sábado, 6 de marzo de 2010

ANA MUELA SOPEÑA [001]



Ana Muela Sopeña 

Nació en Bilbao en 1961. Actualmente trabaja como correctora literaria. 

Como poeta ha participado en varias antologías españolas y latinoamericanas: Arte Poética, de André Cruchaga (El Salvador), Cuba Ala Décima, de Pedro Péglez (Cuba), De literatura y algo más, de Betty Badaui (Argentina), Las noches de Lupi, de Juan Jesús Sanz (Vizcaya), Antología de Jesús Felipe Martínez, Poetas del siglo XXI y Poesía Universal, de Fernando Sabido (Córdoba, España), Homenaje a Angye Gaona (París), Palestina- Poemas- Volumen III, de Xabier Susperregi, Ciudad Juárez- Poemas- Volumen IV, de Xabier Susperregi. 

Por otra parte, sus composiciones poéticas han sido publicadas en revistas como El Ciberperiódico, Fijando Vértigos y La Trastienda (Argentina), Destellos (México), Alkaid y El Síndrome Felino (España) y Viaţa Basarabiei (editada en Moldavia por Mihai Cimpoi, la Unión de Escritores de Rumanía y la Unión de Escritores de Moldavia). 

Ha sido traducida al catalán, rumano, portugués, francés, italiano, inglés y euskera.

Publica su poesía en el blog Laberinto de lluvia y edita virtualmente Poesía de mujeres, Oasi de paraules, Oaza de cuvinte, Um oásis de palavras

Ha publicado dos plaquettes:

- "Túnel de espejos"/ "Túnel d'espills". Traductor al catalán: Pere Bessó. Editor: Albert Lázaro Tinaut. Colección: Carmina in mínima re. Barcelona. Diciembre 2013.

- "Condición de sombra" Editora: Leticia Garriga. Ediciones: silencioYcreación. Colección : Erato III. La Paz, Sudcalifornia. México. Mayo 2014.








SOY LA MUJER CON ROSTRO



Soy la hembra sin rostro

nacida de la sombra y de las aguas.


He venido a tentarte
a través del espacio y los espejos,
en juegos de palabras,
con guiños y correos de mil tonos.

Soy la hembra sin ojos
que no veo al demonio entre las piedras
y quiero dominar mi soledad.

Soy la hembra sin voz,
dirigida por pulsos invisibles,
intentando aprender el canto urbano.

Soy la hembra sin piel
que capta de tu mente sólo el beso,
el capricho nocturno, sin vacío.

Soy la hembra sin alma,
que comparte contigo sólo el humo,
lo que nunca existió ni antes de tiempo.

Soy la mujer con rostro
que vengo ya a vengarme del silencio,
renombrando las cosas con mis signos.

Soy la mujer con ojos
de colores intensos y violetas
que veo entes oscuros
en tus iris radiantes sobre el vértigo.

Soy la mujer con voz
del abismo estelar de las edades
que quiero ya expresarme
en el tálamo azul de tus placeres.

Soy la mujer con cuerpo
refinado y sensible por la luz.

Soy la mujer con alma
que desciende a tu infierno,

la que hoy te libera de ataduras
y te dona despacio antiguos códigos.



ECUACIÓN

Me columpio en mi Luna
mientras tus dedos lúbricos
descienden por mi vientre iluminado
hasta ser agua con las horas.

Tu Sol se abre a la herida más antigua
y mis manos de luz
ascienden por tu piel de las galaxias
con fuego de los cuásares radiantes.

Mi Saturno adormece a los titanes
con tus labios sin pánico a la lluvia

y tu boca entregada a las cerezas
se une a la tierra
de un mundo en extinción.

Tu Urano es la ecuación a resolver.
Mi alma quiere ser parte de ti
sobre esferas sin sombra en el cortejo,
pero tú sólo quieres ser de aire.



BAJO LA LLUVIA

Bajo la lluvia silbas melancólico
y me recuerdas por las calles,
con una luna rota en los bolsillos.

Por las noches te construyo.

Paseo con la luz por las aceras
y te busco en los bancos,
en los escaparates con letreros
luminosos de mundos invisibles.

Me nombras en portales de silencio
con un gato que cruza
en la distancia
y deja por las plazas
sus maullidos
que arropan la ciudad de terciopelo.

Bajo la lluvia danzas con mi sombra
y me fotografías en espejos,
para soñar que estoy en tu caverna.




AJEDREZ

Peones negros:
Delincuentes de sombra,
presidiarios agónicos sin fe,
esclavos de los vicios de la noche,
prostitutas aladas sin guardián.

Peones blancos:
Sin astucia la gente va viviendo
con normas construidas por los jefes,
y después de muchos años de trabajo,
la muerte sobreviene sin aviso.

Caballos negros:
Don Juanes, Casanovas, seductores,
acróbatas y títeres,
malabaristas del gesto.

Caballos blancos:
periodistas, diplomáticos,
vendedores, consejeros.

Alfiles negros:
espías sicalípticos, sicarios,
estafadores, especies nocturnas,
traficantes de humo.

Alfiles blancos:
serviles dependientes,
aduladores fatuos.

Torres negras:
marginados, locos, esquizoides,
introvertidos, aislados, mudos.

Torres blancas:
protectores, seguridad.

Damas negras:
intrigantes, poderosas, influyentes.

Damas blancas:
versátiles, creadores, con recursos.

Reyes negros:
Capos, mafiosos, magos negros,
poseedores de batutas de la orquesta
del planeta en su máquina troyana.

Reyes blancos:
financieros, magnates, monarcas,
príncipes, los que manejan
los hilos de los mundos y los sueños.

Las piezas de ajedrez
se relacionan todas con pasión,
en su entramado mágico de vida y de belleza,
de muerte y de terror. El juego no se acaba.
Empieza una partida, termina sin excusas
y luego viene otra.
La rueda de las cosas sigue y sigue.
Y gira que te gira.

Alfa y Omega siempre y Jaque Mate.
Ganan negras
y todo vuelve a ser como al principio.
Ganan blancas,
el algoritmo extraño con ventaja.
Tablas:
los jugadores... cordialmente se saludan.





ORFANDAD DE LA NIEVE

La orfandad de la nieve
permite que las calles
se delaten con tiempos invisibles
sobre un exilio amargo.

Un hombre solo
por la ciudad dormida
que siente interiormente
el pulso contenido de la noche.

Recorre los lugares conocidos,
rincones familiares,
y va dejando huellas en esquinas
mientras le parpadean los semáforos.

No sabe si está ebrio,
si la vida es un sueño o un teatro
o si él ya se encuentra en otro mundo.

Y su paseo es sólo fiel reflejo
de los años vividos sin pasión.

No sabe si está vivo o está muerto,
sus pájaros sonámbulos
le avisan desde el sueño.
Y su reloj biológico
dispara su cronómetro en lo oscuro.

El hombre mira el móvil
con todos esos números
que cada día le hacen señas,
pero se siente solo, casi apátrida.

Y sigue caminando sin destino
por trampas con chacales y con lobos
hacia la incertidumbre de la nada.




EN LOS VERSOS DEL NAUFRAGIO


I


Vengo a escribirte cartas esta noche,

una por cada sueño conseguido.
Quimeras en los versos del naufragio,
abanico de mundos invisibles.
Recuerdo entre los límites
nuestra amistad salida de la nada,
mientras todo pasaba como un duende
en medio de alambiques imposibles,
como un crisol de tiempo
en la conciencia.

II


Jeroglíficos blancos en la arena

te susurraron siempre las palabras
atadas al espejo de metáforas.
Un viento sucedáneo de la aurora
te marcó el territorio
de Saturno,
mientras la luz del alba
se hizo oscura
en la presión de un reino
sin heridas.

III


Tu vida pareció ser sin sentido,

mas todo era mentira y tú lo sabes.
Amaste sin disfraces a los tuyos,
escribiste sin trampas ni artificios,
trabajaste sin fin en las jornadas,
hasta caer exhausto
en la batalla.

IV


Un espejo de luz se transfigura

mientras un tiempo azul
hace de ti
creador de metáforas inéditas
y capitán de versos sumergidos
en los mares amados
de azabache.

V


A veces la belleza

se queda respirando en una esquina
hasta que llueven lágrimas sin sangre
sobre la heroicidad
de lo sin nombre.

VI


Laten silencios claros en las calles,

diluvian los poemas sin presagios
con la piel del intento
en un teatro
de búsqueda internauta digital.

VII


Un aguacero lúdico parece

que todo es un caudal
fuera de cauce,
mas el misterio guarda
los códigos internos y las claves.

VIII


En medio de las luchas interiores

ya no podías más,
fuiste agotándote,
hasta que el corazón
fue más rebelde
que cualquier negativa
al fingimiento,
mientras unos relojes se pararon.

IX


Las agujas del tiempo

fueron ebrias,
para soñar con alas de papel
y encontrar los motivos
de los solos.

X


Sea tu poesía tu legado,

más allá de rencillas
o de grietas
en tu entorno más íntimo.
Con honor surjan letras
en tu nombre,
mientras cualquier naufragio
se fusione
con la vida forjada
en las estrellas.

XI


Desde un Big Bang oscuro y primigenio,

resuene tu palabra
dispuesta para el llanto.

XII


Agradezco tu mano siempre amiga

que rescató de mí toda la luz,
para ser soñadora de los bosques.

XIII


Miro el umbral de sombra,

abierto a la memoria de tu voz,
rescatado en los signos
de la soledad dentro del vértigo.

XIV


Que tus versos de fuego

atraviesen el alma de este mundo
y permitan relámpagos de amor,
mientras tu voz oculta permanece.









EN SOLEDAD


En soledad repasas el pasado,
los acontecimientos impactantes,
la memoria de un mundo incandescente.

En soledad meditas
y las horas se curvan hacia dentro.



CON TUS OJOS DE LUZ


Un abismo de bruma en el recuerdo
me lleva por lugares infinitos,
donde tú me contemplas en la noche
con tus ojos de luz.

Las galaxias me incitan a ser tuya
en voces siderales de deseo,
con la invisible estrella de tus labios
y mi dulce mirada sobre ti.

Un mundo sumergido en la belleza
me invita a ser tu musa de las fuentes,
sabiendo que la sombra nos persigue
por los bosques de lobos y chacales.

A veces me pregunto si tu nombre
resuena con el eco en la distancia
de supernovas ebrias de mi piel,
en tus pupilas llenas de mi cáliz.



PALOMAS ENREDADAS


Palomas enredadas en la brisa
te invitan a soñar con la belleza,
por mundos de penumbra en la maleza
de seres entregados a la risa.
La sábana de niebla entre los vientos
nos cierra la ventana a la locura,
entre estrellas que alumbran la datura
susurros en la piel de los momentos.
El dolor por la pérdida del alma
se parece a pretiles - sin un hombre -
que ofrecen oleajes al andar.
La luna en su neblina tiene calma,
con nubes del Atlántico, sin nombre,
imantado a la playa de otro mar.



CENIZAS


El agua va lavando
el instante de niebla.
Murmuran las ventanas
tu nombre entre los lobos y los monstruos,
pero todo es mentira.

El fuego va quemando
la resina de un tronco.

Los rumores se llevan
las cenizas de un mundo de otro tiempo.

El aire se pelea
con las letras de un mito inexistente.

Difamaciones negras en un cofre.

La tierra sabe ser la sepultura
de la autobiografía más brillante.

Un nuevo nacimiento,
a pesar de los obstáculos
se va gestando dentro de tu historia.



ESTOS DÍAS


Estos días son tristes,
la lluvia cae despacio
tras los cristales ebrios de tu imagen.

La noche se presenta silenciosa
con susurros de árboles dormidos.

Estos días son tristes,
sabiendo que no puedes ver crepúsculos.



LA LUNA EN SU ESCONDITE


La luna en su escondite
contempla la ebriedad de mis sentidos,
cuando rozo tu piel en noches claras.

Una galaxia cóncava
se atreve, en espejismos,
a entregarte mis labios en susurros.

Nebulosas que saben de lujuria
divisan las imágenes del pánico
y te atrapan con miel de un sueño lúcido.

Supernovas amantes del placer,
en visiones de mundos seducidos,
me dejan ver tu rostro sin la sombra.

Un cuásar amarrado
a los abismos
sacude con temblor los ojos de la diosa.

Los púlsares me llevan a tu lado
entre plumas de pájaros errantes,
mientras miro tus párpados de acero.



MUJER-DAIMON


A Pere Bessó, con mi amistad y admiración

Agapazada en la niebla
aquella mujer-daimon
bebía de crepúsculos el verso,
para encontrar un mundo diferente.

Caminaba con ecos
por montañas azules de la luna
y miraba sin miedo las auroras.

Buscaba las palabras
entre las piedras ávidas de sol.

Encontraba metáforas de hielo
bajo bandadas de aves migratorias.

Aquella mujer-daimon
bailaba con estrellas por las noches
y soñaba universos más amables.

Le gustaba escribir casi sin luz,
para captar el alma de las cosas.

Danzaba con libélulas de viento
en los atardeceres de los árboles.

La energía galáctica invisible
la animaba en las horas de espejismos.

Soñaba sin reloj
con los bosques sagrados de las sílabas.



LUNA EN EL HIELO


Una luna en el hielo
con frío de belleza subterránea,
en el instinto azul de la palabra,
nos enlaza en la noche del enigma.

El fractal de la rosa
escondido en el hueco de tu luz,
con mis manos de lluvia se delata.

Me quedo sumergida en ese puente
de lejanía absurda y surreal.

El humo de la vida
es un intento cauto de velar
ese conjuro amable
y el mito de un perfume delicado.

El vientre de la diosa
atrapa mi piel ávida de ti,
con extrañeza y tiempo de silencio.

Un teurgo nos calma
con su magia divina del crepúsculo
en la montaña oculta
y en el libro sagrado de saturno.

Un búho nos contempla
desde su mundo antiguo
y el agua primitiva del refugio
se derrama en espejos de penumbra.

El fuego primigenio de tus dedos
permite que los hilos nos reúnan.



SONIDOS DE HUMO


Naufragios en la niebla,
con sonidos de humo,
atraviesan tu piel en el silencio.




ENTRAMADOS DE LUZ


.....Me quedo fijamente mirando el horizonte y allí te veo solo, oculto en tu guarida, donde un error de otros te ha llevado de un modo surreal. Entramados de luz van hacia ti, con un ser silencioso que porta en su alma etérea la libertad total para tu ser. Avanzas entre niebla, por puertas de obsidiana, y dos leones blancos custodian el umbral de la belleza. Después, un sueño lúcido te permite adentrarte en otro reino, donde un jaguar de ojos de azurita te saluda y orienta. Ya sabes que el poder, que nace de tu centro de silencio, te acompaña en las sombras. Despiertas y compruebas que has viajado en el tiempo, desde otros universos paralelos, para limpiar los nudos de esta Tierra y crear las rejillas en otro espacio cuántico de quinta dimensión.




RELÁMPAGO


La soledad va lloviendo
lunas errantes
en mi alma ávida de ti.

Te recuerdo

con tus ojos de agua,
más allá de la vida y de la muerte,
en el vendaval del tiempo.

Sube la marea
en un instante feliz,
baja la marea
en el resorte que mueve el caos del mundo.

Te miro,
me miras,
nos miramos

y un relámpago azul nos ilumina.



CON TUS OJOS DE LUZ


Un abismo de bruma en el recuerdo
me lleva por lugares infinitos,
donde tú me contemplas en la noche
con tus ojos de luz.

Las galaxias me incitan a ser tuya
en voces siderales de deseo,
con la invisible estrella de tus labios
y mi dulce mirada sobre ti.

Un mundo sumergido en la belleza
me invita a ser tu musa de las fuentes,
sabiendo que la sombra nos persigue
por los bosques de lobos y chacales.

A veces me pregunto si tu nombre
resuena con el eco en la distancia
de supernovas ebrias de mi piel,
en tus pupilas llenas de mi cáliz.



LITURGIA Y PÉTALOS


Fuego del mundo,
en los ojos antiguos.
Liturgia y pétalos.

Tierra secreta,
sobre océanos lúdicos.
Celebración.

Aire ancestral,
entre árboles mudos.
Melancolía.

Agua desnuda,
en tu piel del enigma.
Umbral de rosas.



SAL DEL ALQUIMISTA


El mundo de la sangre más oculta
nos permite ver luz en el recuerdo
con sombra sumergida bajo el tiempo,
sabiendo de la herida en la penumbra.

Una piedra de almizcle, azufre y luna
atrapa el sol amante de los vientos,
con perfume imantado por el cielo
y sonidos de sueños en la bruma.

La sal del alquimista es la belleza
que muestra el escondite en su crisol
y deja ver calima entre sus ojos.

Un pájaro de escarcha entre la niebla
se moja con la lluvia del amor,
en el abismo oscuro y silencioso.





CENIZAS


El agua va lavando
el instante de niebla.
Murmuran las ventanas
tu nombre entre los lobos y los monstruos,
pero todo es mentira.

El fuego va quemando
la resina de un tronco.

Los rumores se llevan
las cenizas de un mundo de otro tiempo.

El aire se pelea
con las letras de un mito inexistente.

Difamaciones negras en un cofre.

La tierra sabe ser la sepultura
de la autobiografía más brillante.

Un nuevo nacimiento,
a pesar de los obstáculos
se va gestando dentro de tu historia.



LA NOCHE ME CAUTIVA


La noche me cautiva con su música
y su bruma dispersa en mi piel húmeda
que busca tus caricias en lo oscuro,
en medio de la niebla y el deseo.

Tu fragancia me eleva a los lugares
donde el instinto marca su gran límite,
con el amor del mundo imaginado.

Un río de latidos primigenios
me sorprende con luz,
a través de la sombra más atávica.

Un instante fugaz en el abrazo
nos hace percibir el universo
como un espacio-tiempo más amable.




LUZ EN LA NIEBLA


Luz en la niebla
en tu piel atrapada en sombras frías.
Noche en silencio.



PERSONAJES


¿Por qué te desintegras con la niebla
de la tarde sombría?

- Me gusta dirigirme a los abismos
con espectros que vienen de la nada.

- ¿En qué lugar podrías encontrar
fantasmas de papel?

- En los libros que aún nadie ha leido.

- ¿Qué sucede con esos personajes
que aún no han pernoctado en nuestros sueños
porque nadie ha leido la matriz del gran libro
que los oculta?

- Permanecen muy fríos a la espera
de que alguien los active con sus ojos.




LETRAS DE OBSIDIANA


Vestigios de tu piel en mi mirada
que se enciende en la historia
de la penumbra etérea de la tarde
y sus tentáculos de acero.

Eres un hombre en letras de obsidiana
que busca la raíz de la luz única,
como animal atávico de viento,
en océanos puros de azurita.

Soy la mujer del nombre de azabache
que indaga en el principio de la sombra
a partir de la lluvia primigenia.

En medio del olvido
el origen nos llama al gran secreto
que en un cuásar se encuentra bajo llave.




PÁJAROS CAUTIVOS


Los pájaros cautivos de la tarde
susurran al viento
y se elevan a otro mundo
de niebla seductora.



EL TODO


El todo es territorio de la bruma
en los lugares ebrios de deseo,
con la noche adherida a los tabúes
y un animal de niebla.

La nada es el delirio de los días
y la locura el sueño de los seres
que en su frío mortal
imaginan la rosa en un abismo.

El mundo del amor es un teatro,
con ábacos que cuentan los minutos
entre lluvia cansada y primigenia.

El agua es la señal de los cautivos
en los lagos del sur del árbol negro.



EL ROCE DE LA VIDA


A Gustavo

El roce de la vida
respira en tus galaxias,
con mis labios perdidos en tu mundo
y tu luna adherida a mis ensueños.

Mi cuerpo sumergido en el temblor
persigue los planetas sin descanso,
entre tus manos suaves y sonámbulas
y mi mar embriagado con las rosas.

Tus ojos son espejos
de la luz azulada del crepúsculo
y mis iris se cruzan con tu enigma.

Mi piel se ha consagrado a tus latidos
en sombra condensada de belleza,
atrapando el espíritu del tiempo.




SU LEYENDA


La mujer perseguía la luz
en el tren de la sombra perpetua,
con visiones de belleza cuántica,
entre imágenes blancas de ensueño.

El varón se inventó las historias
en cabañas cerradas al viento,
con las letras del mundo al revés
y las copas de vino sin agua.

La pareja creó su leyenda
desde un campo de sal y azuritas,
para estar con estrellas amadas
en el hielo sagrado y curioso.




TIEMPO EN GEOMETRÍA


Quiero sentir el tiempo en geometría
de la rosa sagrada.

Jeroglíficos llenos de silencio
me hablan desde la bruma de los días.

Un instante de sal sobre la herida
me dirige a la cueva del secreto,

donde nacen las sílabas del mundo
con letras subterráneas de ebriedad.

El lenguaje es aliado del deseo,
nos permite soñar entre sonidos
y símbolos que invocan la luz cuántica.

La poesía es madre primordial,
me acoge en su regazo con sus pétalos
de belleza serena y melancólica.




A MI PADRE

A pesar de los años
mi padre mira al cielo todavía.

Contempla los crepúsculos sin miedo
y pide un día más, tan sólo un día.

Desea sentir siempre el gran milagro
de las horas abiertas a lo mágico.

Cada minuto
es su bendición,

absorbe los segundos
con la ansiedad de alguien
que vaga con la prisa por el tiempo.

A pesar de los años
mi padre escucha el canto de los pájaros
y aprecia los poemas de la bruma.



EN LA RAÍZ DEL AGUA


I

La soledad en la raíz del agua,
árbol de la noche.
Tu mano en mi mano.

II

La rosa de la luz vislumbra un rayo
que se entremezcla con la sangre.

III

Senderos entre niebla,
el ojo del crepúsculo me turba.

IV

He soñado con piel de tu naufragio,
me rozas con tu cuerpo solitario.
Ya no estoy sola.

V

El eco de la noche me protege
de todos los fantasmas del pasado.

VI

Dame tu historia errante entre la bruma,
como animal que surge de la nada.

VII

Horas de visiones
a través del océano sediento
de pétalos y arrullos en eclipse.

VIII

Un mineral me habla,
azabache en pupilas,
entramados mistéricos sin límite.

IX

Tiemblo cuando tus labios
me nombran en la esfera de la noche.
Vértigo de coral y lapislázuli.

X

Escondo mi dolor en una lágrima,
mientras tú me preguntas por el alba.
Sonreímos al sol.

XI

Toma mi luz del mundo en sortilegio,
dame tu sombra núbil en conjuro.

XII

Espero que mi aliento en la penumbra
te rescate de aquella decepción.

XIII

En tu juego tú apuestas,
en mi juego yo apuesto.
Nos apostamos todo por el todo.

XIV

A veces un naufragio no termina,
cuando el barco se ha hundido en el océano.
Termina años más tarde en un café,
cuando otro ser humano nos saluda.

XV

Eres entre calima mi susurro,
ése que me rescata del olvido.

XVI

Una casa en un lago de deseos:
un hombre, una mujer, una flor blanca.

XVII

En el espejo de la noche
entrégame las sílabas del mundo,
en códices de arena.

XVIII

¿Por qué te desintegras en vacío?
Avanza sobre mí, yo te contengo.

XIX

Quizás nuestras palabras fueron dichas
por nuestros dobles en un mundo paralelo.

XX

Los verbos de la herida se han cerrado.
Amor, tú ya no temas. Te curo con mis manos.
Ya no estás solo.

XXI

Eres la brisa fresca de la tarde.

XXII

Me abrazas bajo un átomo de luna,
te beso con frambuesas en los labios.
Avanzamos por rutas enigmáticas.





ERIDANUS


Achernar es inicio de tu luz,
donde el alma se puede refugiar
contemplando los cielos en la noche,
para sentir el sueño de los mundos.

En Cursa tú te meces con los Ángeles
que viven en el quark, por el espacio,
en un tiempo sin tiempo,
abrazando la magia de galaxias.

Zaurak es el palacio de las musas,
allí viven con lujo,
en geodas de amatistas,
en las aguas sedientas
de lo oculto,
como princesas núbiles
de un cuento.

En Zibal cada noche hay una fiesta
con Viajeros Galácticos
que saben que en su fuego habitan siempre
bibliotecas de luz de las edades.

En Azha los Arcángeles se duermen
esperando pedidos de los hombres,
para ayudarlos con sus alas.

En Acamar los Libros de la Alquimia
se esconden con el Helio y el Hidrógeno,
entre átomos radiantes de belleza.

En Beid los Serafines van cantando
alabanzas de sílabas sagradas
que llegan a la Tierra en sus relámpagos.

Es Keid una morada de los dioses
cautivos en los signos del amor,
en alfabetos lúdicos de viento
o en runas ancestrales de vikingos.

Y los druidas contemplan
la estrella Angetenar,
se inspiran con su vórtice en su espíritu
que es como una abertura a un mundo paralelo
y como agujero de gusano
comunica este siglo
con futuros probables de otra Edad.

En Theemin la música de cítaras
preside los instantes de la sombra,
en partituras suaves con corcheas
y semifusas híbridas de imágenes,
con visiones aladas de una ondina.

Sceptrum es la estrella del diamante,
por las noches se deja ver sin túnica.
en su historia de amor y de cortejo.

Y Beemin seduce con su voz
al Argonauta intrépido y valiente.

Estrellas de Eridanus son memorias
que saben encantar al universo,
con sus letras de cuántum y neutrinos.

Un Viaje Sideral de la conciencia
que el Humano regala en sus plegarias,
en su silencio abierto a la penumbra,
en su ética de núcleos invisibles...





HILOS DE VISIONES


La soledad me duele por las noches,
en sortilegios blancos de locura
adherida a tu mar de lluvia y rosas.

La soledad me atrapa en sueños pétreos,
como un monstruo escondido
en calles frías.
Me toma de la mano y me susurra
desde un teatro esférico y desnudo
que todo es apariencia.

Pero tus ojos claros me rescatan,
me deslizan por mundos sin la niebla,
escondidos en pétalos de bruma.

También tus dedos cálidos me rozan
la piel azul que mira los crepúsculos.

Y tu cuerpo de fauno me subyuga
entre árboles sedientos de ser duendes.

Y tus brazos de Júpiter
me conducen por hilos de visiones,
en cúmulos y nubes,
hacia los paraísos del placer.

La soledad me sigue como espectro,
pero tú la detienes con tu voz

y me abrazas sin tiempo.




TIERRA


La Tierra está muriendo
en su nicho de piedras y cenizas,
como si fuera una mujer
asesinada por todos.

La Tierra está gritando
en su locura abierta al gran delirio,
como si fuera una mujer
torturada por todos.

La Tierra está llorando
en su cuna gigante de cristal,
como si fuera una mujer
perseguida por todos.

La Tierra está enfermando
por las bombas y pruebas subterráneas,
como si fuera una mujer
envenenada por todos.

La Tierra está sanando
por medidas que ahorran agua y aire,
como si fuera una mujer
alimentada por todos.

La Tierra está cantando
en su hábitat de enigmas y secretos,
como si fuera una mujer
estimada por todos.

La Tierra está viviendo
en su magia radiante del océano,
como si fuera una mujer
enaltecida por todos.

La Tierra está riendo
en su cama pequeña de violetas,
como si fuera una mujer
amada por todos.



SUENA MI VOZ


A Eduardo Apodaca

Suena mi voz en tumbas de la tierra
donde la consonancia es lo mejor,
entre las aves frías.

Sobre música llena de crepúsculos
se alza mi vuelo etéreo hacia las cumbres suaves,
donde la nieve es siempre compañía.

Amatistas sublimes entre rocas,
océanos mistéricos de niebla.

Brújulas de azuritas en la bruma,
nácar entre coral y mar de siglos.

Veo tus iris níveos sobre el mundo
espectral en abismos de la noche.

Azabache sutil entre las runas,
epitafios de sal sobre mi herida.




DIOSAS LÚBRICAS



I

DIOSA DEL AGUA


Una diosa abisal
te ha sorprendido en sueños con su luz,
a través de sus ojos
desea seducirte
y enredarte en su mundo de caricias.

En tu piel de hombre lúbrico
se refleja el instante del amor,
los latidos del orbe
y el enamoramiento de la luna.

Y tu diosa del agua
te roza con su vientre la palabra.


II

DIOSA DEL AIRE


Una diosa en silencio
te busca en sus visiones del abismo,
a través de sus iris
desea susurrarte
e inundarte con sílabas del éxtasis.

En tu cuerpo de fauno
los espejos de nácar
te encienden en la noche,
con umbrales amados de Amaltea.

Y tu diosa del aire
te pronuncia tu nombre mientras duermes.


III

DIOSA DE FUEGO


Una diosa desnuda
te cabalga sin bridas el misterio,
a través de sus brazos
el vértigo del magma te fusiona
con todos los secretos de los cuásares.

En tus dedos de Adán
el brillo de Eridanus te dibuja
auroras boreales.

Y tu diosa de fuego
te ampara con sus trazos el exilio.


IV

DIOSA DE TIERRA


Una diosa de barro
te permite idear el paraíso,
a través de su soplo
desea deslizar en tus pupilas
la belleza de un mundo inextinguible.

En tu hálito guerrero
el instante semilla se conjura,
entre números áureos
y el ardoroso arranque de un suspiro.

Y tu diosa de tierra
te esculpe sobre mármol, como un tótem.



CAMINAR HACIA MIRZAM


Tu mundo es de un antiguo zigurat
en misterios ocultos por tu estirpe.

Al lado de la tierra enamorada
dormitan nubes blancas en su red,
maravillosa imagen en un álbum,
imaginando un dulce colibrí,
rutilante de vida en su volar,
ondeando entre espuma de un océano.

Me gusta caminar hacia Mirzam
irradiando mi paz dentro de ti.

Ahora eres mi luz dentro del agua.
Musitas tu plegaria en Alnilam,
oraciones sin niebla en el rocío,
ronroneo en susurros del amor.




LENGUA DEL LICÁNTROPO


La rosa se divide entre los pétalos
y enigmas de la noche de los lobos
que aúllan con la lengua del licántropo
a pesar de la bruma.

El pelaje está frío
y espera al sol nocturno,
con ganas de sentir el universo
mientras llegan los rayos de amatista.

La manada en su cueva persigue la radiancia
con ojos ateridos por la nieve.

Un lobo joven
se queda rezagado

y una loba blanca
lo lleva al manantial de los secretos.



ERES MI LUZ


En mundos atrapados por la nube
recuerdo entre tu piel aquel sentir,
en espacios de luz sobre mi sangre
silenciosa y sutil como las aguas.

Mi tiempo está en las fotos de tu álbum
iluminando noches para ti.

La belleza encerrada en un cristal
ulula como un búho al otro tú,
zahiriendo la brisa como un cáliz.



LLUVIA DE LOS LUNES


La ciudad en su bruma se inunda de agua cálida,
con lluvia de los lunes y belleza dormida.

Contemplo las aceras y a los niños jugando
en las horas amadas de tardes melancólicas.

Los jardines se miran desde otro espacio lúdico,
con sus ojos de niebla y sus iris azules.

Un reloj va sonando en la noche perdida
y la nostalgia me habla mientras los sueños sueñan.




TU PIEL SE REFUGIA ENTRE LOS CUÁSARES


Tus manos son estrellas en el agua
y tu piel se refugia entre los cuásares,
tu cuerpo es explosión de supernovas
y tus ojos galaxias infinitas.

Mis iris son dos lunas de verano,
mi pelo es asteroide del hechizo,
mis pupilas son luz del mediodía
y mis brazos son cúmulos galácticos.

Nuestros labios son púlsares de niebla,
nuestras cejas son dos gigantes rojas,
tus músculos satélites de arena
y mi boca un planeta con sus cráteres.




TOBOGÁN EN BRUMA


El sueño va llegando entre la luz
y la sombra desciende calle abajo,
un columpio me invita a recordar
la infancia en noches frías, sin historia.

Un tobogán en bruma
y un nido de gorriones,
en el umbral del viento melancólico,
me alejan del temor...

Un animal herido me susurra
en la visión alada de la tarde
y me lleva por labios del ensueño.

Crepúsculos sumidos en la niebla,
habitados por almas de los muertos
sobre el nogal desnudo...




VALS


Las gotas bailan un vals
de lluvia abrazada al viento.

Una nube me susurra
palabras de ritmo antiguo
en la densidad del aire.




DIOSAS EN SU MUNDO


Las diosas en su mundo seducen a la lluvia
con sus velos de seda, con sus manos de niñas.

Me miro en sus ensueños y permanezco quieta,
con dedos de penumbra y delirios sin frío.

Entre la piel del agua me inundo de caricias,
con belleza dormida en lujurioso éxtasis.

Las diosas en su mundo me susurran secretos
que yacen encriptados en tus ojos de océano.







2 comentarios:

  1. Me gusta muchísimo la poesía de Ana.Me gusta colarme en su laberinto y descubrir a esa gran poeta que es.

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  2. Gracias, Marisa, por estar y por leerme.

    Un beso
    Ana

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