jueves, 7 de octubre de 2010

1414.- JOSÉ MARÍA MILLARES SALL


José María Millares Sall (Las Palmas de Gran Canaria 28 de enero de 1921 - 8 de septiembre de 2009) fue un poeta español con una obra amplia.


Nace en Las Palmas de Gran Canaria, el 28 de enero de 1921. Su juventud y estudios se verán interrumpidos por la guerra civil y la inmediata posguerra, al tiempo que su vida familiar se ve dramáticamente condicionada por la persecución y depuración política a la que se ve sometido su padre, el también escritor Juan Millares Carló, entonces catedrático de Enseñanza Media, en el Instituto de Arrecife (Lanzarote). José María se ve obligado por ello a desempeñar un trabajo administrativo, al tiempo que inicia su actividad como escritor, movido por el ambiente familiar donde, desde generaciones, se habían desarrollado diversas actividades intelectuales y artísticas.
De 1946 datan sus primeras entregas poéticas, en la colección Cuadernos de Poesía y Crítica que animaba, en Las Palmas, el ensayista Juan Manuel Trujillo. En 1947 será uno de los poetas que se incorporan a la Antología Cercada, primera tentativa – tímida aún- de poesía social.
En 1948 funda y dirige la colección Planas de Poesía, a la que incorpora a su hermano Manolo Millares, pintor, y más tarde a su otro hermano, el poeta Agustín Millares Sall. El primer volumen de la colección será su libro Liverpool, una rareza en aquel momento poético, que todavía hoy sorprende por su particular vitalidad expresiva. En 1951, publica Manifestación de la Paz. Planas de Poesía, con dieciocho entregas hasta ese momento, será suspendida por orden gubernativa, siendo procesados y encarcelados sus más directos responsables.
En 1952 contrae matrimonio con la también poeta Pino Betancor (1928-2002). Excedente el poeta de su trabajo administrativo, el matrimonio se traslada a Madrid en 1956, ciudad en la que residirá hasta 1960. Una etapa de fecundidad creadora y de contactos con los escritores del momento: Leopoldo de Luis, Gabriel Celaya, José Luis Cano, José Hierro o Jorge Campos, entro otros. Participa en las tertulias de la revista Insula, en la calle del Carmen. Por un corto período, regresan a Las Palmas para volver a Madrid, ahora con un traslado a las oficinas centrales de la empresa naviera en la que trabajaba el poeta. Son años de abandono obligado de la actividad literaria. Sin embargo, se va sucediendo la aparición de diversos libros del poeta. A finales de los años setenta, el matrimonio fija su residencia en Las Palmas, y la entrega de nuestro escritor a la poesía será cada vez más intensa y continuada. Por esos años Planas de Poesía vuelve a publicarse durante un corto período. No obstante, cultiva también la pintura y la música y escribe textos para la música y la canción populares.
A partir del año 2000, su escritura toma un nuevo rumbo, en busca de una expresión más libre y personal, en un ejercicio de escritura continuada y abundante, al tiempo que muy cuidada en su rigor expresivo. José María Millares reúne esa poesía en series sucesivas, de las cuales ha dado a la imprenta, hasta ahora: Cuartos y Celdas (2007). Debe reseñarse el ensayo de fusión entre escritura y representación plástica, del cual el poeta ha recogido una muestra en el volumen titulado Paremias y otros poemas (2006).
Su trayectoria personal y su larga y abundante labor poética le han hecho acreedor del Premio Canarias de Literatura (2009).
Falleció1 a primeras horas de la mañana del 8 de septiembre de 2009, víctima de una larga enfermedad.
En Octubre 2010, recibe póstumamente, el premio Nacional de Poesía.
Obra poética
A los cuatro vientos (Cuadernos de Poesía y Crítica. Las Palmas, 1946)
Canto a la Tierra (Cuadernos de Poesía y Crítica. Las Palmas, 1946)
Liverpool (Planas de Poesía. Las Palmas, 1949)
Ronda de Luces (Planas de Poesía. Las Palmas, 1950)
Manifestación de la paz (Planas de Poesía. Las Palmas, 1951)
Aire y humo (Separata Revista Millares. Las Palmas, 1966)
Ritmos alucinantes (Planas de Poesía. Las Palmas, 1973.)
Hago mía la luz (Taller de Ediciones. Madrid, 1977 )
Los aromas del humo (Caja Insular de Ahorros. Las Palmas, 1988 )
En las manos del aire (Sociedad Española de Amigos del País. Las Palmas, 1989 )
Los espacios soñados (ViceConsejería de Cultura. Islas Canarias, 1989 )
Manifestación de la paz (Col. Alegranza. Las Palmas, 1990 )
Los párpados de la noche (Caja Insular de Ahorros. Las Palmas, 1990 )
Azotea marina (Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas. Las Palmas, 1995
Paso y seguido Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas. Las Palmas, 1996 I
Blanca es la sombra del jazmín (CajaCanarias/Ediciones La Palma. Tenerife/Madrid,
Escrito para dos (Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas. Las Palmas, 1997 I
Objetos (Col. Ultramarino. Las Palmas, 1998
Pájaros sin playa (Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas. Las Palmas, 1999
Sillas (Cabildo Insular de Gran Canaria. Las Palmas, 1999
Regreso a la luz (Col. Ágape. Las Palmas, 2000
Paremias y otros poemas (Fundación MAPFRE/Guanarteme. Tenerife, 2006
Memoria viva. CD (Cabildo Insular de Gran Canaria. Las Palmas, 2006.
Celdas (Col. Ultramarino. Las Palmas, 2007
Cuartos (Edirca. Las Palmas, 2007 ISBN
Liverpool (Calambur. Madrid, 2008 ISBN


PREMIO NACIONAL DE POESÍA 2010.
a título póstumo
DESDE AQUÍ MI RECONOCIMIENTO
CON LA COLABORACIÓN DEL POETA
CANARIO ANTONIO ARROYO SILVA.




DE HAGO MÍA LA LUZ (FRAGMENTOS)


1



SE vino abajo
el techo,
la música, los sueños,
sus nevadas lagunas.

De pronto, cuando nadie lo esperaba
se vino abajo toda la argamasa,
y abajo la censura,
y el puñal asesino de la idea,
su trazo envenenado,
y el sesudo incapaz,

el retorcido
prohombre,

su nefasta necedad.

Se vino abajo el techo.

El peso de la luz
hizo posible la infame negación
del ignorante.

Se vino abajo el techo
con todas sus mentiras.

El luto programado de la muerte

clavó el puñal
del miedo

en la nómina negra
del censor.


2


DEL inquieto plumaje
de los sueños,
en su temblor comido por la noche,
en su oscura
vereda,
una puerta se abre
de flores y basuras,
de mares y de manos
implorantes
pidiéndonos auxilio,
clavándonos las olas
de su insomnio,
sus ojos como espejos,
en tanto los cristales
de un golpe
se derraman,
despiertan,
se hacen música
y caen sobre el piso donde juegan
en cuclillas los naipes,
la cruel resignación,
el fuego que nos quema
las pupilas
vestidas
de los pies a la cabeza
de negro riguroso,
al póker miserable que soñamos,

la vida, en fin,
del ser que se nos pega
a la carne que a gritos nos reclama
ese mundo
donde los pies muerden,
se hunden como lanzas
en el cieno
profundo de los sueños,
del sueño que devoro hasta su muerte,
que así se vuelve a ser,
a despertar
de nuevo el no vivir
jugando la partida
de la muerte.


3


ESTOY creciendo
adentro,
en lo más hondo
del ser,


—espasmo negro,
cerebral—,

la horrible pesadilla de los años,
este curso
que apruebo
con las horas del sueño,
con el terror
cubriéndome
de sangre,
olfateándome el trauma de un bolígrafo,
los raíles
del miedo,
con las muñecas negras,
esposadas,
esperando el revés de la justicia,
que hace justa
su injusticia,
la pregunta con mueca
de asesino,
el porrazo,
las ganas de gritar,
de morderme la sangre
sin dolor,
tirado
como su saco
de voces y de escombros
en el rincón oscuro de una celda,
rompiéndome
la voz
contra los muros,
queriendo reventar,
morirme adentro,


porque un río de luz
no me delate,
no salpique sus rostros,
no surja
victorioso
ni amanezca sublime

incendiándome
vivo
al hombre
y no a los hombres
que adentro me respiran,
me señalan,
ahora que ya sólo
me queda
ese
silencio:

el tornillo implacable
el reloj infinito
torturante
que hunde nuestra sed
en el vacío.



_______________________________________



LIVERPOOL

Sobre vuestros curtidos rostros de paloma endurecida,
sobre vuestras sonrisas de sal y vino agrio, ya sobre los duros cristales de la niebla,
está mi alma, están mis ojos, amigos,
y sobre el último dolor de la tierra,
y sobre el último dolor de mis manos, tanteando el duro cemento de una puerta vacía,
y sobre la última agonía de las aguas está flotando mi corazón, señores, mi corazón.
Por favor, abridme paso, dejadme cruzar este túnel de plomo,
que quiero ser el primero en llegar con mi sangre a los muelles de Liverpool.
Amigos, vosotros que os perfiláis como aletas de pescado
sobre las últimas esquinas de los buques;
vosotros que de cada rincón saltáis de una bodega a otra
como sapos de azufre ardiendo, como tristes pezuñas de lagarto,
para husmear el rojo carbón de las calderas,
para darle vida al hierro como al alba le dais su fruto,
para darle aliento al agua que se aleja para siempre de la tierra,
del polvo que tanto amáis tras unos ojos,
decidme que puedo soñar en vuestros rostros de ceniza
y en vuestras sucias calles de alquitrán, y en vuestros hogares de nata corrompida,
y echar la raíz de mi sangre como un ancla sobre vuestras jurisdicciones marítimas,
porque además de ser un hombre como vosotros, soy un poeta,
y un poeta es un corazón más sobre la niebla del mundo.
Por favor, abridme paso, que quiero ser el primero en saludar con mi sangre vuestras sonrisas de azufre,
vuestras mujeres de estopa. Por favor, abridme paso.

(De Liverpool, 1949)






LA CASA QUE IBA AL AGUA

Breve vino la mano a ser del mar
la ola, hablado el pelo hasta la orilla,
una charca de voces y eléctricos cristales,
una manta de arena por la playa
cayendo de la noche, hacia el abismo,
una rosa en la luz
sentada ante la casa que iba al agua
a refrescar sus ojos, su silencio,
más allá del olvido, de unos labios
cerrándose en el frío de la muerte.

(De Azotea marina, 1995)





CAL ROJA DEL CIELO

Bicicletas marinas navegando las olas,
la nube hasta la cal roja del cielo, sin límites abierta,
dolida y esperando la mano oscura y fría
callada de la luz.

(De Pájaros sin playa, 1999)







EL MAR

De nuevo el mar, su gloria, su agonía,
su precipicio oscuro, su estertor pegajoso,
su cuerpo aquí, desnudo,

moviendo lentamente su equipaje de nubes.

(De Pájaros sin playa, 1999)






[ENTRA EN EL RUIDO...]

Entra
en el ruido
cansado ya viejo la voz raíz sonora
que aún escucha trinos
que bajan y suben por las paredes
aconsonantando el canto de la rueda del reloj
que salta sobre piedras
y acude hasta ser ventana pájaro
del árbol que le cuenta cómo callando pasa
el tiempo y allí dentro
de aquel pasillo negro llora y escucha
al ojo que observa y se moja de palabras
y de la luz sube a la rama
donde habitan pasillos y escrituras que levantan
paredes edificios de enredaderas
y se pierden una vez más las voces que corrían
de los niños donde todas llegaban
hasta el mar
para en su horizonte
perderse.

(De Celdas, 2007)


de caleidoscopio

1 comentario:

  1. Escribió lo que quiso y como quiso. Libre en su vida y en su creación.
    Gracias Fernando por acordarte de él.

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