domingo, 15 de agosto de 2010

476.- MARÍA ANTONIA ORTEGA


MARÍA ANTONIA ORTEGA (Madrid, 1954), licenciada en derecho, trabaja como abogada criminalista. Su obra ha sido seleccionada en varias antologías. Forma parte del consejo de redacción de la Revista Rey Lagarto, y colabora en otras publicaciones periódicas. Realiza estudios de Filosofía en la UNED
Obra poética:
- Historias de amor y sexo
- Épica de la soledad
- La viña de oro
- Descenso al cielo
- El espía de Dios
- El balido de la oveja negra
- Si. Antología poética o la existencia larvada
- La pobreza dorada
- Junio López, poema dramático
- La virgen de la cárcel y de los prostíbulos
- La pobreza dorada
- Poema alemán



EL LOCO

Y tú que te habías educado entre nosotros

más de una vez fuiste uno de los nuestros.
Jugabas con nuestro equipo, cuando el balón
brillaba entre nuestros pies como un pequeño
planeta que unas veces giraba alrededor
de la tierra y otras alrededor del sol.
Nos escondíamos dentro del mismo armario,
y creíamos oír cómo en la oscuridad animales
salvajes saltaban de percha en percha.
Por qué te fuiste apartando.
Tan ocultas razones te alejaban que ni siquiera
la curiosidad de un niño hubiera bastado para
desvelar todos los misterios de tu vida.
Nos prohibían pasar cerca de ti. Y tu casa
estaba edificada sobre el promontorio, y era
tan distante como un palacio.
Probaban tus comidas, vigilaban tus visitas,
cuando no tenías que sacrificar el amor por
alguna siniestra razón de estado. Y decían
que debía ir alguien siempre detrás de ti porque
si no podías dejar el vaso al borde del precipicio.
Tú bien podrías haber sido un príncipe; pues
en esto consistía tu peculiar rareza, en que
alguien te había sentado en el trono de un país
cuyo monarca no tuviera otra cosa mejor que
hacer que pasar todas las tardes con la mirada
absorta apoyando sus brazos sobre los codos
del sillón.
¡Oh loco mío, pues así te llaman todos!
¡Tu demencia te dio una condición más alta!
Digno rey sin cetro ni tierra, sin súbditos, ni
siquiera con exilio, espera que venga tu consorte
a sentarse junto a ti, coronada de frescas flores.
Y así pasará el tiempo. Unas veces como pueblo
que da la espalda a su rey, y otras como rey que
da la espalda a su reino.

de Descenso al Cielo



EL ESPÍA DE DIOS

Dios no habita en lo alto, sino en lo profundo,
y su revelación dura lo que un libro que se
escribe en una noche.
Y en su familia, familia de Dios, por lo menos
hay siempre un loco y un poeta.
Aquel que con él se ve en secreto, quienquiera
que pueda reconocer al Invisible, a los demás
infunde miedo, a los demás hombres.
Pues tiene ojos de puta que se sienta en la barra
del bar sola, y más hambre que una buscota.
Pues hace los mismos gestos que un mudo
hablando con otro mudo.
Y está acosado por sus acreedores como ciervo
que saltando de un tejado a otro es perseguido
hasta un alero por una rehala de podencos sueltos
entre cúpulas, chimeneas y letreros luminosos
porque sobre esta ciudad no solamente hay
constelaciones, sino también extrañas cacerías.
Así es el que ve a Dios. Porque el que Dios mira
es aquel que verdaderamente se ha quedado solo.

de El Espía de Dios



LA VIRGEN DE LA CÁRCEL Y DE LOS PROSTÍBULOS

La Virgen de la Cárcel y de los Prostíbulos
aplastará la cabeza de la serpiente. Yo la he rezado
en secreto, le he entregado mi corazón devoto, y ella
me ha enseñado a buscar la pureza en donde no
todos han sabido encontrarla, en la carne y en el
corazón del preso, pues, ¡por los clavos de la Virgen!,
no basta con la vida, también hay que escribir en
carne viva.
He oído ladrar por las noches a los perros de
Carabanchel, pero jamás pude escuchar cantar
a un gallo. Y vi a un Coro irlandés, que había ido
a felicitar a los presos unas Navidades, y entonaba
un cántico nuevo y emocionado antes de pasar
el último control, mientras yo, ser discontinuo,
pues cada uno de nosotros está separado de los
demás como los internos de este Centro y reza
a su Virgen marginal y misericordiosa, esperaba
que bajase a los locutorios de abogados un cliente
mío apodado Ruiseñor de Carabanchel; Carabanchel,
basílica con sus grandes naves, en donde hay
impotencia, dolor y marginalidad, pero rara
vez crueldad.
Pero mientras los presos invocan a su Vírgen
algunos poetas fornican a estas horas con su musa.
Altiva cárcel de Valdemoro. Hoy las mujeres
de los reclusos tienen un vis a vis; una gitana
pide a la funcionaria de ventanilla dar todavía
un beso más a su novio, y ésta se lo impide.
Otras jóvenes presumen de las prendas de
ropa interior que llevan puestas, pues se las
van a ver sus maridos durante el vis a vis. Si vinieran
en otro coro de disonancias que recita una canción
profana, que crea el poema en prosa.
¡Hasta las cárceles, las cárceles de amor se han
renovado por dentro, pero no la poesía de
nuestro tiempo!La Vírgen de la Cárcel y de
los Prostíbulos me ha ayudado a encontrar
la pureza en donde muy pocos saben buscarla,
en la carne y en el corazón de los presos.
Ah, pero a esta hora los poetas fornican con
su musa. Ah, la poesía otorga sus favores, vive
de sus encantos. Carabanchel, Navalcarnero,
Valdemoro, altar de la Virgen de la Cárcel y
de los Prostíbulos. Este poema lo escribo dentro
del locutorio de abogados mientras espero que
baje aquel que expendió moneda falsa. Ah, un
auténtico artista, un hombre verdaderamente
creativo y encantador.
La Virgen de la Cárcel y de los Prostíbulos es la
mirada del poeta: Sí, Fiat, cúmplase, hágase tu
voluntad así en la tierra como en el cielo.
Cuando esta tarde llegaba a Valdemoro alguien
se acercaba detrás de mí tocando el claxon; y al
aparcar delante de recepción entonces también
vi que del coche que me seguía bajaban unos gitanos
con una guitarra, y venían felices a cantar en la
cárcel, pues hasta las cárceles se han renovado
por dentro. ¿No oís a aquel crítico que se cree una
verdadera autoridad en la materia como si esto
fuera posible? Asegura que la poesía constituye
una cuestión de estilo. ¡No Señor, la libertad del
mundo tendrían que ser la poesía y los poetas,
su luz! Y si no terminarán barriendo la poesía con
la Gran Escoba de Ramas Secas de Retama, como
un fuego que se ha convertido en cenizas, como
una estrella apagada, como un planeta sin vida.
Por querer conocer algunos lugares a los que sólo
se han referido ciertos amantes, filósofos y poetas,
y los santos verdaderos, huí de la sociedad, de sus
conveniencias, y defraudé algunas expectativas
que había depositado en mí. Y ese lugar no es otro
que el templo de la Cárcel y de los Prostíbulos,
la flor de loto, la belleza más pura, nacida entre
el fango. Lo abandoné todo para ir a visitar ese
lugar, siempre demasiado cercano.

De El Cuadernillo de la Crucifixión de la Virgen



El lenguaje es el sueño más hermoso del hombre,
pero también el más inalcanzable. Hablar es soñar.
Pues la palabra pájaro, ¿acaso no vuela más alto
que el pájaro?
Y la palabra manzana, ¿no brilla más que el fruto?
Y las rosas amarillas, ¿no florecen al mismo tiempo
en mis labios que en mi jardín?

de La pobreza dorada



EUROPA

Oh Europa, púber,
bosquecillo,
vello de árboles en flor,
¿tendrás paciencia
hasta que maduren los frutos
del nuevo conocimiento?
Como las velas de una regata
en un horizonte todavía cercano
se extienden aquellos siglos azules,
como las aristas de los montes
cuando se funde la nieve
y el agua baja en cascadas.
El viento nos empuja como siempre;
y al soplar suavemente
como el pasado,
la llama tiembla
pero no se apaga.
Aprende a silbar otra vez
suavemente
paseando por las calles
con las manos en los bolsillos.
A tu saber
todavía le falta sabor;
y a tus universidades
más cúpulas,
bóvedas,
arbotantes,
más locura, más pasión,
miradores
para dominar desde allí
un amplio horizonte onírico
y bebederos para palomas.
Te falta emoción,
entusiasmo,
alguna emoción pura.
La piedra de tus estatuas
y catedrales
está ahora más conmovida que tú.

de Poema alemán



EL CABALLO

La luz es
una ciega desnuda.

Por qué razón habrá el caballo
de parecernos siempre desnudo,
y no el ganado vacuno.

Pues hay una desnudez
que también nos cubre
como un vestido
con las manos de dios
sobre nuestra piel,
nuestra boca,
nuestro sexo.

Es la luz
donde la luz es lo único
al manifestarse en cada ser
fiel a sí mismo
en la forma pura de las cosas.

Y es el caballo
uno de los seres
más idénticos a sí mismos.

de Poemas de la desnudez



RINCÓN ROMÁNTICO

Una mujer de modales refinados y aspecto frágil, consecuencia posiblemente de una sensibilidad quebrantada, que vestía bien y aparentaba mediana edad, firmaba ejemplares de un libro de poesía escrito por ella, en compañía de algunos amigos.
Ella hablaba en voz tan clara que yo no podía evitar escuchar su conversación: “Escribo versos y los demás dicen que soy poeta; pero quizá lo que más me hubiera gustado ser es músico callejero; interpretar rodeada de desconocidos, y vivir de las monedas que éstos arrojasen a mi platillo”.
Ahora en lugar del viejo café hay un solar que, según me han contado, pasa de mano en mano sin que nadie se decida a construir sobre él.
Es un bello horizonte urbano, un lugar desnudo en donde una poetisa puede ir a soñar en mundos abiertos con los ojos cerrados.

de Rarezas, recuerdos, souvenirs




Todo es Coro
pero cada voz un solista.

El Coro marca con los pies
un ritmo binario:
todo, parte;
o terciario:
voz, muerte, solista,
cisne, metal blanco;
pero sólo una vez coinciden
la muerte y el solista
como la voz con el eco,
y ni siquiera entonces el compás decae
sino que se hace todavía más incesante.

Los ancianos ahora se cansan menos
porque aprendieron a caminar cantando
durante sus largas marchas
a las que llaman política y sociedad.
Los jóvenes han enmudecido
y su silencio es como una bramadera.

Sólo el que calle a partir de ahora
podrá conservar su juventud.


II

El miedo es la inteligencia despierta:
nadie lo debe perder.

Pasa como en la infancia
una caballería que trasladaba
una familia completa;
con los padres
en la mitad de la albarda,
el hijo adolescente mirando hacia atrás
sobre la baticola,
y los menores a la grupa:
el padre los sujetaba
con la mano izquierda,
y en la derecha llevaba las riendas.
Por un lado las alforjas ya iban llenas
y por el otro todavía vacías.

Un arqueólogo
excava un yacimiento de dentaduras postizas.
En un alarde de sinceridad,
aquel hombre del departamento de filosofía moral
que no quisiera demorarse más en su ascenso
confiesa,
llevándose las manos a la cabeza,
que prefiere subir a sus elevadas alturas
en montacargas,
pero bajar por su propio pie
en sus caídas morales.

Las imágenes guardan entre sí
un orden alternativo como la luz y la sombra,
y todas pudieran resumirse sólo en dos:
o un disco de metal girando en el cielo
como una diadema ceñida a la ciudad alemana, arco
cimbreándose en la cintura de una bella adolescente
llamada Sorge;
o un valle abierto a la misma hora que una pescadería
con su olor intenso a vida en la oscuridad entre edificios
en sombra, como amantes múltiples
compuestos por una agrupación de personas,
comunidades de vecinos,
o la tripulación de dos barcos
dispuestos al abordaje
entre dos luces.


III

El brioso Coro aparta de sí al fatigado, al lúcido,
al que habla despacio, al que habla solo,
y lo sustituye por otro.

Exilio del Coro:
el almuédano bajo los ciruelos
de la sombra morada.
El hueco de la campana
es el molde de la locura.

Sin locura no hay hombre.

¿Sólo un hombre
metal,
anillo de otro hombre?
Aquel hotel, el más profundo de esta ciudad
con su moqueta azul pavo.
Sus puertas se abren desde dentro.
Aquel hotel es una gran paradoja:
hay que estar dentro para poder entrar.

Todavía tiene ascensorista con uniforme:
parece un Dios cada vez más antiguo
para un hombre cada vez más moderno.

La mirada es una danza con los pies atados.

Sólo se avanza en la inmovilidad.

Para Úrsula
de Poema Alemán


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