domingo, 6 de marzo de 2011

3278.- BEGOÑA ABAD


BEGOÑA ABAD DE LA PARTE Nacida en 1952 en Villanasur del Rio Oca (Burgos) y residente en Logroño. Su primer premio en la Asociación de Amas de casa de esta ciudad en 1979 y en el 80 y 81 en la revista Cicerone Riojano. Accésit en las ediciones del premio Esteban Manuel Villegas de Nájera (La Rioja) en 1994 ,95 y 96. Accésit en certamen “Palabras de Mujer”, modalidad relato, en el 2001 y 2002 y primer premio de este certamen en modalidad de poesía del año2003 y accésit 2004. Ha colaborado en la revista literaria “Fábula” de la Facultad de Filología de La Rioja, con relatos y ha sido incluida en una antología de narradores riojanos de dicha revista. Ha publicado relatos en el diario La Rioja de Logroño. Colaboración en la revista “Piedra de Rayo”. Publicación de poemas en la revista “Ateneu” de Barcelona. Primer premio de relato de la Universidad Popular de Logroño 2006. Incluida en antología de poesía de mujeres de La Rioja, “La otra voz” (ediciones 4 de agosto) 2005. Incluida en la antología de poesía de “Las voces del extremo” (Fundación Juan Ramón Jiménez), edición 2006. Primer premio de poesía del Ateneo Riojano 2006. Publicado cuadernillo de poesía “Begoña en ciernes” (editorial 4 de agosto), de la colección “Planeta clandestino”en 2006. Trabaja para vivir, pero eso es puro accidente porque lo que le ha dado verdadero sentido a la vida, es descubrir la magia y el poder de la palabra y lo más importante que ha hecho en ella es caminar de la mano de sus hijos y creer en el ser humano. En su día plantó un árbol y está en la tarea de conseguir su mayor deseo: No desear.






LUGAR DE ENCUENTRO

Acostarme y subir las escaleras
que me llevan derechas a tus brazos
y después ya veremos lo que pasa,
porque hay noches que el sueño se desvela
y tardan tus manos en llegarme
y no me quitas la ropa en el rincón
y no me besas la boca con carmín.
Cuando eso ocurre, yo me desespero
y llamo a urgencias en los hospitales
de tus ojos vacíos que, ayer noche,
me he encontrado tirados en la esquina
de la calle donde siempre han vivido:
en el portal que da paso a mis pechos
y una cuarta debajo de mi ombligo.

Publicado por “4 de agosto” en la antología de poesía
de mujeres de La Rioja “La Otra Voz”.







Viaje a Rumanía

Las oscuras promesas de cada primavera
sobrevuelan tejados.
Un policía mira las rebajas.
Una enlutada mujer pide limosna
sentada en la puerta de un banco,
cien euros tienen la culpa.
Decido viajar a Rumanía
sin moverme de casa.
Nunca me habían besado de ese modo
y unos ojos azules tan hermosos,
no debieran llorar.
Enfrente, en la puerta del super,
otra mujer pide ayuda.
Hombres encorbatados sudan
la hipoteca, el crucero.
Decido no hacer vacaciones,
el mar encorbatado no me sienta muy bien.
Un niño bebe agua
en la misma fuente en la que todos
nos lavamos las manos.

Del libro “Begoña en ciernes”, editado por “4 de agosto”








LAS MENINAS EN TUS OJOS

Hay días que se respiran a bocanadas
pero se encuentran versos a bocajarro.
Días oblicuos que se viven a destajo
y días líquidos que se escapan a chorros.
Hay instantes que parecen vidas
y vidas fugaces como un suspiro.
Hombres que parecen tristes gatos
sorteando tejados con nieve
y hay gatos con siete vidas
que maúllan, en celo a todas horas,
como algunos hombres de nevadas tejas.
Hay veces que todo parece azul
y veo las Meninas en tus ojos,
en cambio hay rachas
en las que se cierran los museos
y sólo están abiertas las tabernas de putas,
las oscuras y frías sacristías
y algunas avenidas sin nombre,
o con nombre de guerra...

Del poemario “Las Meninas en tus ojos”, primer premio
de poesía del Ateneo Riojano 2005.





Persigo la sabiduría:
Saber qué madera arde
en el fogón vecino
mirando el humo que destila.

Saber por qué prefieren
las abejas obreras
el azahar o el brezo.

Esa sabiduría de mirada
constante, callada, sin prisa,
a un anfiteatro vacío de aplausos
y a veces en ruinas, acaso.








Mira si es dura la piedra
sin embargo permite
que una pluma deje su huella impresa.
No será tu corazón más duro que la piedra,
te perderías la belleza de la pluma.
El tiempo ablanda las piedras
y los corazones, por fortuna.







Un bastón de acebuche
al sol de la tarde,
para que no se caiga
y me impida seguir tu sombra.








Este empeño mío
de nacer cada mañana,
me costará caro.
El mundo no soporta,
así como así,
que alguien se resista
a unirse a los adultos,
a los que saben más,
a los que dirigen mejor,
a los que “crecen”,
a los que medran,
a los que pueden.
No soporta
a alguien que se resista
a esa especie de muerte
que ellos llaman vida.







¿Qué deseas?, me habló el desierto
de candentes arenas.
“Ver el rostro del amado junto al mío”,
respondí sin voz.
Un invisible dedo dibujó
en las dunas naranjas,
un único rostro,
el rostro doliente de toda la humanidad.
Supe entonces que era la ola del mar.


*De La medida de mi madre (Olifante /CAI /
Gobierno de Aragón, 2008),


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