miércoles, 25 de agosto de 2010

648.- LUIS CARDOZA Y ARAGÓN

Luis Cardoza y Aragón nació en Antigua Guatemala en 1901. Poeta, ensayista, narrador, crítico de arte y diplomático, desarrolló su obra artística principalmente en México. Sin duda, uno de los poetas guatemaltecos más importantes del sigloXX. Siendo bastante joven salió de viaje hacia Francia donde estudió medicina por dos años. En París ahonda sus conocimientos sobre las antiguas culturas precolombinas; conoció al profesor Georges Raynaud y tradujo con entusiasmo el “Rabinal Achí”. Allí publicó su primer libro de poesía, Luna park (1923). En 1927 viajó a Marruecos y escribió allí Fez, ciudad santa de los árabes, crónicas que fueran publicadas en Cuba por primera vez. La revista mexicana Nexos las publicó en México hacia 1992. Su producción artística no se detiene en 1936-44. En esos años colabora con Fernando Benítez en el suplemento cultural de El Nacional. De 1932 a 1944 trabaja con Xavier Villaurrutia en el catálogo de la pintura europea de la Escuela Nacional de Artes Plásticas. En 1944 regresa a Guatemala a trabajar con el movimiento revolucionario que había derrocado a Jorge Ubico, y desde entonces demostró un compromiso inquebrantable con la democracia guatemalteca y una actitud política intachable frente a las dictaduras. Su obra, Guatemala, las líneas de su mano, recoge pormenorizadamente esa gesta. En Guatemala varias entidades culturales le confirieron varios honores en ausencia. En 1970 fue honrado por la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos con el grado de Emeritisimun. En 1978, la Asociación de Periodistas de Guatemala le confirió el galardón Quetzal de Jade, ese mismo año, el Consejo Nacional para la protección de Antigua Guatemala, le otorgó la orden de Diego de Porres, y en julio de 1979, el gobierno de México le otorgó la condecoración del Aguila Azteca, máxima condecoración que se otorga a un extranjero. En 1992 la Universidad de San Carlos le otorgó el doctorado Honoris Causa, y ese mismo año recibió el Premio Mazatlán de Literatura por su libro: Miguel Angel Asturias casi novela. Fue un importante crítico de la cultura mexicana, especialmente sobre el muralismo. Murió en México en 1992.



SOLO ESTÁ EL HOMBRE

Solo está el hombre.
Solo y desnudo como al nacer.
Solo en la vida y en la muerte solo,
y solo en el amor,
con su sueño, su sombra y su deseo
-ángeles inclementes-
anegado de soledad y de alegría.
¡De alegría! desnuda soledad,
como la del dolor y del misterio.
Cuando el tiempo es tan puro que inmóvil
se ha callado en el fondo del alma,
para que no lo empañe ni el suspiro
de un ángel;
cuando su transparencia ilumina la muerte
y lúcida sonríe con su tierna aspereza;
cuando nada ni nadie nos retiene ni sacia
y es la vida voluntario olvido,
desmayada insolencia,
tu pasión me congrega, soledad,
pasión de desahuciado,
pasión de siempre viudo,
oh diosa de piedad humana,
oh mi siempre virgen joven madre,
y con la sangre ciega del silencio
maduramos el fruto de la flor del sueño,
siempre viva.
Solo está el hombre,
con su sueño, su sombra y su deseo.
Llega a ti, soledad,
dulcemente herido por la esperanza,
buscando el polvo de oro de tus mares
más jóvenes,
consuelo a su abandono,
refugio a la ignorancia de su alma.
La piedra tiene compañía,
pero el hombre busca su patria.
La flor del sueño, siempreviva.
¡Siempre viva!
Y no hay fruto ni tierra prometida.




YO CANTO PORQUE NO PUEDO ELUDIR
LA MUERTE

Yo canto porque no puedo eludir la muerte,
porque le tengo miedo, porque el dolor
me mata.
La quiero ya como se quiere el amor mismo.
Su terror necesito, su hueso mondo
y su misterio.
Lleno del fervor de la manzana
y su corrosiva fragancia,
lujurioso como un hombre que sólo
una idea tiene,
angustiadamente carnal con la misma muerte
devorante,
yo me consumo aullando la traición
de los dioses.
Soledad mía, oh muerte del amor, oh amor
de la muerte,
que nunca hay vida, nunca, ¡nunca! sino
sólo agonía.
En mis manos de fango gime una paloma
resplandeciente
porque el amor y el sueño
son las alas de la vida.
Me duele el aire... Me oprimen tus manos
absolutas,
rojas de besos y relámpagos, de nubes
y escorpiones.
Soledad de soledades, yo sé que si es triste
todo olvido,
más triste es aún todo recuerdo,
y más triste aún toda esperanza.
Porque el amor y la muerte son las alas
de mi vida,
que es como un ángel expulsado
perpetuamente.






Dedicatoria Total

Porque nada he deseado
aparte de tu amor
nunca perdí mi tierra
que me invento contigo.
Yo vivo enamorado
de luz, de mar y cielo.
Quisiera estar bordado
en tu alma y tu pañuelo




Entonces, Sólo Entonces... (21)

Cubre tu cuerpo, que está siempre desnudo,
hasta ese último lucero ya sin nombre
que desborda en un grito mudo el cielo.

Duro manantial de llamas, estatua
mineral y celeste, sobrehumana,
muerta en la vida y en la muerte viva
con su fisiología de ventana.

Despertaré: volaré por los aires.
Volaré por los aires si me olvida
esa voz alta que me sueña vida.

Nada sino tu voz y mi ceniza.
Tu dulce amarga voz y mis velas sin rumbo.
Hueso del fruto de la luz, tu cuerpo.
Nada sino silencio y cielo.

Florece tu cuerpo,
y yo me muero.
El alba.





Entonces, Sólo Entonces... (5)

Olvido y sombra lenta
y sangre sobre plata.

Frente a la dulce muerte,
dulce siempre como la luna nueva,
ceniza y jaramago.

Fervor de cielos altos,
oh mis huesos,
nocturnos minerales.

En la piedra reposa
la sangre no nacida.
La tristeza
de los hombres futuros.

Muy lejos de sus brazos
tiembla el agua
como niña desnuda.

Apagad vuestra sed en el espejo
como un ascua, como pústula viva
o grito de socorro en el desierto.




Entonces, Sólo Entonces...(18)

Todo yo me abro como una ventana
y justa quedas enmarcada en ella.
Me acodo en mí mismo.
Te siento, a veces, como pulpa,
tal vez como semilla
o como fruto íntegro,
y algo que es mucho más que fruto sólo:
alta perpetuidad de tu delicia.

Ventana, horizonte y vigía,
están en mí, y yo estoy en ellos
confundido, como mi propia muerte
está en mi propia vida.





Entonces, Sólo Entonces...(26)

Cuando todo sea gratuito y nada recompensa
y el sueño sea inútil por el milagro fiel y puro.

Cuando encuentren su puerto las tumbas
errantes de los mares
y la flor de la luz no sea amarga y resucite el viento.

Cuando aquí, en el fondo del cielo,
hundido a pique tu cuerpo
no sea mi sombra en relieve.

Entonces, sólo entonces…




Luna Park. Poema Instantánea Del Siglo XX

A Francis de Miomandre

En un Luna Park
El creador filma la Vida,
Y sobre ese panorama,
Están tendidos todos nuestros nervios:
Estrépito sin descanso,
Hombres y mujeres en las fábricas
Al lado del músculo obediente
Fiel
Y sonoro de la máquina,
Fauna del HOMBRE.
Ferrocarriles, aeroplanos, barcos,
Vías subterráneas,
Arterias de la vida del mundo
En donde somos:
Glóbulos blancos,
Glóbulos rojos,
Bacterias…
Vida febril,
Mecánica,
Ásperamente práctica;
Agonía de los últimos románticos
-Siempre habrá los últimos-
Belleza del espasmo.
Vértigos de montañas rusas.
Las horas muertas no tienen minutos.
Epilepsias del jazz band.
Emoción.
Un alta marea,
La energía del mundo.
De fiebre brillan los ojos de las mujeres.

Los corazones golpean los pechos de los machos.
Y hay un grito que se angustia
En la garganta de todos:
¡Vivir! ¡vivir! ¡vivir!

Siglo neurasténico.
Todos somos un poco enfermos:
El hombre: un convaleciente,
Un convaleciente de la vida.

Espiritualidad de la materia:
Parecen nuestros cuerpos
Proyección de nuestras sombras.
Asomada el alma
Al espectáculo del mundo,
Ha sentido en su fiebre mi fiebre,
Y he oído el profundo
Latido de su corazón,
Como si fuese a estallar.

El prisma intelectual del siglo XX
Ya no más descompone
En los siente colores,
La luz de la moderna
Espiritualidad.

Intermitencia de lágrimas y risas.
Tragedia.
Sainete.
Farsa.
¡Aún no está seguro
De su papel,
El mundo!
A veces llora
por reír;
A veces ríe
Por llorar.
Luna Park.

Velocidad.
Visiones del África Ecuatorial
Con la aurora boreal.
En la mañana de hoy
Estaba en Shangai.

Ayer dormí en New York
¿Cenaré en París?
Babélica conflagración
De lenguas y de razas.

Tierra, Arca de Noé constante,
Esponja empapada de sangre y de sudor de hombres;
Bosques de chimeneas fumando,
Cirios de colosos
Que se acaban de apagar;
Ciudades que no duermen,
Ennegrecidas de carbón de piedra
Y olorosas a petróleo,
Sangre de la Tierra;
Nerviosidad de clepsidras,
Pavor del minuto
Muerto sin vivirlo.
¡Pavor, pavor, pavor!
¡Alegría del minuto deleitado,
Tal un gajo del fruto de la vida!




Maelstrom (fragmento)

El día no quiere despertar
en ti mis sueños se prolongan
lo real imaginario
vivo despierto en tu diluvio
trébol de tiempo de una sola hoja
de ti a mi sueño no hay distancia
te había soñado pero eras real
como un vilín germinando
como un surtidor de cimitarras
como una catedral
ardiento den la alta noche en la mar alta
yo no quiero dormir solo
en la incestuosa noche fraternal
cuando no estás me acompañas
y porque eres verdad puedo tocarte
en tu cielo giratorio
en tus palacios errantes
como jauría de arpas carniceras
como el vino el ángel la ventana
como una cornucopia de centellas
cuando mis tigres saltan en tu cama
el mar tiene la forma de mi amor
llueve dentro de mí tu rosa bárbara
tu carne es mía bajo la guillotina
besamos el sol cuando nos besamos
gracias doy a la vida
tu amor tiene la forma del mar.




Nieve

Cuando una hormiga cae
ninguno se da cuenta.

Cuando yo estoy sufriendo hasta la médula
sólo yo lo averiguo.

Y se me antoja hoy-no sé por qué zodíaco-
que si sufro lo sepa todo el mundo.

Y que no es justo que padezca solo.

Y que alguna mujer debiera estar llorando
sobre mis metacarpios.
Al menos, ayudándome a llorar.

Me siento solidario con todo aquel que tiene
alguna torva pena, alguna neuralgia,
alguna madre agónica, alguna cárcel suya.

Y sólo pediría una brocha imponente
para llenar los muros de palabras soeces,
hasta que todos sepan
lo enfermamente triste
que un hombre puede estar de igual manera,
de igual simple manera
como caer una hormiga.







Siempre A Miguel Ángel Asturias

He vivido casi toda mi vida lejos de mis cielos.
Pero mis pies están marcados en los códices,
en la voz profunda de mi pueblo.
Camino sobre el mar y las nubes que me traje:
son mi tierra firme.
¿Quién me la puede quitar?
Cuando digo que estoy solo es porque no estoy en la
plaza pública sino en cada uno de vosotros,
como en los granos de la granada.
Podríais enterrarme en la voz de cualquier niño
si tiene los pies descalzos y ha visto los volcanes.
Mis ojos siempre se abren sobre la luz primera,
y al cerrarlos, sobre mí cae siempre la sombra de
mi infancia.
¿Y todo lo que he vivido,
me pregunto, toda el agua escurrida entre mis dedos,
todo lo bailado, no es un sueño?
No he tenido tiempo para soñar, amigos.
Apenas si he tenido para no morirme.
No puedo descifrar el símbolo
porque el símbolo no es un lenguaje.
Estoy tan cerca que no me veis
en las cenizas de los muertos
y en las manos de los niños futuros.
Tercamente guatemalteco,
no necesito recordar, me basta con palparme.
el sueño no tiene vocales,
pero tiene llamaradas y tambores mudos,
y las mismas fogatas
arden en las mismas cumbres.
…Si tiene los pies descalzos y ha visto los volcanes.




Tres Poemas

Deja los lirios, cielos, vanidades
de la utilería de vaguedades.
Gloria de la materia necesaria,
¡oh, absoluto unánime en un cuerpo:
infinita pleamar en un segundo,
vientre elemental, muslo concreto!

2

La realidad no tiene realidad
la realidad es el deseo
hace el deseo la realidad
real la realidad torna el deseo
el deseo es la realidad
vuelve la realidad sueño el deseo
realidad o deseo del sueño
sueño es la realidad del deseo
y deseo la realidad del sueño
deseo sueño realidad espejo
de Narciso trifásico en su infierno.

3

La muerte se suicida en mí todos los días.
Tú lo sabes, y cuando yo me muera
viviré mi vida,
como un príncipe de hiedra
sobre la torre abolida.




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