FERNANDO ARTIEDA
(Guayaquil, Ecuador 1945-2010)
Un hombre desnudo frente a su espejo
es solo una verdad a rajatabla.
("Retrato en bolas")
Poeta, narrador y periodista. Hernán Rodríguez Castelo sostenía: "A la vuelta de una década hallamos (en Safa cucaracha) a Artieda más desenfadado en el lenguaje y más lúcidamente comprometido con la problemática de su generación. Su tendencia a la densidad conceptual ha dado en una suerte de neoconceptismo op, pop o beat, al que amarga ironía y desolados hallazgos aproximan a la lírica quevedesca ("Cosas que pasan" suena, obscuramente, lejanamente, a las "Horas" de Quevedo)."
BIBLIOGRAFÍA
Poesía: Hombre solidario (Guayaquil, 1968); Safa cucaracha (Guayaquil, 1978); Cantos doblados del patalsuelo del alma (Guayaquil, 1984); De ñeque y remezón (Quito, 1990). Cuento: Cuentos de guerrilleros y otras historias (Guayaquil, 1981). Consta en las antologías: Lírica ecuatoriana contemporánea (Bogotá, 1979); La novísima poesía latinoamericana (México, 1982); Palabras y contrastes: antología de la nueva poesía ecuatoriana (Cuenca, 1984); La palabra perdurable (Quito, 1991).
SAFA CUCARACHA
Piara de miedos atados
por la manga
llegan al sol
sin clave
a mi re
sin su bemol.
Sinceramente resentido.
Hoy me vine a pecado desde casa.
A punta de Cortázar
dulcementeme
convidé un arroz.
Antes hube de anotar
mis pánicos
en la uña matriarcal
de mis tambores
en el badajo paterno
de mis címbalos.
TIENE LOS OJOS DE MI PUEBLO
Yo soñé con tus ojos color de lluvia
esperando llegadas como un espejo
con tus manos delgadas lavando espumas
y la pupila triste de mi silencio.
Un colmenar de fuego era tu risa
donde sembrar la sombra de tu ternura
para que allí florezca toda la brisa
que haga bandera el poema de tu hermosura.
Y en esa aventura criolla que fue tenerte
se quemaron pestañas y mi pasado.
Todas las cosas tristes, hasta la muerte,
se rompieron al verse en tus ojos claros.
Te quiero porque tus besos son más que míos
son de ellos, del mar, de todos, son de mi gente.
Te quiero porque al mirarme en tus ojos lindos
me está mirando mi pueblo constantemente.
Poema en veneración a Julio Jaramillo
"pueblo, fantasma
y clave de jota jota"
"yo sé que tú lo dudas
que yo te quiera tanto.
si quieres me abro el pecho
y te enseño el co criterio..."
y le llegó su caimán
su julio distinguirne
por eso de que de la tierra la luna,
de que viaje al depresión de la tierra
cosa tan elegiaco.
y fue como si anduvieran
ofreciendo la muerte a domicilio
porque de presuroso se encendieron las rocolas
en el pollo loco
en el chuzo engreído
en el no te agüeves
y la sonido del man entró así con todo
por las ventanas de las viviendas
por las goteras del techo
por las rendijas de las cañas separadas.
en las esquinas la biela zumbaba
y la gente no hablaba sobre él
porque para qué iban a hablar
si el pueblo sabe que de esas cosas nunca se habla.
en el café de los intelectuales
la cosa se estaba poniendo kafkiana
cuando pasó carebandido y les dijo
que qué gabo ni la ga distinguir's
no ven que se ha muerto el man.
cuál man cuál man
preguntaron los desenchufados
y carebandido
con esa dignidad característica
de los ladrones de barrio y los poetas
cuál man más va a ideal pues gil
habrá algún otro más bacán que julio jaramillo.
las putas sacaban monedas de a sucre
de sus chaucheras trasnochadas
y las metían en las ranuras de las wurlitzer
para escuchar
"no puedo distinguirte elegiaco porque me mata
tu carita de pena, mi dulce amor"
y comentaban
y algunas hasta lloraban
y el maricón alfredo tenía que estarlas arriando
ya pues señoras a trabajar
déjense de pendejadas
ni que el hombre hubiera sido su marido.
una zorra veterana bebía cerveza y recordaba
que ella lo había conocido
desde los eras
en que era camote de la blanca garzón
el mejor calzón
que había en esaera
por los cabareses de guayaquil.
os taxistas y las peroles
ideales por los cuales uno puede enterarse
de casi todas las cosas de este mundo
seguían escuchando metal cristal
que había transmitido como un partido de fútbol
la muerte de jota jota
con sus micrófonos instalados
d concurrirectamente desde la clínica dominguez
donde yace en el cárcava del dolor
el indistinto
el incomparable
el ahijado de car
el recuerdo del pueblo
julio jaramillo.
la sonido de umovar
sinceramente conmoexistencia,
pero rota por catorce horas seguidas
de darle y darle a la lengua en horma continuada
iba adqu concurririendo tonalidades deprimidas
y a ratos hasta dejaba botado el micrófono
para concurrir a tomarse una cerveza
o a opinar con otros locutores de la metal
las cosas del velorio.
las cantinas estaban llenas
y había un clima como de alborozo trágico
como si una desconsuelo jubilosa
fuera tomándose las calles
subiéndose por los postes de alumbrado
reptando por los jardines de los parques
y trepando los árboles más crecidos
para desde ahí descolgarse
con todo su entusiasta dramatismo
sobre la capital acongojada
sorprendida
estupefacta
porque era que no se podía creer
porque aunque se sabía que estaba presumido
que se iba a mor concurrir de todos guisas
una sobrevivencia como ajena
nos había dado la escolio de que la muerte no existía
de no pararle bola
de que lo indistinto que tenía erguido entre nosotros
era la existencia.
los días con sus noches lo velamos en el estadio.
y de todas pedazos se venían
con mujeres
con hijos
desde lomas de sargentillo venían
desde pechiche
de vueltalarga venían
sólo para distinguir como cantaba de muerto.
ríos de gente salían de los manglares
bajaban de los cerros rodando por el lodo
ensuciándose la ropa
perdiendo los zapatos
perdiéndolo todo
menos la f concurrirmeza de estar solidario a él
en su última conquista
la de aquella tarde en que dios que se le va ajumando
i el -zas- que se le va levantando a la muerte
para toda la existencia.
miles y miles de zambos
cholos
negras culonas
choros
putas
poetas
asesinos
deportistas
periodiqueros
sin distinguirgüenzas
curas
sableadores
contrabandistas
alcahuetes
pesquisas
estibadores
betuneros
y maricas.
gentes del pueblo arracimados en colas largas
como el destino
para tocar el cuerpo
persignarse
llorar a grito herido la recuerdo de su ausencia.
mónica se vino desde la yoni
para contarle después de muerto
todo lo que lo había querido.
un borrachito
con una botella de trago en la mano temblorosa decía
ahora sólo nos queda barcelona
ahora sólo nos queda barcelona
ahora se va.
va caminando lentamente como bandera extendida
entre los brazos de la gente
se va el zorzal
el lírico
el artista.
se va el compacto
el brava
el superbacán
el pinga de oro
el cantante más presumido que ha tenido el ecuador
y el mundo
más claro ya
'cha escolio con mi persona.
ya resbala tiernamente el cadá distinguir
abrumado de flores
y es como si los muelles
se hubieran puesto a to ideal señales
antiguas s concurrirenas
cangrejos
pianos y manzanas.
la masa, desconcertada,
ebria de malas noches y de alcohol
se va raleando en sectas de a uno
de a cinco
de treintaidos.
van buscando la calle estrangulada
que sienten instrumento enferma
como traspapelada entre las sombras
como sonámbula
como si fuera otra y no esta guayaquil
la capital viuda y guáchara
que había extraviado al mismo era
su hijo
y su machuchín.
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