martes, 28 de abril de 2015

JOSÉ JAVIER REYES [15.796] Poeta de México



José Javier Reyes


México, 1963. Es poblano, y en esta sazón radica en la tierra de Xicohténcatl. Su interés por la literatura inició desde 1984, con su integración a los talleres literarios de la Casa de la Cultura de Puebla (México): en 1984 participó en el taller del poeta Juan Carlos Canales y en 1985, con el cuentista David Ojeda.
A la disolución del taller de David Ojeda, conformó con un grupo heterogéneo de creadores, el taller experimental de creación multidisciplinaria El Muro Portátil, mismo que trabajó en las instalaciones de la Casa de la Cultura de Puebla, de 1987 a 1988, que entonces dirigía el poeta Gilberto Castellanos. Los trabajos mezclaban música, dibujo y literatura. Al concluir el ciclo de esta agrupación, publicó la plaqueta recopilatoria Desnuda nace en la lluvia la ciudad, recopilación de poesía, 1991. en una edición de autor atribuída a Ediciones de El Muro Portátil.
Dentro de la Casa de la Cultura de Puebla, participó del taller del cuentista Ignacio Betancourt de 1990 a 1991. De manera discontinua, desde 1995 a 2000, en el taller de poesía de Juan Bañuelos en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (México). También participó del taller de cuento de la doctora Beatriz Espejo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en 2003.

Libros

Resultado del premio estatal de cuento Beatriz Espejo 2000 (Tlaxcala, México), publica en el año 2002 el libro ganador de este reconocimiento. Se imprime bajo el sello del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura y la Universidad Iberoamericana de Puebla, con el título de Obsesiones, mecánica de sueños, al que se anexan otros textos, aparecidos en suplementos periodísticos y en la plaqueta Nacer de Nuevo, recopilados con el nombre de Postales del infierno.
En el año 2002 obtuvo mención honorífica del Premio Nacional a Primera Novela “Juan Rulfo”, que otorga el Conaculta, con su novela Nuestro Amor, misma que fue publicada en el 2003 por el ITC.
El Fondo Editorial Tlaxcala dictaminó publicar en el año 2004 una recopilación de poemas, Inventario de  sombras, misma que apareció en la colección Letra Plástica del Instituto Tlaxcalteca de Cultura.
En el año 2005 obtiene el premio nacional de poesía "Clemencia Isaura", dentro del Carnaval Internacional de Mazatlán con su poemario Ceniza de horas, que publicó en ese mismo año el ITC. 

Antologías 

Su trabajo está recopilado en las siguientes antologías: Ayer el futuro era hoy, muestra de poesía de TLX (2006), publicado por el Instituto Tlaxcalteca de Cultura; Diálogos con la tierra. Poetas de Iberoamérica, (2008) coedición del Gobierno del estado de Tlaxcala, Gobierno del estado de Tabasco y Mundo Sustentable A.C.; y Del silencio hacia la luz: Mapa Poético de México (2008), recopilación digital de Ediciones Zur y Catarsis Literaria El Drenaje.
En el año 2010 fue antologado en la recopilación "Doscientos años de poesía mexicana", publicada por el Instituto Tlaxcalteca de Cultura y Conaculta, en donde aparece en el tomo XIX, dedicado a poetas de Tlaxcala.




NOTICIERO DE LA TARDE

En la televisión
entrevistaban a un muerto
Contó su extraño periplo
          Del polvo al polvo
                    Su simple vida
                    su simple muerte

De niño deletreaba el himno
creía en el país de los libres
 en el hogar de los bravos
en los discursos del presidente

soñaba en un campo de algodón
 en Georgia
con un hot dog
 en el Yankee Stadium
con defender la democracia
 combatir al lejano mal
que siempre viene
 de ninguna parte.

Quería germinar cebada
en un río de sangre y sudor
Vino a morir a Irak
sin cabeza recorrió la Internet
y fue famoso y reconocido

Hey mum, I’m in Irak
 me arrastran por las calles de Basora
 me desnudan de piel carbonizada
astillan mis huesos
estoy en T.V.
 en cadena nacional
 coast to coast
brinco de alegría
esparzo cenizas de emoción
Así hablaba el cadáver
y yo me sentí orgulloso
y quise cantar
 God bless America
pero ya iba a empezar
 el Superbowl
 - y cambié de canal.





MI PENÚLTIMA VOLUNTAD

Si me piden que señale desiertos,
cartógrafo de obviedades y obviedades,
me negaré
oculto
en el más oculto
rincón de la memoria,
pasto de las eras
cementerio de mí mismo

No estoy dispuesto
a compartir
insomnios de sonámbulo
ni a remover la ceniza
que los muertos
sepultaban en mis hombros
Jamás permitiré que el reflejo
de esas voces
se instale en el mapa del tacto

En cambio les diré:
lleven los despojos
de mi erudita estupidez
a los médanos
que jamás conocieron la marea
y entiérrenlos en una tumba
de cangrejos,
sin lápida
sin cruz
sin gaviotas
y recuerden que deben olvidarme
como el arrecife rechaza las olas
cuando carecen de espuma
y sólo transportan algas
 y cadáveres.





HISTORIA FAMILIAR

Para el general Atilano Bécic

Croacia
sólo es un punto
 en el mapa de mis genes
vaga referencia paterna

Imagino montañas
intuyo
el hogar decimonónico
 de los Becic
el lento curso
que los llevó
lejos muy lejos muy lejos
hasta los veneros del Diablo

Los imagino desarraigados
alienígenas
extraños
pálidos
perdidos
en un mundo de color.

Huían del imperio austrohúngaro
presintieron la muerte en Sarajevo
vaticinaron la guerra global
 y llegaron a Veracruz
al filo del agua
a la ribera de la vida:
escaparon de un guerra para caer en otra.

El joven Atilano
que ya no recordaba las montañas de Croacia
que se creía húngaro
(que acaso lo era)
vio morir a su hermano
y decidió matar
-¡qué gran tragedia matar!-
sometió a la costa
y a la plácida sabana
luchó por oscuros ideales
apoyó el levantamiento de Arnulfo R. Gómez
recibió un cañonazo de cincuenta mil
 de cincuenta milagros
fue traicionado
cuando tomaba un barco
-¿regresaba a Croacia?-
su cabeza cortada/
 /delicadamente/
 /envuelta/
 /para regalo/.

Después de muerto
lo vieron atacando un convoy obregonista
en Martínez de la Torre
se refugió en Misantla
se disfrazó de llanura, de matorral
se transformó en Becis, Bessich, Bessichy
regresó a Croacia
combatió a los servios
y volvió a morir en Zagreb

Hoy tengo ante mí su foto
lo saludo con respeto
me sonríe
sus frecuentes resurrecciones
no me causan sorpresa.




REHACER LA TARDE

Puede ser un pretexto sin color
el que me haga hablar
con labios azules,
conato de palabras
balbuceo de gavilanes
aleteo de murciélagos

Puede ser la memoria
que suplica incesante
una mente que lo acoja,
la búsqueda de una mano
oculta en el horizonte
como un deseo huérfano
 de realidades,
atisbo de una tarde
asfixiada entre tus manos
temblor en tu cintura
sal y sol,
reloj de arena
clepsidra de deseos
que escurren por mis sienes

Pero no puedo rehacer la tarde
 con palabras
La luz sólo vive en esta hoja
Las olas borrarán tus pies
Soy la tumba de ese instante
Este poema es su epitafio.





FE DE ERRATAS

Donde dice:
“en esta mañana soleada
la luz se desvanece
en la corola
 de las amapolas silvestres”

Debe decir:
“en esta mañana
 de corolas silvestres
la luz es un bostezo
que desvanece
nuestros sueños”
O quizá deba decir:
“esta corola de soles desvelados
despierta los pensamientos
 de nubes silvestres
 -inútiles,
obstinadas
en ocultar nuestros sueños”
O tal vez:
“en esta mañana sin sueño
 en esta mañana sin sueños
en este oblicuo mediodía
las corolas iluminan el deseo
 del sol
 y las nubes
que ciegan nuestro entendimiento”

O bien:
“en esta mañana
 de pensamientos nublados,
en este mediodía
 de soles silvestres
y de corolas
 asombradas,
de sueños
 obnubilados,
la luz desvanece los deseos
que se niegan a brillar
entre la niebla
de nuestros pensamientos”

Mejor aún:
debemos olvidar palabras
 pensamientos
 sueños
y dejar que hablen
las corolas
en un mediodía
de soles somnolientos.

De “Ceniza de horas”



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