viernes, 27 de febrero de 2015

CAROLINA OTERO [15.085]


CAROLINA OTERO

Nace en Valencia en 1977, es Licenciada en Filología Hispánica e Inglesa y se dedica profesionalmente a la docencia.

En poesía ha recibido varios premios, entre ellos el Sargantas (Premios Otoño Villa de Chiva, 1997) y  el Premio de Poesía Ángel Urrutia, 2011.

Publicó los poemarios: 

-Versos para un hombre de pero enpecho (Casa de Cultura de Chiva, 1997) 
-Anunciado en Televisión (Ayto. de Lekunberri, 2012) Premio de Poesía Ángel Urrutia, 2011
-43m2 (Olifante. Ediciones de Poesía, 2013). 
-Balada del rímel corrido", (Ediciones en Huida, 2015)

Parte de su obra se encuentra en antologías como 20 anys de poesia a la universitat, Valencia, Edicions 96.

En narrativa, la Universidad de Valencia le dio el premio en valenciano por “Treballs de despatx” (recogido en 44 microcontes, Valencia, Edicions 96,
2001) y fue finalista del Premio Azorín 2008 con la novela experimental Hotel Postmoderno (en coautoría con Sergio Velasco, Maxi Villarroya y Alberto T. Blandina), publicada por la editorial Inéditor (2008).
Su segunda novela grupal: De la Habana un barco (Ed. Lengua de trapo, 2010).

Es la cantante y letrista del grupo de pop rock lülla, con un disco en el mercado: Fiesta (Malatesta records, 2009). 

En verano de 2009 inicia, paralelamente, su carrera como cantautora con la banda The Someone Elses y su trabajo es seleccionado en el III Concurso de música Contraindicanciones de la sala Contraclub (Madrid) y el I Concurso Factory Music (Alcoy).



EL PREMIO NOBEL DE LA GUERRA

"Wait long by the river 
and the bodies of your enemies will float by" (THE DRONES) 

Por las cosas que le haría
y las otras tantas que le dijera;
por plantar la devastación
en sus macetas;
porque lo hecho hasta entonces
no sería comparable a lo que queda;
porque agradecería no saber mi nombre,
ni mi cintura, ni mis señas;
porque le llenaría la boca
de cañones y de estepa;
porque las leyendas urbanas
quedarían a la altura de la suela;
porque temblaría su calle y su casa 
al paso de mis letras,
por todo, merezco el Nobel de la Guerra.






ANUNCIADO EN TELEVISIÓN

Una bocanada de aliento
en mi nuca. Mi propio aliento.
Tienen razón los amigos
cuando dicen que soy
carolinocéntrica en exceso.
Me pinto las uñas,
me recreo en el rojo.
Me aplico maquillaje.
Cultivo tan bien lo banal.
No merezco demasiado
que me dé los buenos días
el vecino que baja.
No sé muy bien
cuál es mi merecido.
Ser mi propia carga
será suficiente, 
de aquí a unas horas.
Ser yo en exceso.
Sólo falta que mi tedio sea
anunciado en televisión.
Firmar autógrafos
por la calle,
famosa por odiarme tan bien,
con tanta devoción.




ME PONDRÉ HATER

Me pondré “hater” esta noche
y saldré a la caza.
Quien me tema, que no se enrede
con mi nombre.
Quien me aborrezca, que cierre 
puertas y ventanas.
Que he sido cabeza de turco.
Mis versos, papel mojado.
Y vosotros, que coméis a gusto,
eructando, quitando vuestra grasa
de la boca con la manga 
−no os ve nadie−,
y vosotros, muchedumbre de nada, 
gente que pasa, tocados por aire,
si acaso extras en mi telefilme,
escoria que cagó Catulo allá en su Roma...
vosotros quizás contempléis un estallido.
Será mi cuerpo, 
será mi letra, 
será mi vino.




NOCHE

Te lavas los dientes
con pasta acción triple
a ver si se te quita ese sabor
a noche ahumada de la lengua.
Él y tú por el camino
desierto de transeúntes y luces;
su brazo en tu hombro,
bajo su brazo tu cuerpo,
como una pareja de baile inválida,
capaz sólo de recuerdo.
Pero el sabor a noche no se quita,
no se quita ni con este poema,
ni leyendo a Whitman, sus hojas,
ni con el engaño del sueño.
Uno ha de acostumbrarse
al sabor denso de la noche
y sus mentiras.




EL DÍA QUE PUBLIQUE EN PRETEXTOS

Un tríptico para mi amiga L. R., 
porque le gustan (los trípticos)


1

El día que publique en Pretextos...
(escribiendo esto, llega una avispa
y me clava su aguijón y dejo de escribir
para llorar; duele mucho, joder.)


2

El día que publique en Pretextos
nunca llegará, y tanto da,
que el Parnaso es para muy pocos
y luego, después de no publicar,
moriré, y luego los demás, no todos
a la vez, está claro. También
morirá Pretextos y todo el planeta Tierra.


3

El día que publique en Pretextos
me lameréis el culo
y querréis mi perfume.
Mis metáforas llenarán vuestras casas
y se tirarán a vuestros maridos
(Haréis cola por más.)
El día que publique en Pretextos
se cagarán Boscán y Garcilaso,
se acabará por fin la crisis del Medievo
y poseerás lo que desees.
El día que publique en Pretextos
(lo dice una nota en el bolsillo
de una camisa mal plegada),
fumaré las cenizas de Safo
y seré la Lesbia-mía de Catulo.
Ese día, será ese día
en que lloverá cristal en Marte,
(Oscar Wilde me copiará las citas escondido
mientras reza por si acaso con temblor),
ese día fundiremos el oro del Vaticano
y lo devolveremos a las minas;
no habrá más poetas con puños airados
y todos serán guapos, y cantarán como Buckley.
Lilith no será apuntada con el dedo índice.
Los gusanos de mi cuerpo
se darán un festín de reyes
(tú también habrás muerto, escucha,
lector, qué es lo que piensas)
el día que publique en Pretextos.




SI TE CUENTO LO QUE QUIERO

  
“…towards thee I’ll run and give him leave To go”,
 WILLIAM SHAKESPEARE

Si te cuento lo que quiero y sientes frío
pensaré que estás fatal de las entrañas,
porque por sonrojo mi boca lo calla
pero no paro de pensar en decirlo.

Si te digo lo que pienso por las noches
y cómo al hacerlo se me va la calma,
y cómo el sudor desciende por la espalda
no podrás más que gastarte con derroche.

Si te confieso que esto nada me apena
si consigo al final ponerlo en palabras,
si haces conmigo un poco de abracadabra
y te llevas todo lo que nos refrena,

lo diré, diré qué quiero que me hagas
cuando tus manos me quiten las…
___________
(Incluido en Porno y Profana, finalista del Premio de Poesía Erótica Cálamo, Gijón, 2013).





de 43 m2, Colección Papeles de Trasmoz, 
Olifante Ediciones de Poesía, junio 2013





Hoy tomas mi cuerpo y es a mi pesar
pero callo y transijo
y tu miembro transita por mi carne
porque es El poseedor.
No puedo decirte por no herirte
pero no estoy en ese momento
en que emerge mi cuerpo complaciente.

Después de la batalla te miro
y recupero un abrazo en tus pupilas.
Sé que me quieres a morir
y que es tu amistad quien no perdona.






LA LLAMADA

Esta tarde de verano
del 29 de julio sólo te llamaba
para decirte que te amo.
Me coges el teléfono
en el supermercado
y te alegras de que te llame
sólo para eso.
Eres dulce y me dices
que vas a comprar magret de pato
y que no te importa que tengamos
problemas de dinero.
Ahora que te he dicho que te quiero
no importa nada más.
Si no tenemos
muebles para el piso nuevo,
si la hipoteca es una señora fea
que vendrá cada mes a visitarnos,
si nuestro amor habrá de caber
en 43 metros cuadrados.

Soy tan tonta que lloro por amarte
más que nunca esta tarde de verano
y porque, según dijiste,
las cebollas estaban hoy a tanto el kilo.

Me pregunto si habrás vertido
alguna lágrima en la sección de quesos.
Eres tan dulce que te habrás tapado
los ojos para no hacerlo.
Eres tan dulce y yo tan fría
que esta celebración de amor
es una luz
en mi sección de congelados.
Hacemos, juntos, diez años.
Nada, amor, sólo te llamé para eso.
Por cierto, no queda pan.
Acabo de recordarlo.




43m2

Esto es un escocés
y una española
en un piso de 43 m2.
Él se acerca,
busca un abrazo.
Ella va tras el aire 
en el balcón.
Luego ella llora,
pide un beso.
Él da un portazo
(la cuarta puerta).
Un escocés
y una española
en un laberinto 
que da risa.
Ella sueña,
luego quema la comida.
Él dice Qué más da
y muestra el hilo
para salir del laberinto
que da llanto.
43 m2
son suficientes metros
para desaparecer 
en el ruido del silencio.





- "Balada del rímel corrido", Carolina Otero (Ediciones en Huida, 2015)


TRISTE FALDA

Cuánto debes correr
para ser una niña
de nuevo, con cielo en la cara,
lápices de colores
y el pelo revuelto de amor.
Cuántas veces cantaste
para que te dejaran
en aquel patio del colegio
de cipreses machadianos
(vestido: espacio
partido tiempo,
vestido azul y sol naranja),
mirando el éter derramarse
sobre tu triste falda.
Cuánto vale el billete,
barquero amable;
ponga solo la ida
que la vuelta es a rastras.


VARIACIÓN DE UN TEMA ÁRABE

Busco la estrella
que él ha contemplado
mientras fumaba en el balcón,
por si nuestras miradas ciegas
se encuentran. Pero el cielo
de la urbe es turbio café
y, de todas maneras,
creo que aquél prefiere
-el de los ojos de gacela-
su pantalla de ordenador
tan plana, a la noche abierta.






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