Iren Baumann nació en 1939 en Cobham, Inglaterra, aunque es de nacionalidad Suiza. Estudió pedagogía e hizo varios viajes a Italia, Polonia, Francia, Inglaterra, Checoslovaquia, Nueva York y Sarajevo. En 1999 dejó su empleo para dedicarse exclusivamente a la escritura. En antologías y revistas se fueron publicando sus poemas desde 1987. Tres años más tarde aparece su primer libro de poemas "La habitación azul" en Renania, Alemania. En 1991 la ciudad de Zurich le posibilita un año laboral como poeta y es huésped de honor del cantón de Zurich. En Renania vuelve a salir un libro, titulado "En dirección desconocida". En 1994 recibe el premio de "La conferencia internacional de literatura en el lago de Constanza" y es docente de lectura de la Universidad Popular de Zurich. Luego de participar de la 36° Jornada de Poesía en Sarajevo, publica "Los zapatos precalentados" y reside por un año en Berlín. Recientemente fueron publicadas partes de su obra en revistas y antologías.
Poemas de Iren Baumann
Equilibrio
En esta casa
me asalta el vértigo
aunque amo las puertas abiertas
de par en par
pasillos largos
y ventanas vibrantes
las barandillas bajas de las terrazas
de viguetas turquesas
Cuidado, no te caigas
le dijo el padre al niño,
cuando se inclinó sobre el hoyo
fue a la tarde
nos habíamos reunido
en los pulidos herrajes
se espejaba el aire
pasillos largos
y ventanas vibrantes
las barandillas bajas de las terrazas
de viguetas turquesas
Cuidado, no te caigas
le dijo el padre al niño,
cuando se inclinó sobre el hoyo
fue a la tarde
nos habíamos reunido
en los pulidos herrajes
se espejaba el aire
El paraíso
El paraíso
para unos alimento
un techo sobre la cabeza
para otros cajas fuerte llenas
y para otros más
un sueño ingenuo de un jardín
consagrado a los muertos
que deambulan
sin echar sombras
murmurando callados
Lo pisan pies vivos
en un instante de felicidad terrenal
destiñe el rojo aterciopelado
tremolan las praderas
de las alas azules del martín pescador
se despeñan plumas
el pavo blanco grita
espanto se apodera del ciprés de Cachemira
sacude al cedro libanés un temblor -
el guardaparque
te indica la puerta
La señal
Bajo la catarata
desde el verde manantial
saltó un ojo guiñoso
con patitas de araña
a la roca
oteó
cruzando el estrecho
los troncos talados por la tormenta
las ramas pendientes
la brecha de luz
en ascenso empinado al mediodía
sombras de búfalos
recostados sobre la piedra
sumergidos en el agua
con majestuosos lomos
sobresalientes
huyó
huyó hacia lo desconocido
a las ciudades
se prendió de un portal
un muro
bajo los rieles
te está mirando
Mujeres
Me visto de seda roja
para que sepan, con quien se meten
tomo en el brazo a la muchacha junto a mí
y les hecho una ojeada
busco la del cartel con
escenas sorprendentes
y se quedan atónitos, giran la cabeza y murmuran
Ajá, piensan
es una de esas
e intercambian miradas
y hurgan en las carteras
cae un portazo
de golpe estruendoso
Traducción: Jona y Tobías Burghardt
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