







Acaricio
tersas las arrugas
de tu cara un talle
pirámide tu costa
el deseo fatal
ombligos o pieles
en la antesala mía
y puerta comisura

labios

que un día fueron rojos
dibujé una espiral
y te imagino sentada
sin sentir metáforas
y así en espera
galerías de arenas
volumen de escotes
la espalda callada
mi afonía modesta
calle abajo

voy navegando fechas






Capiteles

Inusitada bóveda
paladares
agujero y escarpia
mordisco tardío
nubes de piel

roseta
cáustico sabor

fortín de cuarteles
grieta de cimas
ciñe faroles al sol
voz inmaculada
áspera sede


calado
anhelo


hálito amasado
regala púrpura saliva
fruta dulcificada
sabor de capiteles
en el nirvana mojado


doncella
caramelo


sabor de amaneceres
volar pausado
síncope en trenzas
erizado núcleo
con sólido decanato


me procuras
te proveo


pasajera al infinito
lame tonos girasol
músculo a gotas
sofoco erótico
desconocido dulzor



adúltera
rumia


sutil envenena
ahoga y abraza
ligadura sin nombre
teatro de variedades
balcón atlántico


trono de levadura
succiona y lame
enseña protagonista
tu color salado
ven

lengua







Disoluto

Entre los meñiques
te escapas
como el jabón
cataratas
la noria
de un festival

tiempo

los lapsus
con el vaivén
sinsabores
cóctel abstemio
disoluto reloj
robando un tic tac
que no perdona
tiempo te vas
deprisa luz
célebre posada
de un préstamo
te vas y te vas
tiempo

como luciérnagas








Clandestinas
pastillas de ron

maldición
y días breves
soneto perenne
catorce latigazos
conjugar
mi género
con suficiencia
y te veo pequeño
gato pardo
gris
o gigante océano
menguadita

más
de todo más

y masticar el ansia
estrangulada el ala
perro feo
fiel
áridas paredes
de cristal
asumirte en maneras
y en modos
paroxetina
cómplice
en edictos pegados
modismo, lujuria
oleaje de diluvios

maneras de tocarte


silueta
cansina guitarra


doy adjunto
cicatrizado párpado
ciego
y trincando pómulos
estéticas formas
triángulo
de mimos
manzana brillante
húmeda
salva el último escenario


homenaje
y musa puta



recién nacido
bebé frívolo
neblina
galeón con proa
y popa
rúbrica de anticuario
muñeco
maniquí en venas

mediador
de baratijas

horizontes baratos
marchante a la dicha
la pitusa flaca
del exilio
señora feudal
puertas

nerviosa
dueña la mano

mi mano elástica
rebosando ocio
trazar simulacro único
carruajes engalanados
taller
espejismo
de una gloria superior


maneras de tocarte








Infieles o la alevosía de un muerto

De los infieles
el andar convulso
paradas del metro
vacías de hierro
y en las entrañas
un sabor desbandado
no encontrarse nunca
siendo un duende
de arrojo y plata
artilugios refractarios
la llamada del lobo
cuando la luna
apunta imaginaria

de los infieles
el reino vedado
botellas en el mar
sin algún mensaje
descalzo el monje
montaña adulterada
y perpetua mazmorra
desertor ingrato
o el éxtasis agónico

de un muerto







Los tocados de la ira y el deseo

Batir la reliquia
de unos atributos simples
sin complejo despeinarse
abrí la puerta parda
de una tarde anónima
mientas un castaño
florecido y añejo
que lleva mi nombre
y el de mis hijos
sombrea mis pasos
rodeó la orla culta
de mi honor lidiado
fui Julieta amante
Josefina sumisa fiscal
y Juana de Arco épica
asesinando una letra
del alfabeto ruso
con sangre de ira

así

con el ímpetu
que no rinde musas al olvido
paseé ayer por mi cuerpo
recorriendo lo sagrado
tocados de caricia le robé
a la moda y agria estética

así

circulé por mis glúteos
hurgué canalillos
de ausencia dúctil
dedos y flechas delirantes
como gelatina de fresa
labios crueles si evoco
y muñecas flacas de anís
a juego explícito
con las piernas obcecadas
de gluten y harina tostada
salto hacia el anticipo
pasos de gigante
líder voz cantante

mi mejor arma






El protocolo de las olas de sal

De Rubens
muros y tulipanes
sonrisa tímida o
deserción de ángeles
hasta las trincheras
pintando un cuadro
con la tiza disipada
barcos y misiones
ondulada tersura
en el olvido Alejandría
la pasión sofocante
del dolor insípido

cristal ciego

en sus bulbos roídos
mi raíz cruda de mayo
la tenaza abierta
de un Damocles ido
en cierre estrecho
por cremallera un alma
bailando son y mambo
en las gargantas

salivarse papilas

observa como huye
el pasado intenso
imaginando en ti
te rubrico táctil
una elipse con mímica
mientras dóciles
del Sena bajan olas
no se si son de sal
malditas se desbandan
en ningún tiempo
volcaré lágrimas obscenas
merece quien optimiza
y no quien me embarga

la mirada ausente

entrecanales




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