miércoles, 2 de junio de 2010
176.- CASIMIRO DE BRITO
Casimiro de Brito nació en Loulé (Algarve, Portugal) en 1938. Ha vivido en Londres y Alemania. Actualmente, reside en Lisboa. Poeta, novelista, ensayista, escritor de “fragmentos”, de un diario personal del año 2000... Comenzó a publicar en 1957 (Poemas de la Soledad Imperfecta) y desde entonces ha publicado ya más de 40 títulos, traducidos, la mayor parte de ellos a más de 20 lenguas. También él ha sido traductor, sobre todo del japonés. Ha dirigido revistas literarias, entre las que destacamos Cadernos do Meio-Dia (con Antonio Ramos Rosa) y Loreto 13 (Órgano de la Asociación portuguesa de Escritores). Formó parte del grupo y movimiento Poesia 61. A partir de este momento, su trayectoria literaria será muy personal, así como su visión del mundo y su propia vida, siempre atentos y llamados a la renovación y al cambio. Incluido en 163 antologías publicadas en varios países, su actividad internacional es intensísima: ya no sólo como organizador de encuentros y festivales poéticos internacionales en distintos lugares del planeta, sino como colaborador en lecturas poéticas, conferencias, entrevistas, trabajos en colaboración con otros artistas (pintores, escultores, escritores, poetas, etc.), editor él mismo de la actual colección de libros de poesía de autores de todo el mundo –Sopro, Lisboa-, responsable de la colaboración portuguesa en la revista internacional SERTA y un largo etcétera. Fue Presidente de la Asociación Europea para la Promoción de la Poesía y sigue siendo en la actualidad presidente del P.E.N. Club Portugués, además de Consejero de la Asociación Mundial de Haiku, de Tokio. Ha sido nombrado embajador mundial de la paz por la Embajada Mundial de la Paz, sedeada en Ginebra. Ha recibido varios premios, entre ellos el Premio Internacional Versilia, de Viareggio “a la mejor obra completa de poesía” (Ode & Ceia, en 1985), el Premio de Poesía del P.E.N. Clube, 1998, el Premio Internacional de Poesía Leopold Sedar Senghor 2002, por su carrera literaria. Más recientemente, ha obtenido el Premio Europeo de Poesía Sibila Aleramo-Mario Luzi 2004.
BIBLIOGRAFÍA: (Seleccionada)
Poesía:
Poemas da Solidão Imperfeita, Faro, Edição do Autor, 1957
Sete Poemas Rebeldes e Carta a Pablo Picasso, Faro, Edição do Autor, 1958
Telegramas, Faro, Edição do Autor, 1959
Canto Adolescente, Plaquette in Poesia 61. Faro, Edição dos Autores, 1961
Jardins de Guerra, Lisboa, Portugália, 1966. Prémio da Imprensa Cultural Portuguesa. Segunda edição (revista), Lisboa, Assírio & Alvim, 1974
Mesa do Amor, Lisboa, Livros Época,1970; 2ª. edição Lugar Onde, Coimbra, Centelha, 1977
Negación de la Morte, Lisboa, Plátano Editora, 1974
Ni Maitre ni Serviteur et Autres Poèmes 2002
Antologia Personal, no volumen que também incluye un ensayo Labirinto Sensível, de Annabela Rita. Lisboa, Roma Editora, 2003.
Música do Mundo. Antologia Poética. Escrituras Editora. Colecção Ponte Velha. Apresentação de Ildásio Tavares. São Paulo, 2006.
Cartas de Amor. Antologia poética. Edição bilingue. Introdução e tradução de Montserrat Gibert. Valencia (Venezuela), Universidade de Carabobo, 2006. Colección “El Cuervo”, dirigida por Adhely Rivero.
.El Amor, la muerte y otros vicios. Antología. Col. “Los Conjurados”. Selección y traducción: Monserrat Gibert. Obra pictorica: Nicolas de la Hoz. Común Presencia Editores, Bogotá, Colômbia, 2007.
121
incertam funeris horam
Propércio, Elegias, II, 27
Voy perdiendo pliegues de mi cuerpo
cada día que pasa: un cabello, un reflejo,
un diente que quizá no haga falta
mañana. Los dientes nunca salen
solos; se llevan cierta manera
de mirar las cosas. Entonces ya no soy
quien fui cuando antiguamente
saltaba hacia las olas y me divertía
cual anfibio loco
en las playas desiertas. Desierto
soy ahora – desierto y quizá un poco
más sabio: un hombre que sabe
que su cuerpo fue comido
por el alma. Voy perdiendo
en los dientes y en los cabellos
la piel de la madera ebria que semejaba
nave de catedral – lo que voy ganando
no sé todavía sabiendo sin embargo
que bebo y amo y devoro
los minutos volátiles que aparejan
la hora de mi muerte.
412
Murmuro día y noche las leyes
del amor, la arruga del deseo que en tu cuerpo
se trasforma en luz; un cuerpo que no se aparta
de mi mirada, esté cerca
o lejos. Recostado en ti
retorno al territorio del padre
de donde jamás partí. Patrimonio
de mi canto errante, nunca
decantado. ¿De qué otras acciones de guerra
me ausento bebiendo y tejiendo
el alcohol del tiempo? Murmuro
día y noche
las leyes inciertas del amor.
Poemas selecionados de la edición de la ANTOLOGIA LA ACTUAL POESIA PORTUGUESA, con traducciones de nuestro amigo XOSÉ LOIS GARCÍA, publicada originalmente en la revista HORA DE POESIA, n. 27/28, de 1983, de Barcelona, España. Ejemplar gentilmente donado por Aricy Curvello para la Biblioteca Nacional de Brasilia.
TEXTOS EM PORTUGUÊS / TEXTOS EN ESPAÑOL
SE
fragmento 117 do
LIVRO DAS QUEDAS
Se o mundo não tivesse palavras
a palavra do mar, com toda a sua paixão,
bastava. Não lhe falta
nada: nem o enigma nem
a obsessão. Entregue ao seu ofício
de grande hospitaleiro
o mar é um animal que se refaz
em cada momento.
O amor também. Um mar
de poucas palavras.
UM CORPO UM PAÍS
primeira biografia
Frente ao mar
meu corpo ardente e nu de marinheiro pelo sangue.
Fervem-me nas veias
um milhão de ondas em repouso
Em meus olhos cativos e saudosos
— imagem da minha solidão imensa —
o abraço que me une a ti
ó mar
deus pagão de olhar luminoso e belo!
Recebe ó mar este afluente silencioso
que para ti corre
e contigo se confunde:
o líquido cantão canto a quem me ligo
pelo drama de não ser só teu.
PORTUGAL
(campo de concentração)
Ocupado país ocupado e seco
pelas unhas do sono
e da usura
pelo espinhento abandono
da terra
pelas grades agressivas da Espanha
e do mar
sempre em volta
(a caminho da Europa)
Transparente país despovoado
ao sol deitado
Transparente país por fazer
Entre paredes deixado
a apodrecer
LIBERDADE
Como se de asas de tratasse
invoco teu nome liberdade.
Procuro nos teus seios de lava
palavras nuas à beira da morte.
Âncoras de sol,
frutos indistintos que prometam
um porto com a forma do corpo.
DA PEQUENA MORTE
Alimento a tua pele silenciosa
enquanto renovas a paz do meu sangue
a morte o sismo a transparente cruel-
dade onde naufragamos onde agora
o pão e o sol e o canto inventamos
A noite convoca o arco distendido
a ponte reconstruída dos corpos
Alimento com minha armas vagarosas
âncoras de sangue do mar libertas
a luz que nos unes até aos ossos até
ao núcleo em que terra e fogo desfazem
no corpo a pequena visitação da morte
ESPAÇO CRUEL
Neste espaço cruel
onde me perco onde encontro
neste espaço cruel onde o deserto
nos dá por companhia os próprios ossos
e a morte reflete a nudez de quem
no amor viajado contempla
de frente o sol
Neste espaço cruel onde dos ossos somos deserto a própria companhia
e nos perdemos se nos
encontramos
Neste espaço cruel
a morte nos domina e a morte
dominamos
TEXTOS EN ESPAÑOL
Traducción de
XOSÉ LOIS GARCÍA
UN CUERPO UN PAIS
primera biografia
Frente al mar
mi cuerpo ardiente y desnudo de marinero por la sangre.
Me hierven en las venas
un millón de olas en reposo
En mis ojos pequeños y nostálgicos
— imagen de mi soledad inmensa —
el abrazo que me une a ti
oh mar
¡dios pagano de mirada luminosa y bella!
Recibe oh mar este afluente silencioso
que hacia ti corre
y contigo se confunde:
el liquido canto a quién me uno
por el drama de no se solo suyo.
PORTUGAL
(campo de concentración)
Ocupado país ocupado y seco
por las uñas del sueño
y de la usura
por el espinoso abandono
de la tierra
por las verjas agresivas de España
y del mar
siempre alrededor
(camino de Europa)
Transparente país despoblado
al sol acostado
Transparente país por hacer
Entre paredes dejado
pudrir
LIBERTAD
Como si de alas se tratase
invoco tu nombre libertad.
Busco en tus senos de lava
palabras desnudas al lado de la muerte.
Anclas de sol,
frutos indistintos que prometan
um puerto com la forma del cuerpo.
DE LA PEQUEÑA MUERTE
Alimento tu piel silenciosa
la muerte el seismo la transparente curel-
dad donde naufragamos donde ahora
el pan y el sol el canto inventamos
La noche convoca al arco distendido
al puente reconstruído de los cuerpos
Alimento com mis armas lentas
ancls de sangre del mar liberadas
la luza que nos une hasta los huesos hasta
el núcleo en que tierra y fuego deshacen
em el cuerpo la pequeña visita de la muerte
ESPACIO CRUEL
En este espacio cruel
donde me pierdo donde me encuentro
en este espacio cruel donde el desierto
nos da por compañía a los propios huesos
y la muerte refleja la desnudez de quién
en el amor viajado contempla
de frente al sol
En este espacio cruel donde por los huesos
somos abandonados a la propia compañía
y nos perdemos si nos
encontramos
Em este espacio cruel
la muerte nos domina y a la muerte
dominamos
Eros
L’ érotisme ne peut être entièrement révélé
sans la poésie.
Bataille, Les larmes d’ Éros
Eros is, in man, a complex idiom, a semantic act
involving the entirety of the person.
George Steiner, Extraterritorial
1
La muerte no existe.
Todo es sexo y canto.
2
Eros es un monte. ¿Alto, bajo? Unos suben, otros bajan. O: unas veces subimos, otras bajamos. E incluso cuando somos dos, una pareja, no obstante apasionados – no subimos o bajamos al mismo tiempo. Y este monte, de Eros por mí llamado, no tiene un altiplano, no hay en él un lugar de reposo – un jardín de las delicias. ¿Instantes de delicia? Ah sí.
3
Amor, pasión, admiración, gozo sexual, palabra clara, eres bella, eres bello, complicidades mil, de la piel y de la palabra, todo nos une pero lo que nos mantiene terriblemente encendidos y despiertos y ávidos del deseo del otro es el secreto, el secreto que buscamos, que nos lleva a sentir que siempre es la primera vez – un secreto que no sabemos cuál es, ni siquiera si existe. El secreto es el peso indefinido de la penumbra que nos une y que todos los días vamos transformando en una luz que nunca dejará de ser oscura, puesta en duda, y aun así nos ciega.
4
No tengo miedo de la muerte, ya está aquí – Me dice Sibila, pero ¿dónde la pasión, que todavía no es, o que fue y se dejó cubrir de nieve, dónde empieza a arder? ¿Cómo se expulsa lo que nunca podrá acabar?
5
Eros e Philía. Tal vez yo pueda ser tu amigo cuando salgas de mi vida. Ahora no: te amo y te deseo y quiero que me ames. Amar amando es dar lo que se tiene, lo que ni siquiera se sabe si se tiene. Decimos estas cosas, más con gestos que con palabras, cuando deambulamos por los lugares sagrados de Astarté, la diosa de la Luna, y nos bañamos en la cascada que lleva su nombre y donde los amantes del culto al amor se miran a los ojos desde hace milenios. Astarté fue diosa de los navegantes fenicios y recorrió el mundo de la época en sus barcos y en sus corazones: ahora soy yo que la llevo conmigo, y me basta mirar al cielo para sentir vuestra fertilidad y el ciclo de la muerte como cosa natural.
6
No busques la pasión.
Ella, que no sabes dónde está,
te encontrará.
7
Ah pero la floresta, el caos, vuestro cuerpo desenfrenado, nunca ha dejado de existir. Un jardín de Oriente, de ese Oriente de donde me llega el mayor caos, la paciencia y la fuga, el dolor y el gozo, el deseo indescifrado. Uno de nosotros va a coger el primer avión. Uno de nosotros lleva al otro la carne que gotea directamente del sol.
8
Contigo y sólo contigo se funden Eros y Philía: el deseo, la ternura, el placer de las ideas y la pulsión infinita de integrarme en tu sangre. Darme y recibirte totalmente. Desreglarme. Oírte decir que sueñas en mí noche y día, en la mente y en la carne. Sentirte abierta a todos los vientos. Entrar contigo en las islas humildes y turbulentas que vamos dejando por el camino, los cuerpos heridos, en esos hoteles donde fuimos afables bichos sedientos, sin noción de los días y de las noches, hasta caer rendidos. Y así será hasta que uno de nosotros, en los brazos del otro, sea llamado.
9
Hay una música pero no la oigo. Me inclino sobre el sonido del mar.
Después sobre tu sueño, como si fueras otra.
10
Pasión antigua. Que florece cuando la savia parecía haberse secado. Abres, sonríes en tu dolor y yo entro. Entré siempre que abriste y fuiste abriendo siempre, de cuando en cuando, con igual pasión. Siempre fue así, a lo largo de veinte años, desde la primera mirada. Tú en carne viva, yo refugiándome en la viva carne de todo. Andróginos, dices, cuando en mí te fundes.
11
En la montaña nevada. Estamos cansados o deseamos descansar, sentimiento indefinido de cuerpos insaciables. Va a la terraza y trae las manos llenas de nieve, que esparce por mi sexo y luego por el suyo. Fuego negro.
12
Tu sexo oscuro
no es un lugar vacío –
¡tantas estrellas!
13
“Cuando te haga una señal, síguelo”, dice Khalil Gibran sobre el amor. Otra cosa no hago sabiendo, sin embargo, (entre ruinas) que los otros, los que dependen de nosotros, no pueden ser arrastrados a la invasión de esta pasión. Hay un corazón despedazado que paira sobre unas montañas distantes inclinadas sobre un mar antiguo. Allí arriba, cuando estuve en la cabaña de Khalil, veía sólo el azul mediterráneo y la complacencia de los montes. El dolor aún no se había mezclado con el deseo.
14
El sexo es un festín; amar, una ceremonia.
15
La verdad es otra; caímos de la sombra a la luz excesiva. El Edén fue el vientre materno y la expulsión dolorosa del parto es sólo el comienzo de una partida que no va a cesar. NO hay regreso sino dulces simulacros. Islas (sexos masculinos) que regresan al mar. Lagos (sexos femeninos) que recuperan al hijo pródigo. ¡Tanta fundación! Los suaves viajes de la infancia iluminada. Escribas o no, pintes o no, recordar es cantar. Por eso regresas o esperas que él regrese. El sexo al sexo, las cenizas a las cenizas. No hay nada más pero puedo cantarlo de mil maneras.
16
Fue Eros quien fundó la palabra y la cosa – el cielo y su memoria.
17
Olvidaron el fuego, el castigo, el pecado, el infierno. ¿Amaba ella el adulterio? Sí, con pasión, con fidelidad. Se olvidó de la hora de las oraciones. Se encontraba bajo el dominio y la promesa de otra oración, de otra consagración del cuerpo. Oración donde el cuerpo encuentra su ritmo en el caos y se orienta hacia su centro de gravedad, su florecimiento, su reencuentro animal con el inicio de la leyenda del mundo. Abdelkébir Khatibi, Pèlerinage d´un artiste amourex.
18
Toco la fuente
como un viento que separa las flores secas
de las raíces humildes de los últimos
jardines – como las lágrimas felices
bebo tu perfume, mi promesa
de vino. Busco en los caminos secretos
el fin del luto, el silencio de los abismos tranquilos
donde la sombra del lago es una metáfora
olvidada. Entro
en el ardor oculto
saboreando la migración de las noches blancas.
Mi sangre se convierte en naranja.
¿Y tú, mi amor, qué esperas tú
del navegador de las tinieblas?
19
“Buenos días, querida loca. Mi desnudez sueña contigo”. Del Antiguo Testamento: Un día Noé, que había bebido mucho, entró en su tienda, se desvistió y su sexo se elevó hacia el cielo. Su hijo Cam vio al padre y llamó a sus hermanos diciendo: Venid a ver cómo sueña la desnudez del padre. “ Mi desnudez también te ama y tiene mucha nostalgia de la tuya.”
20
Es natural que yo le haya dicho después de habernos amado – o mientras nos amábamos: estamos en el paraíso. Con palabras, con una mirada interrogante, con el sexo latiendo dentro de ella. Pero después fui expulsado, todos lo s días la exclusión, la expulsión. El exilio. Los otros entrando en nosotros por la memoria y por el deseo sordo, y separándonos uno de otro. Existe. El paraíso, pero está siempre en el filo de la navaja o al final del pasillo. Sea en el cuerpo o en la palabra. ¿Quién no enloquece?
21
Me gustaría morir
en casa de mi amada:
laguna sagrada.
22
Un animal: el sexo del hombre. Otro: el sexo de la mujer. Un animal dentro, en el centro, entre las piernas de otro animal. Despierta. No siempre se despiertan al mismo tiempo, el hombre y la mujer, vivan juntos, estén tumbados lado a lado. En todos los casos es el paso, o no, de un mundo a otro: del caos a un orden: también ello un poco enigmático. Siempre bajo una cierta violencia íntima (una con-fusión indefinida) que desea violar y ser violada –una aproximación del crimen y de la muerte. Es necesario destruir lo que existe (los yoes defendidos por la piel) para expresar la realidad erótica y crear (forzar) un nuevo estado de cosas. Yo quiero al otro como él es pero voy a transformarlo y deseo que él me transforme – es esa la esencia y el destino de la sexualidad, sea ella la reproductiva o la del juego amoroso, enigmas ambos indescifrados. Lenguajes haciéndose.
23
Sólo la muerte limpia y cura. Y sólo las mujeres, tal como la muerte, tienen el poder de escoger, depurar, filtrar, separar del rebaño de los que van a morir los que le dan, enigmática ciencia, más garantías de futuro – o bajo la forma de hijos o de otras hipótesis de supervivencia, de pasión silenciosa.
24
Siento el olor de las rosas más allá
del ardor blanco, el de las palabras;
signos de una pareja, en un laberinto
de sonidos, perfumes, heridas, cicatrices
de la otra vida, del éter y del sexo
que todas las cosas encierran: así es la sed
del naciente. No me olvido de nada, ni de las guerras
ni de los paraísos. Me arrastra
mientras me escondo bajo las lágrimas
que no lloré, yo el hermano
de una mujer sedienta de mi cuerpo
en busca del éxtasis. Quisiera tumbarme
a la sombra de tus higueras.
25
Mi deseo, en el amor y en la poesía, es el mismo: sexo y canto en todo lo que toco. Las palabras rara vez se alejan mientras amo – tal vez sólo cuando la muerte me vive. La pulsión erótica jamás se exilia de mis poemas, aunque hable de piedras que estarán siempre llenas de tensión. Van a la cama conmigo. Mi cuerpo aún quiere fiesta y más y más. OH que bueno fue haberme liberado de la monogamia.
26
La tierra se estremece cuando sobre mí te elevas.
27
Las manos de la mujer en el rostro del hombre, y después en los hombros – las manos del hombre en la cintura de la mujer, y después en las nalgas. Movimientos en los que casi se detienen. Parecen parados en el tiempo por un momento. Pero después hay otros, los cuerpos se abren y se cierran en espiral, en las varias maneras de invocar a la muerte, que no se hace esperar. Anda por aquí un simulacro de religiosidad, de cosa mística, de llamada de un desierto más relajante que un oasis. Cosas afines. Pero siempre el regreso al cuerpo. Las piernas del hombre concentradas en el cristal fascinante entre ellas, las de la mujer, toda ella abierta, en los hombros del hombre. Centellean.
28
¡Aidoni!* ¿Tímido, yo? Te amo tanto que tengo miedo, sólo eso. Miedo de desviarme de una cierta harmonía que no sé cuál es. Dos amantes, dos líneas paralelas que súbitamente se desvían un poco. Cuándo, ni ellos lo saben. La misma pasión, dice el uno al otro, pero no es así.
*Aidoni: palabra árabe que significa tímido.
29
Tu cráneo
en mis dedos lancinantes –
y allí dentro, la muerte.
30
Soñé contigo: una mirada, tu cuerpo alucinante apretado sobre el mío, tu figura engullida por la noche y por el viento en la terraza de la casa de la playa. La neblina colorida del mar Mediterráneo. Ella, que eras tú, alejándose y acercándose, infinitas veces, sonriendo leve. Me desperté y lloré. Las nubes se van más y vienen menos. Canto y lloro y recuerdo cada uno de nuestros instantes en la casa del amor. Te deseo con ternura. Son gemelas la llama y la flor, la pasión y la amistad. Y te digo. Y respondes: “Te amo con la misma locura pero ahora más sabiamente.” No entiendo.
31
Un monje Zen se inclina para amar ora el suelo de su montaña, ora la tierra de la mujer que se le entregó. Desnudo bajo su túnica el monje agarra su sexo y golpea con él el transitorio tambor de jade. La mujer lo acepta y le da a cambio el infinito de sus aguas. El monje se queda sabiendo que hay una quinta estación, la mujer se abre para recibir el pequeño sol, y luego lo deshace. Se acuestan lado a lado y se alejan después de haberse encontrado. Después se buscan de nuevo pero ahora es el monje quien tiembla debajo de la mujer. La sangre del bonzo empezó a correr.
32
La pasión amorosa es una amistad (una conciliación a dos) llevada hasta la locura. Es más que vivir el instante, sin dejar, no obstante, de gozar o sufrir cada matiz del instante. Amor es el deseo que me causa tu belleza total, siempre moviéndose, y que respeto. Quiero decir: si la mujer que amo ya no me ama con igual intensidad, debo partir porque en mi concepción amor es lo que se vive entre iguales, al mismo tiempo, aunque les sea impuesta una separación. Si me dices que el amor es irreal y fantasmagórico y que tienes miedo al mismo tiempo que te abres, todo bien; si te cierras, también estará bien pues el amor es un pájaro, o debía serlo, sólo preso de su libertad. Por esto estoy siempre diciéndote adiós, y tú a mí.
33
Camino sobre el suelo
de mi amada, en las nubes
de la boca sellada.
34
Izumi: “¡El aire tan fresco! ¡Los pájaros cantan felices! ¡Qué voz magnífica y qué orgullosos parecen con ella! ¡De repente dominan la bellísima voz que tienen y entran en el silencio absoluto! ¡Ah qué feliz me siento por despertar así, todos los días, y después me quedo pensando si oirás, tú también, de lejos, el mismo canto! ¡Todas las mañanas! ¡En mi ventana y en la tuya, tan, tan atareados! ¿Qué pensarán ellos de nosotros? ¿Puedo ir a verte a Fermo? Te tengo en mí pero necesitamos vernos más, ¿no? Continuar nuestra traducción de Bashô y más, mucho más.”
35
Un misterio que nunca sabré descifrar: las alas rotas aún vuelan. La voz ronca aún canta. El sexo cansado aun se levanta. ¿Y qué decir de mujeres que nunca sabré descifrar? Abren sus bocas y dicen, Cai, regresa a tu lugar. Nunca dejaré de cantar.
36
La pasión es una dolencia que transforma al hombre en una libélula incendiada. Más breve que sus cenizas.
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