sábado, 5 de marzo de 2011

3252.- LOUIS-FRANÇOIS DELISSE


LOUIS-FRANÇOIS DELISSE nació el 11 de junio de 1931 en Gibraltar (Francia), en la frontera belga. El gran acontecimiento de su infacia fue el éxodo de junio de 1940, cuando cruza toda Francia en carreta desde el Soma al Loira.
Comienza a publicar en 1952. En 1954, siguiendo el consejo de Albert Beguin, el cual le sugirió «salir a buscar y encontrar su vida en otros paises, otras civilizaciones, a Asia, África», marcha a Nigeria. Pasa entonces el servicio militar en la unidad disciplinaria y siente la amenaza de la llamada de Algeria. Enseña francés en Niamey para después participar en la creación del primer establecimiento escolar en el que se estudian lenguas africanas, en una región desértica, hasta 1975, año en que la dictadura militar del gobierno francés fuerza su repatriación. Esa estancia de 21 años se verá entrecortada por numerosos viajes a Andalucía, donde, enamorado de la poesía española y del flamenco, frecuentará a varios cantaores, entre ellos la Niña de los Peines.
Animado por René Char, Guy Levis-Mano, el gran editor francés de García Lorca, del Cancionero, de Ramón Llull, publica sus primeros grandes selecciones africanas, Soleil Total, en 1969, y Vœu de la Rose, en 1961. Pero Guy Levis-Mano, cada vez más frágil de salud, no alcanza a editar el resto de selecciones, y cuando Louis-François Delisse regresa a Francia, en 1975, lo hace en el olvido, pobre y aislado. A partir de 1982, sin embargo, algunos jóvenes lectores de poesía lo redescubren y varios poemas suyos aparecen aquí y allá en varias revistas de escasa difusión. La tercera gran selección africana, Dieu-Tigre (cuyo manuscrito permanecía extraviado desde 1958 para ser encontrado por un amigo de Málaga), es publicada en 1991 por Éditions Myrddin, al igual que varias plaquettes magníficas en cuidadas pequeñas ediciones. En 2002, el Corridor Bleu edita un libro que recoge una parte de su más alta producción poética : Atle, elle.
Hay en preparación, en la misma editorial, otro libro de igual importancia, Le Logis des Gémeaux, y Notes d’Hôtel, prosas de un viajero iluminado, en Farrago. Louis-François Delisse, que actualmente vive en París, ha traducido también Choix de poésies amoureuses des Touaregs, con la ayuda de una joven Touareg, Zakara Ag Mouddour Zakara, a partir de los manuscritos del Père de Foucauld : una reedición esta a punto de aparecer en el Corrridor Bleu. Cada vez más los lectores de poesía coinciden en que se trata de uno de los más grandes poetas europeos vivos. Nunca hasta ahora había sido traducido al español.


Tumbas


Traducido del francés por Ildefonso Rodríguez





Cazador, yo cazo por ti. Sombra, yo soy tu sombra. Ahí, me callo, muda y desocupada.

Anne-Marie Beeckman





1

¡Mi tumba no tendrá ni losa
ni cruz, ni siquiera mi nombre!
Sobre mi tumba dejad
que corran los talones de los niños.
Dejad que la cubran
con sus dedales de lis
y sus palmas de manzana:
mi tumba no tendrá ni velos
ni mortajas, ni fechas siquiera.







2

Enterradme bajo las margaritas
uñas del prado, bajo el trébol de
cuatro hojas, amor del prado.
Enterradme en la parva de
heno, grupa del prado. En la
gavilla de ortigas, muslo del prado.
Cerca de una liebre o de una perdiz
olvidadas por los fusiles de la caza.
Cerca de la charca, la cara del prado.







3

No me enterréis bajo una piedra,
enterradme bajo un árbol
entre sus raíces, que así me
hundan más la carroña
y que el árbol me alce los brazos, la
cabeza, entre sus ramas: yo
volaré con sus hojas, yo
caeré con sus flores,
con sus flores expiraré.








4

Si muero, echad mis despojos
a las tijeras de la niebla del alba.
Llevadlos entre las varas
de una carreta, cortadlos en
pedazos sobre los avellanos,
que el mediodía los haga flotar
entre los vientos contrariados,
que venga la tarde a quemarlos,
y la medianoche sobre su miseria constelada.







5

A este mundo lego mi piel
cuando esté bien podrida.
Lego a este mundo toda
una marmita con mi carne
cuando los gases la hayan hinchado
y colonizado los más gruesos de mis
gusanos. A mi mujer lego mi hueso
cuando esté bien seco y amarillo
para que la desuelle.







6

Cuando tenga que morir
llevadme al arenal
de una duna junto a unos cardos
bajo la espina dura de la luna,
nunca a una cama de hospital.
Llevadme ante el mar o
a un alto acantilado, entre
las ovejas de piernas finas,
con el dulce balido de esta vida.







7

Estar muerto viviendo es una suerte
muy compartida por las aguas muertas y las gentes
por los otoños y por ciertas primaveras.
Una suerte que arrastra sus frutos podridos o
tuerce sus flores saqueadas en largos zarcillos.
Pero los muertos no se quejan ni siquiera vivos,
los muertos lloran de pie como tiemblan
los árboles apoyados en los vientos malignos, o
las olas lisas ante las grandes corrientes.







8


Una flor habrá perforado la niebla
como una risa de niño este tiempo.
Como un cuello de niño clavará
mi cráneo de muerto en el cielo
agostado. Como una flor ha llevado
mis rodillas a sus párpados,
alzado su perfume de mis piernas
a sus rizos, y alisado su color
sobre su dulzor, sobre mi dolor.







9

Yo me reencarnaré en un pájaro
solitario del cielo, pastor de hierbas.
Aguzanieves con gola, pinzón
con pinzas, llevando la flauta en el pico.
Tordo con plumaje peinado de gris,
yo me reencarnaré en un pájaro
pastor de hierbas, solitario del cielo.
Para morirme en un pájaro
caído de espaldas, el pico al aire.







10

Los tordos forman
una familia de pájaros
que coronan mi corazón:
el zorzal, el estornino
el petirrojo, el mirlo
el gorrión, el ruiseñor
y mi difunto primo Jacky
Dodin cuando los
llevaba en su pincel.


1996-2005


[http://www.7de7.net/dinamicas/general.php?id_seccion=1&id_contenido=113]


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