domingo, 24 de julio de 2011

ADELE DESIDERI [4.240]



Adele Desideri 


Nació en Turín (Italia). Poeta, ensayista y crítica literaria, vive en Milán donde se desempeña en el ámbito didáctico, es la responsable de un taller de poesía on line para jóvenes escritores y educadores. Colabora en el periódico Quotidiano della Calabria. Algunas de sus poemas han sido publicados en La Biblioteca de lo inédito (antología multimedial, Edición Il Filo, 2004). Su trabajo poético ha recibido varios reconocimientos entre los cuales se destaca el premio “Lorenzo Montano” por su obra editada e inédita en los años 2004-2005-2006.


Adele Desideri es autora de los libros: Salomé (2003), No toco los hipogrifos (2006), El pudor de los jazmines (2010, Premio de poesía inédita Satura – Génova 2011), Estrellas de Merzò (2013, Finalista del Premio Literario Camaiore 2014)




Selección y traducción: Erika Reginato


Madre

Días precisos
esquirla feroz.

Más allá del mar
el silencio mortifica.

Vientos lejanos años errantes
en la confusión de los errores.
Yo, sola.

Es guerra:
el derecho defendido
que un día me negará.

Niña
feroz
aprieta el gatillo.





Miedo

Pez fuera de agua
que sobresale.

Ansia de prestación.
Tribunal del Omnipotente
sentencia.

Lobo de la estepa:
curia
incesante
imprescindible.

Pronunciada ya la condena.

Indefendible.
Derrota.

Remordimientos.
Sacrificados afectos
omisión
deberes.

Anamnesis
desvergonzada rechaza
la asimilación.

Inclinada subida
piedra fría me oprime
pero no interrumpo el paso.

Miedo: demencia

Rea:
imposibles acciones
tiempos no
orejas sigiladas.

Por quien amo.
Porque amo.

Miedo: desfallecer de tedio.

Yo, miedo.

Intelecto,
creación,
bahía profunda.
Obstinada
hacía el holocausto.

Código de honor
me vincula.
Oprime.
Ansia mutila el cerebro
Asfixia del alma.

Has desaparecido.
Sin Nombre.

Furia:
prueba capital,
despedaza el cuello.

Caminabas sobre aguas
legendarias…

Trampa para ratón
yo misma era la roedora.

*


Estoy aquí.

En el mar de las tempestades nos hemos rozados
con los dedos salobres. En la arena queda
la sombra en las manos, un pétalo marchito de rosa.
No soy el jardín de tu cántico.
Entre manzanas maduras, en mi flor de calabaza,
haz germinado como el jazmín
cuando perfuma, apresa el aire
y se esconde entre el pudor de las hojas.

*



No te espero en la asediada Ítaca,
no te busco en la soleada Thebe.
Más cerca, más cerca
con los dedos roza el velo oscuro.
Al igual que el infante toca y conoce
tus manos que señalan
los colores del verano.
En el contrapunto vocal
que quema y corroe
acércate y dime
sé lo que has perdido regresa
y siembra las nuevas estaciones,
como la semilla que muere por el fruto.




La niña feroz apretó el gatillo: Adele Desideri

Erika Reginato

La imaginación de la poeta Adele Desideri tiende a durar en el verso trágico y violento pero siempre renace. Es el poema colmado de desilusiones amorosas pero en la complejidad de sus pasiones, domina la estela de la esperanza y la intención de invocar con todos sus sentidos, la frescura de la naturaleza. Utiliza un lenguaje que resiste todos los peligros: se precipita en espacios de tensión, sin embargo la vida respira.

A veces se encuentra en el lugar donde la agresión de una imagen se repite pero la poeta también se coloca en una posición salvadora en diversas esferas compuestas por visiones y realidades interesantes: el amor es su universo, es la unión de la experiencia y de aquello que nos pertenece. La existencia está profundamente relacionada con el recuerdo y la palabra poética recupera toda su espesura.

La madre es la figura central de la poesía de Desideri. Es la protagonista del todo y de lo absoluto. Es la raíz de la vida y el centro de lo oculto e inesperado. La poeta Adele Desideri utiliza esta imagen en las más diversas construcciones del verso en el libro Salomé (2003), con la añoranza que nace y muere, en la hija - madre - hija. Adele Desideri se alimenta del pasado y establece un contacto entre el recuerdo de la infancia y lo perdurable pues, es la Madre la eterna compañera. Los temas familiares persisten y la poeta reconoce lo añorado: Padre, yo amo. / Existes / y estas en oto lugar.

Su verso se compone de sílabas rítmicas, idóneas para ser cantadas en forma de escala ascendente o descendente. Son sonidos agrupados que pueden ser leídos en un recital sin perderse en la atmósfera de la trasmisión. Son poemas que pueden ser escuchados entre el silencio y la respiración como una canción para niños: He perdido un zapato / lo encuentro, tiene un hueco. / Me pongo un sombrero, pero es pequeño y viejo...

A diferencia de los poemas de Edoardo Sanguinetti, que suelen ser poemas visivos, dibujados con trazos firmes, los poemas de Desideri están marcados por movimientos rápidos e intensos que giran en un andar y retorna varias veces al punto de partida.

La poeta se alimenta de las lecturas de los grandes poetas del Novecientos, sobre todo de aquellos donde la voz tímida, sagrada, traductora y clásica acompaña el alma en este viaje.

Se abre una zona para la confesión y se recuerdan poetas como Alda Merini cuyo trabajo traspasa el límite de lo humano para hallarse en compañía del inmenso destino. Las palabras dibujan la rabia, la degradación del sujeto lírico pero también la femineidad que resiste el mundo exterior y la fragilidad del mundo interior.

Adentrarse en los poemas de Adele Desideri no es fácil, quizá es una tarea peligrosa a la cual se debe acercar el lector consciente del encuentro con un proceso mental e intelectual. La poeta pide ayuda y el lector seguro de este sentimiento, alargará los brazos para salvarla. Escribe la poeta en el poema "Locura": Se tranquiliza / no se duerme. / Arisca / diosa / maga / ninfa / sirena.


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Erika Reginato (Caracas, 1977). Poeta, ensayista y traductora. Licenciada en Letras. Ha publicado los poemarios Día de San José (1999), Campo Croce (2008) y el ensayo Cuatro estaciones para Ungaretti (2004). Ha traducido: Antología poética de Milo de Angelis (2007), Caminos de agua, Antología de poetas italianos del segundo Novecientos (2008), El bar del tiempo y otros poemas de Davide Rondoni (2008). Sus poemas han sido traducidos al catalán y al italiano. Está residenciada en Italia.

http://www.elcautivo.org/





Las versiones al español son de Carlos Sánchez


Di quello che, amato, si perde per incuria

È un attimo, un respiro, uno sguardo,
un frammento di pelle tra il jeans
e la maglia,
una mano sulla giacca che ti sospinge.

Si affoga in un bicchiere d’acqua,
si muore per uno sgambetto,
si perde per un nonnulla.

Fa freddo, qui, e il cuore quasi non batte più.

Stringi forte la mano, poi mi scorgi farfalla,
allenti la presa e mi perdi.

Manca sempre qualche secondo al tocco,
il tuo campanile segna ore diverse,
la liturgia dei pensieri è decentrata.

In un lampo ci divide
una galassia sconosciuta.
                                      Eppure a volte
come rondini voliamo all’unisono.



De aquello que, amado, se pierde por incuria

Es un instante, un respiro, una mirada
un fragmento de piel entre el jeans
y el suéter,
una mano sobre la chaqueta que te empuja.

Se ahoga en un vaso de agua,
se muere por una zancadilla,
se pierde por una nadería.

Hace frío, aquí, y el corazón casi no bate más.

Aprieta fuerte la mano, después me percibes mariposa,
aminoras la presa y me pierdes.

Falta siempre algún segundo al toque,
tu campanario marca horas diferentes,
la liturgia de los pensamientos está descentrada.

En un destello nos divide
una galaxia desconocida.
Sin embargo a veces
como golondrinas volamos al unísono.



La cassa magica

Voglio regalarti un frisbee
e chiuderti nella cassa magica
con i birilli e le biglie colorate.
Lolita bionda infilza gli occhietti umidi:
il ricciolo all’insù, la boccuccia di fiele,
sul piccolo seno salsa di lampone.
Giro la chiave, apro la cassa, sposto un libro,
cerco la matita e getto il frisbee.

So che non ti rivedrò più.



La caja mágica

Quiero regalarte una frisbee
y encerrarte en la caja mágica
con los bolos y las canicas coloreadas.
Lolita rubia enhebra los ojitos húmedos:
el bucle en alto, la boquita de hiel,
sobre el pequeño seno salsa de frambuesa.
Giro la llave, abro la caja, desplazo un libro,
busco el lápiz y tiro el frisbee.

Sé que no te veré nunca más.




Monastero di Sanahin
(Armenia settentrionale)

La luce sferzante
filtra dal muro
i millenni.

Cristo attraversa,
lo Spirito inebria,
il Padre accoglie.

Nel perdono
mortifico i sensi
e quiete mi inonda
come bonaccia
dopo tempesta.



Monasterio de Sanahin
(Armenia septentrional)

La luz penetrante
filtra del muro
los milenios.

Cristo atraviesa,
el Espíritu inebria,
el Padre acoge.

En el perdón
mortifico los sentidos
y la quietud me inunda
como bonanza
después de la tempestad.



Testamento

Sarò concubina leggiadra e disperata,
sarò farfalla di una notte,
cicala delle torride estati,
luna calante,
giovinetta del ballo assassino.
Non avrò nelle mani
le perle dei giorni trascorsi,
non sarò lanterna, faro, fortezza.

Sarò pioggerellina di marzo,
girasole distratto, mantide religiosa.
Di Edipo seguirò la sorte, mi caverò
gli occhi che non hanno veduto
quei secondi tra l’utero e la fossa,
che marchiano come pecora al macello.

Lascerò tre soli: tra i loro raggi qualcuno
potrà scorgere un volto amoroso
celato nel decomposto ghigno.



Testamento

Seré concubina graciosa y desesperada,
seré mariposa de una noche,
cigarra de los tórridos veranos,
luna menguante,
jovencita del baile asesino.
No tendré en las manos
las perlas de los días pasados,
no seré linterna, faro, fortaleza.

Seré llovizna de marzo,
girasol distraído, santateresa religiosa.
De Edipo seguiré la suerte, me cavaré
los ojos que no han visto
esos segundos entre el útero y el foso,
que marchan como ovejas al matadero.

Dejaré tres solos: entre sus rayos alguien
podrá divisar un rostro amoroso
oculto en la descompuesta mueca.


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