Andrés Navarro (Valencia, 1973) es un poeta español en lengua castellana. Es licenciado en arquitectura por la Universidad Politécnica de Valencia, disciplina con la que mantiene vínculos profesionales. Ha sido becario de literatura en la Residencia de Estudiantes entre 2006 y 2008. Escribe crítica literaria en las revistas Poesía Digital, Paraíso, La estafeta del viento y Nayagua.
Poesía
La fiebre, Valencia, Pre-Textos, 2005 (Premio de Poesía Emilio Prados).
Un huésped panorámico, Barcelona, DVD Ediciones, 2010 (Premio de Poesía Ciudad de Burgos).
Obra colectiva
La Casa del Poeta, Colección La Noche Polar, Editorial La Bolsa de Pipas, 2007.
Por dónde camina la poesía española. Revista Letra internacional. Número 98. Primavera de 2008. Fundación Pablo Iglesias, ISSN: 0213-4721
Deshabitados, Juan Carlos Abril. Colección Maillot Amarillo, Diputación de Granada, 2008.
Poesía española del siglo XXI. Revista Monteagudo. Número 13. Editum: Ediciones de la Universidad de Murcia, 2008.
Boris Vian. No me gustaría palmarla. Editorial Demipage, 2009.
La inteligencia y el hacha (un panorama de la generación poética del 2000), Luis Antonio de Villena. Visor Libros, 2010.
Bodegón con espinas
Sabes
soportar la presión como el pulmón de un pez,
eso lo has aprendido, ¿qué más?
Tal vez un retroceso,
algo menos que arena suficiente. Y todavía famélico
devoras la fruta permitida: si domesticar
es parecerse
el amor se reduce
a sol oscureciendo la piel de las bañistas
que miras
con el ojo alineado varios grados al Este del lugar
adonde irías si pudieras elegir.
La juventud termina cuando una moneda arrojada
a un estanque surte efecto. Cambiarás de estado
y de país, distinguirás lo conocido de lo casual
cuando el instinto resulte inútil
y haga frío. Aquel verano, hacia el sur, la chica
dando el alto en la cuneta no era una desenfadada
estudiante o no hacía autostop. Luego fue necesario
enjugar las toxinas, despertar a los niños,
hacerse con un mapa de la zona.
el perro no ladra a las palomas en la plaza
para imitar a sus antepasados, sino para lucir
su esencia irreversible
frente a lo que cambia de intenciones
Sé mi semi-huesped.
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