miércoles, 5 de enero de 2011
2779.- VÍCTOR SIERRA
Víctor Sierra, (Madrid, 1986). Estudiante de Filología Hispánica. Ha publicado el poemario Garabato (Scythecut, Madrid, 2008), cuentos y poemas en las revistas Es hora de embriagarse, Trampolín y Siglo XXI, y ha sido incluído en las antologías Nueva poesía Hispanoamericana (Ediciones Lord Byron, Madrid, 2007) y Bukowski Club 06/08 (Ediciones Escalera, Madrid, 2008).
La pluma el arquitecto
y el poema es el puente
el lector abierto en canal
y yo abierto
y la corriente:
la tinta;
pasan los barcos
y yo abierto
y yo abierto
y yo abierto
DIARIO
Los recuerdos son naúfragos
flotando en nuestra memoria
Solemos rescatarlos
con asiduidad:
unos necesitan una ducha
y un simple afeitado
Algunos,
además de aseo,
alimento
o cuidados intensivos
Unos mueren sucios y ahogados
El resto
se acuesta cada noche con nosotros.
*Garabato. Editorial SCYTHECUT. 2009.
Deriva
Blanco esturión, naciste para domar las aguas
Entre los dientes, una lengua te entrega
a la memoria: límpida, perfecta, rotunda
El color de la tinta es el color de los mares
cuando avanzan, invisibles, hacia la noche
Olas llenas de palabra brotan en los labios
coronándote de sal y de misterio
- el secreto idéntico del verso y los océanos -
Sobre el horizonte, un dios náufrago entre lágrimas
muere como el pez, a orillas del poema
Marionetas
A Rebeca Linares
Rosada y se te va multiplicando
perfecta de tu cuerpo aquella arruga
que a veces me marea como cuando
pasea por tu vientre de tortuga
Aunque desconozcas el plan de fuga
trazado por un as del contrabando
ya sabes que mi alma es de lechuga
poco a poco me vas aniquilando
como a una bestia que la carne doma
rendida ante la niña y cae su altura
y el monstruo se desgarra los nudillos
¡Tristísimo escenario de locura!
Pareces un balcón por donde asoma
la noche acariciando sus cuchillos
Automortología
Vámonos juntos a morirnos solos
Sólo los dos solos, vayamos
de espaldas a lo oscuro,
con anzuelos en la boca,
allá donde no crece el mar
porque hasta el mar termina
Vámonos juntos a morir en tus bahías,
como náufragos del aire
al silencio anclados, vayamos
de frente, siempre de frente
a buscar el cataclismo
que nos ahogue
Vayamos, sólo vayamos,
y que el barro se haga carne ante nosotros
Comamos un trocito de la muerte
pero sin rezarle a la muerte,
por favor
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