jueves, 14 de octubre de 2010

1505.- DANIEL TÉLLEZ


Daniel Téllez (Ciudad de México, 1972). Autor de los poemarios El aire oscuro (2001, 2ª edición, 2004), Asidero (2003), Contrallaveo (2006) y Cielo del perezoso y en los colectivos Paraguas para remediar la soledad (1997), El ritual de los culpables (1998) y Séptimo Maratón de Poesía. Homenaje a Pablo Neruda (2005). Coautor de los libros de ensayos José Carlos Becerra. Los signos de la búsqueda (2002) y Gilberto Owen. Con una voz distinta en cada puerto (2004). En 2003 fue Director Huésped de la Revista Tierra Adentro, con el número Lucha Libre y Literatura: sin límite de tiempo. Muestras de su trabajo poético aparecen en El manantial latente. Muestra de poesía mexicana desde el ahora: 1986-2002 (2002), Premio Nacional de Poesía Joven de México. Treinta años. (2004), Anuario de poesía mexicana 2004 (2005), Anuario de poesía mexicana 2005 (2006) y A contraluz. Poéticas y reflexiones de la poesía mexicana reciente (2005), entre otras. En 2001, obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven “Elías Nandino” y en 2006 el Premio Municipal de Poesía “Rey Poeta Nezahualcóyotl 2006” a Creadores con Trayectoria.


El aire oscuro

28.
saben a manzana los alveolos de mi padre/ emerjo
gusano de sus pétalos caídos/ nada difiere la luz
de lo profano/ nada transmuta el desvelo de su
aire/


32.
envainada su mano mi padre creaba espantos/ mano
mojada como adormidera para los niños/ cartílago
para el escepticismo/ fardo ligero en la fornicación
sobre la niebla/






ANGOSTURA

Dado sugestivamente a la broza
esta estrechez de Gissel
floresta mi astrolabio

Como si te abrasara
Con un pretérito grito
Unta al banquete del día su perfume recién podado

A la risa de mirar su simpático vello
Mis manos otean la antífona del prado
De esta discreta natural
Que es mía por hora y media
Y un suave requiebro que memorizo de su blog
Para saldar:
Las estrellas son impenetrables





PAMPLINAS

Lo que apuntaba Dianee no era cierto
Eso de Carita de Ángel
Sugiere poses y cosas
Es delgada. Pamplinas

La cité al otro polo del Distrito
La obligué a dos horas y media de camino
Un viaje en metro rancio a eso de las siete pm
Acuérdate de la promesa y ya
Malo el cordero que quería sangrar su corazón.

Llegó cuadriculada
Sin ánimos de juego. Mansa.
Mentira.
Saltó la ramera falsa en un encanto circular
Cuerpo a cuerpo
Conglomerado armónico hard core
Me contuvo en el aire. Hizo trizas
Mi carne yerta. Intrusa dadivosa
Bebió toda mi savia y conjuró
La más arrogante tiesura de mi vida.

Crucificado ahora mi cordero
No derrama No ase coraza






Corregir el bateo hacia el azar. Corregir el bateo que teme a los perros, tardos hijos de dios que usurpan las niñas de los ojos. Aguas para los turnos donde se alzaban casas llenas.
Aguas para la recordación de antiguos reinos.
Donde silba una almendra. Donde silba una oración, la sal, la serpiente.
(El fruto colorido a los pies del círculo de espera). El zumbido de abejas -campestre- echa raíces.

El zumbido de abejas, de búfalos, será la fuerza para el arrojo.
Saltar los edredones, de preferencia, distraídos.


Del libro Cielo del perezoso

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