martes, 13 de diciembre de 2011

KATHERINE MANSFIELD [5.375] Poeta de Nueva Zelanda






Katherine Mansfield 

Pseudónimo que usó Kathleen Beauchamp (Wellington, Nueva Zelanda, 14 de octubre de 1888 - Fontainebleau, Francia, 9 de enero de 1923), destacada escritora modernista de origen neozelandés.


Kathleen Bowden Murray, nació como Kathleen Beauchamp el 14 de octubre de 1888 en una familia de clase media de origen colonial, en Wellington, Nueva Zelanda. Vivió con sus padres, dos hermanas, una abuela y dos tías adolescentes. Tenía una madre que era muy controladora, por lo que fue criada por su abuela. Esto se produce porque su madre quería tener un hijo, lo que provocó que ella le estuviera constantemente indicando que era un "accidente", por lo que no mostraba interés por ella. En 1893, la familia se muda a un área rural, donde pasará los mejores años de su infancia y donde nace su hermano Leslie.
En 1898, la familia vuelve a Wellington y ella publica su primera historia en la revista del colegio. En 1902, se enamora de su profesor de violonchelo, pero no es correspondida. Se siente rechazada por los habitantes, por lo que decide pedirle a sus padres que la envíen a estudiar a Londres. Sus padres se oponen, pero tras mucha insinstencia la dejan marcharse, junto a sus dos hermanas, al "Queen College". Aparte de ir a clases al instituto, escribe también para la revista del mismo y recibe clases de violonchello. Entonces conoce a su novia y después amante, Ida Baker. Pero cuando termina sus estudios sus padres le ordenan que vuelva a Wellington. Cuando vuelve, se arrepiente de haber vuelto, ya que no le gusta la vida en Wellington, un lugar que considera alejado del mundo inglés. y vuelve a Londres en 1908. A partir de entonces y durante el resto de su vida, su padre le envía una pensión anual de 100 libras esterlinas.
Para entonces, en 1908, se ha convertido en una buena violonchelista y sueña con dedicarse profesionalmente a eso, pero su padre no se lo permite y nunca lo hará realidad. Rápidamente se convierte en una bohemia, como muchos artistas de su época, y conoce a un chico llamado Garnet Trowell, del que se queda embarazada, pero los padres de éste se oponen a la relación y ésta termina. Conoce a un profesor de canto 11 años mayor que ella, George Bowden, con el que se casa, pero lo abandona la noche de bodas. Cuando informa a sus padres de que está embarazada, su madre, Annie, llega a Londres a principios de 1909 y se la lleva a Bad Wörishofen, en Baviera, Alemania, con la intención de mantener su embarazo en secreto y curar su lesbianismo, ya que su madre también conoce su relación con Ida Baker, su amante.
En algún momento en Alemania, sufre un aborto natural y pierde al bebé que esperaba. Vuelve a Londres en enero de 1910 y no volverá a ver a su madre. Allí publica 12 historias en "New Age". También mantiene una relación con la mujer de su jefe, Beatrice Hastings. Posteriormente, estas historias son publicadas en un libro con el título de "En una pensión alemana", pero tiene poco éxito. A pesar de eso, envía una historia a la revista "Rythym", pero esta es rechazada por el editor, John Middleton Murry, quien le pide algo más "oscuro". En 1911 ambos empiezan una relación, y acabarán casándose en 1918, pero es una relación "ahora sí, ahora no", compartida con Ida Baker. Unas veces está con Murray, otras con Baker, y otras con ambos, los tres viviendo juntos. Contrae gonorrea, que le provocará artritis para el resto de su vida. En 1912 la revista tiene muchas deudas, ya que el socio de Murray se ha ido con parte del dinero ganado. Entonces ella abandona a Murray y a Baker y se va a vivir a Francia, con otro hombre, pero la relación no funciona y decide volver a Londres con Murray. En febrero de 1915, su hermano Leslie llega a Londres, donde se está formando como oficial. Es un momento feliz para ella, pero la alegría no dura mucho, pues Leslie muere en el frente en octubre de ese año.
La muerte de su hermano le deja muy afectada, por lo que empieza a refugiarse en sus recuerdos de la infancia, cuando vivía en Nueva Zelanda, un lugar que antes le parecía horrible. A pesar de eso, a principios de 1916 entra en su época más productiva y su relación con Murray mejora. En diciembre de 1917, enferma de tuberculosis, por lo que empieza a viajar por toda Europa buscando una cura para la enfermedad. A pesar de eso, su salud empeora y tiene una fuerte hemorragia de la que logra recuperarse, en marzo de 1918. Para abril, ya ha conseguido divorciarse de George Bowden, y se casa con Murray, pero se separan dos semanas después.
Publica su segundo libro de historias, "Preludio". Durante el invierno de 1918, ella e Ida Baker viven en un pueblo en San Remo, en Italia, donde Murray llega para pasar las Navidades con ellas. La relación con Murray es distante a partir de ese momento, ya que viven separados, él en Londres y ella en Italia. Mientras está en Italia recibe la visita de su padre, que ha enviudado recientemente. A partir de entonces empieza a buscar desesperadamente cura para la tuberculosis, algunos poco ortodoxos.
En 1920 publica su tercer libro con historias "Por Favor", el cual es un gran éxito. Posteriormente, en 1921, se traslada a Suiza, donde escribe "El Viaje". Un año después publica su cuarto libro de historias, "La Fiesta En El Jardín". Viaja a París, donde se aloja en un balneario cerca de Fontainebleau, donde es visitada por Murray el 9 de enero de 1923. En la tarde de ese día sufre una segunda hemorragia pulmonar que le provoca la muerte a los 34 años.
Murray coge todo lo que había escrito y se lo lleva a Londres, para publicarlo. Prepara una serie de historias y las publica en un libro titulado "El Canto del Cisne" ese mismo año y al año siguiente hace lo mismo con otras historias en un libro titulado "Algo Infantil". Posteriormente publicará también su diario "Diario de Katherine Mansfield" (1927) y "Cartas de Katherine Mansfield" (1928).
Bibliografía
Los Cuentos completos han sido publicados en España en el año 1999 por Alba Editorial, S.L. ISBN 978-84-89846-94-4 y posteriormente por Nuevas Ediciones de Bolsillo en 2003, ISBN 978-84-9759-350-2. Hay dos antologías de sus Relatos breves, una publicada en 2000 por Ediciones Cátedra, S.A. (ISBN 978-84-376-1847-0) y otra por Ediciones El País, S.L. (ISBN 978-84-9815-886-1)
En un balneario alemán (In a German Pension, 1911). En 1981 Bruguera, S.A. lo publicó con el título de En un balneario alemán, ISBN 978-84-02-07849-0. Las ediciones posteriores de Plaza & Janés Editores, S.A. en 1982 (ISBN 978-84-01-42114-3) y 1991 (ISBN 978-84-01-81157-9) optaron por el título de En una pensión alemana. Un relato de esta colección, «La Dama Progresista», está publicado (precedido de una nota biográfica) en la pág. 499 ss de la antología Cuando se abrió la puerta. Cuentos de la Nueva Mujer (1882-1914), Alba Editorial, Clasica maior, 2008, ISBN 978-84-8428-418-5.
Preludio (Prelude, 1917). Ediciones: Preludio. En la bahía (1980, Fontamara, S.A., ISBN 978-84-7367-120-0) y Preludio y otros relatos (1993, Alianza Editorial, S.A., ISBN 978-84-206-0653-8)
Felicidad y otros cuentos (Bliss: and Other Stories, 1921). Ediciones: Felicidad (1982, Ediciones del Cotal, ISBN 978-84-7310-053-3); Felicidad (1991, Ediciones Cátedra, S.A., ISBN 978-84-376-1064-1); Felicidad perfecta; El desconocido (1998, Plaza & Janés Editores, S.A., ISBN 978-84-01-57059-9)
Fiesta en el jardín (The Garden Party: and Other Stories, 1922). Ediciones: El Garden party y otros cuentos (1983, Ediciones del Cotal, ISBN 978-84-7310-005-2); Fiesta en el jardín (1990, Editorial Juventud, S.A., ISBN 978-84-261-1385-6); y Fiesta en el jardín y otros cuentos (2007, Ediciones El País, S.L., Parte de obra completa: Vol.17; ISBN 978-84-9815-701-7). Además, «En la bahía», relato perteneciente a esta Fiesta en el jardín y otros cuentos, fue publicado por Bruguera, S.A. en 1981 (ISBN 978-84-02-08184-1) y en 1984 (ISBN 978-84-02-08936-6)
El nido de la paloma y otros cuentos (The Doves' Nest: and Other Stories, 1923). «La casa de muñecas», relato en esta obra, fue publicado por Ediciones del Cotal en 1981, ISBN 978-84-7310-040-3
Algo infantil y otros cuentos (Something Childish and Other Stories, 1924). Un relato de esta colección, «El cansancio de Rosabel», está publicado (precedido de una breve biografía) en la pág. 425 de la antología Fin de siècle: relatos de mujeres en lengua inglesa, edición de María Luisa Venegas, Juan Ignacio Guijarro y María Isabel Porcel, Cátedra, Letras Universales, 2009, ISBN 978-84-376-2516-4
Diario, 1927. Ediciones del Diario (1980, Ediciones del Cotal, ISBN 978-84-7310-016-8); 1987, Ediciones B, S.A., ISBN 978-84-7735-099-6; 2008, Editorial Lumen, S.A., ISBN 978-84-264-1642-1); Diario 1910-1922 (1994, Parsifal Ediciones, ISBN 978-84-87265-61-7)
Cartas, 1928



FUEGO DEL INVIERNO

Invierno afuera, pero en el cuarto cortinado
Sonrojada hasta la belleza por el fuego que flamea
Aislada de la fealdad de la calle por postigos y persianas
Una mujer está sentada -las manos rodeando las rodillas
Inclinada hacia adelante...
Sobre su pelo suelto
La luz del fuego teje una trama de oro brillante
Quema su boca pálido con apasionados besos
Envuelve su cuerpo cansado en caliente abrazo...
Apoyadas contra el guardafuego sus botas empapadas
Humean, y colgadas de la cama de hierro
Su chaqueta y su falda -su sombrero marchito y desastrado.
Pero ella es feliz. Acurrucada junto al fuego
Todos los recuerdos del día gris y penumbroso
Se reducen a nada, y ella olvida
Que afuera en la calle la lluvia que cae
Embarra la vereda hasta un grasoso pardo.
Que, en la mañana debe empezar de nuevo
Y otra vez buscar lo que no vendrá –
No siente esa desesperación insana
Que se filtra en sus huesos durante el día.
En sus grandes ojos -Cristo querido- la luz de los sueños
Se demoró y brilló. Y ella, otra vez una niña,
Vio imágenes en el fuego. Aquellos otros días
La casa amplia, los cuartos frescos dulcemente perfumados
Los retratos en las paredes, y cuencos chinos
Llenos de 'pot pourri'. En su mecedora
El almohadón bordado con su nombre –
Vio otra vez su dormitorio, muy desnudo
La colcha azul trabajada con margaritas blancas y doradas
Donde dormía, sin sueños...
... Abriendo la ventana, desde el jardín recién segado
El aroma fragante, fragante del pasto perfumado
Las lilas lanzando en el aire brillante
Sus penachos de púrpura El saúco
Sus capullos como manos pálidas entre las hojas
Temblando y oscilando. Y, Oh, el sol
Que con su beso vuelve a darle calor y vida
Así que es joven, y extiende los brazos...
La mujer, acurrucada junto al fuego, se mueve inquieta
Suspira un poco, como una niña con sueño
Mientras las rojas brasas se deshacen en gris...
De pronto, de la calle, una explosión de sonido,
Un organillo, giró y chirrió & resolló
La ebria, el hipo bestial de Londres.



TE DE MANZANILLA

Afuera el cielo está encendido de estrellas
Un hueco bramido llega del mar
¡Y qué pena las pequeñas flores del almendro!
El viento estremece el almendro.

Nunca imaginé un año atrás
En aquella horrible casucha en la ladera
Que Bogey y yo estaríamos sentados así
Tomando una taza de té de manzanilla.

Leves como plumas vuelan las brujas
El cuerno de la luna es fácil de ver
Sobre una luciérnaga debajo de un junquillo
Un duende tuesta una abeja.

Podríamos tener cinco o cincuenta años
¡Estamos tan cómodos, juiciosos, cercanos!
Bajo la mesa de la cocina
La rodilla de Jack oprime la mía.

Pero los postigos están cerrados el fuego está bajo
Gotea la canilla con suavidad
Las sombras de la olla en la pared
Son negras y redondas y fáciles de ver.




EL ENCUENTRO

Empezamos a hablar­
Nos miramos; dejamos de mirarnos
Las lágrimas subían a mis ojos Pero no podía llorar
Deseaba tomar tu mano
Pero mi mano temblaba.
No dejabas de contar los días que faltaban para nuestro
próximo encuentro
Pero las dos sentíamos en el corazón
Que nos separábamos para siempre.
El tictac del relojito llenaba la habitación en calma­
Escucha, dije, es tan fuerte
Como el galope de un caballo en un camino solitario
Así de fuerte - un caballo galopando en la noche.
Me hiciste callar en tus brazos­
Pero el sonido del reloj ahogó el latido de nuestros corazones.
Dijiste `No puedo irme: todo lo que vive de mí
Está aquí para siempre'.
Después te fuiste. El mundo cambió.
El ruido del reloj se hizo más débil
Se fue perdiendo –se tornó minúsculo-
Susurré en la oscuridad: “Moriré si se detiene”.



MALADE

El hombre del cuarto vecino
Tiene el mismo mal que yo
Cuando me despierto a la noche lo oigo darse vuelta
Y después tose
Y toso yo
Y él vuelve a toser- Esto sigue mucho tiempo-
Hasta que siento que somos como dos gallos
Llamándose en un falso amancecer
Desde granjas distantes y escondidas.





EL ABISMO

Un abismo de silencio nos separa
Yo estoy de un lado del abismo -tú del otro-
No puedo verte ni oírte -pero sé que estás allí-
Suelo llamarte por un nombre infantil
y finjo que el eco de mi grito es tu voz.
Cómo podemos franquear el abismo -nunca hablándonos,
tocándonos- antes pensaba que podríamos llenarlo
con nuestras lágrimas, ahora quiero destrozarlo con nuestra risa



Cuando Fui un Pájaro

Versión: Cristina Negri

Me trepé al árbol de karaka
y llegué hasta un nido hecho todo de hojas
pero suaves como plumas.
Inventé una canción que siguió cantándose sola
y sin palabras, aunque se volvía triste al final.
Había margaritas en el pasto bajo el árbol.
Les dije, para ponerlas a prueba:
"Les sacaré las cabezas de un mordisco para darles
de comer a mis hijitos".
Pero no creyeron que yo fuera un pájaro;
y siguieron bien abiertas.
El cielo parecía un nido azul con plumas blancas
y el sol era la madre pájaro que lo mantenía tibio.
Eso decía mi canción: aun sin palabras.
Mi Hermanito llegó por el campo empujando su carretilla.
Convertí mi vestido en alas y me quedé muy quieta.
Y cuando estuvo cerca dije: "Pío, pío!"
por un momento pareció sorprendido;
luego dijo: "Bah, no sos un pájaro; se te ven
las piernas".
Pero las margaritas realmente no importaban,
Y mi Hermanito realmente no importaba;
Yo me sentía igual a un pájaro.



Para L.H.B.

Versión: Cristina Negri


Anoche, por primera vez desde tu muerte
caminamos juntos, hermano mío, en mi sueño.
Estábamos otra vez en casa, junto al arroyo
bordeado de grandes arbustos de bayas blancas y rojas.
"No las toques: son venenosas", te decía.
Pero tu mano lo intentó, y vi un destello
de una risa extraña, luminosa que te sobrevolaba
Y cuando te inclinaste vi las bayas centellear.
"¿No recuerdas? ¡Las llamábamos Pan de Muerto!"
Me desperté y se oía el quejido del viento y el rugido
de las olas oscuras despeñándose allá en la costa.
¿Dónde- dónde está el sendero del sueño para mis pasos
ansiosos?
Junto al arroyo evocado está mi hermano
me espera con bayas en las manos...
"Son mi cuerpo. Hermana, tómalas y come".





El Golfo

Traducción: Agustina Jojärt






Un golfo de silencio nos separa

Me detengo a un lado del golfo -tu al otro
No puedo verte ni oírte -pero sé que estás allí-
Suelo llamarte por tu apodo infantil
Y simulo que el eco de mi llanto es tu voz
Cómo podríamos unir el golfo -nunca a través de la palabra o el tacto.
Alguna vez creí que podríamos llenarlo con nuestras lágrimas
Ahora deseo romperlo con nuestras risas.








Temprana Primavera

Traducción: Agustina Jojärt

Los campos ya no están nevados
Hay pequeños lagos azules y banderas de un verde mullido.
La nieve ha sido atrapada en el cielo
Tantas nubes blancas -y el azul del cielo es frío.
El sol pasea ahora por el bosque
Toca las ramas y los tallos con su dedo dorado
y tiemblan, y despiertan de su sueño.
Sobre las ramas áridas sacude sus rizos amarillos.
... Aún está el bosque cubierto del sonido de las lágrimas...
Y el viento baila sobre los campos
Claro y penetrante el sonido de su risa al caminar,
Aún se estremecen los pequeños lagos azules
Y las banderas de verde mullido vibran y flamean.










Por Qué el Amor es Ciego

Versión de Agustina Jojärt

El pequeño Cupido, cansado de los días de invierno
Lloraba lamentándose por el cielo triste
Hasta que, ¡niño tonto! Lloró todos sus ojos;
Y crecieron las violetas.









Mansfield en Pedazos

No te gustaría probar toda clases de vidas; una es demasiado poco, pero ahí está la satisfacción de escribir: uno puede ser un montón de gente.

"Would you not like to try all sorts of lives -one is so very small- but that is the satisfaction of writing -one can impersonate so many people."
(1906)



Debemos deshacernos de la idea del cuco; y luego, luego viene la oportunidad de la felicidad y la libertad.

We must get rid of that bogey -and then, then comes the opportunity of happiness and freedom.
Mansfield se refería al amor, y tras casarse con John Middleton Murry comenzó a llamarlo Bogey, that bogey of love.
(1908)



Ayer le dije a la pobre L.M*. que después de que muriera, para probar que no existía la inmortalidad, le enviaría un gusano de seda en la caja de fósforos. Se quedó seria y perpleja.
*Ida Baker.
(noviembre de 1920)



La cantidad de delicado y minúsculo gozo que me produce observar a la gente y las cosas, cuando estoy sola, es simplemente enorme... en realidad sólo disfruto de unas "diversión perfecta" cuando estoy sola. Y lo mismo ocurre con lo que siento con respecto a lo que llaman "naturaleza". Otra gente no se detiene a mirar las cosas que yo quiero mirar, o, si lo hacen, se detienen para complacerme o para no irritarme o para mantener la paz. Pero estoy hecha de tal modo que en cuanto estoy con alguien, empiezo a considerar sus deseos y opiniones, que no valen ni la mitad de los míos.
(mayo de 1915)



Cuando paso ante una tienda de manzanas, no puedo evitar detenerme y mirar y mirar hasta que siento que yo misma me estoy convirtiendo en manzana, y que en cualquier momento soy capaz de producir una manzana, milagrosamente, de mi propio ser, como el mago que hace aparecer un huevo...
Esta mención de Mansfield a "convertirse en lo que está viendo" está ligada, de alguna manera, curiosa, a la famosa Metamorfosis de Kafka. Recordemos que ambos escritores eran contemporáneos: Kafka nace en 1883, Manfield en 1888; Kafka publica La Metamorfosis en 1915, Mansfield habla de la metamorfosis en 1917; Mansfield muere de tuberculosis en 1923 y Kafka muere de la misma enfermedad en 1924.
(octubre de 1917)



Es una molestia infernal amar la vida como la amo. Parece que la amo más en vez de amarla menos a medida que pasa el tiempo. Nunca se convierte para mí en un hábito... siempre me maravilla. Espero ser capaz de permanecer en ella el tiempo suficiente como para escribir algo verdaderamente bueno.
(mayo de 1921)



El arte no implica el esfuerzo del artista por reconciliar la existencia con su visión, sino un intento de crear su propio mundo en este mundo. Lo que da tema al artista es la desemejanza con aquello que aceptamos como realidad.
(noviembre de 1921)






A Few Rules for Beginners

Babies must not eat the coal
And they must not make grimaces,
Nor in party dresses roll
And must never black their faces.

They must learn that pointing’s rude,
They must sit quite still at table,
And must always eat the food
Put before them—if they’re able.

If they fall, they must not cry,
Though it’s known how painful this is;
No—there’s always Mother by
Who will comfort them with kisses.





Countrywomen

These be two
Country women.
What a size!
Great big arms
And round red faces;
Big substantial
Sit down places;
Great big bosoms firm as cheese
Bursting through their country jackets;
Wide big laps
And sturdy knees;
Hands outspread,
Round and rosy,
Hands to hold
A country posy
Or a baby or a lamb—
      And such eyes!
Stupid, shifty, small and sly
Peeping through a slit of sty,
Squinting through their neighbours’ plackets.





Voices of the Air

But then there comes that moment rare
When, for no cause that I can find,
The little voices of the air
Sound above all the sea and wind.

The sea and wind do then obey
And sighing, sighing double notes
Of double basses, content to play
A droning chord for the little throats—

The little throats that sing and rise
Up into the light with lovely ease
And a kind of magical, sweet surprise
To hear and know themselves for these—

For these little voices: the bee, the fly,
The leaf that taps, the pod that breaks,
The breeze on the grass-tops bending by,
The shrill quick sound that the insect makes.




Camomile Tea

Outside the sky is light with stars;
There's a hollow roaring from the sea.
And, alas! for the little almond flowers,
The wind is shaking the almond tree.

How little I thought, a year ago,
In the horrible cottage upon the Lee
That he and I should be sitting so
And sipping a cup of camomile tea.

Light as feathers the witches fly,
The horn of the moon is plain to see;
By a firefly under a jonquil flower
A goblin toasts a bumble-bee.

We might be fifty, we might be five,
So snug, so compact, so wise are we!
Under the kitchen-table leg
My knee is pressing against his knee.

Our shutters are shut, the fire is low,
The tap is dripping peacefully;
The saucepan shadows on the wall
Are black and round and plain to see. 







The Secret

In the profoundest ocean
There is a rainbow shell,
It is always there, shining most stilly
Under the greatest storm waves
That the old Greek called "ripples of laughter."
As you listen, the rainbow shell
Sings--in the profoundest ocean.
It is always there, singing most silently! 
















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