miércoles, 1 de octubre de 2014

ÁNGEL FALCO [13.520]


ÁNGEL FALCO

(1882-1933) Escritor y político uruguayo. Militar de ideología anarquista, dirigió las revistas Proteo (1916-1917) y La raza (1917). Es autor de los dramas El hombre de la quimera (1911) y Héroes humildes (1922). Escribió también diversos poemas: Cantos rojos (1906), Garibaldi (1907), La leyenda del patriarca (1911).




SÚPLICA

¡Ten franqueza de una vez! ¿Por qué el engaño
si tus ojos diciendo estás que mientes?
Si nunca amor sentiste, ni lo sientes,
¿a qué agregar la burla al desengaño?

Si he sido para ti, yo siempre extraño,
¡dímelo por piedad!, ¡pero no alientes,
con protestas que quieren ser ardientes
este sueño imposible que es mi daño!

¡Si supieras mujer! ¡Te quiero tanto!
¡Mil veces me he propuesto aborrecerte,
mas siempre acaba mi furor en llanto!

Maldigo entonces de la impía suerte,
que me tiene a tus pies, como un encanto...
¡Y te odio, mas no dejo de quererte!




ÁNGEL FALCO- El poeta de los "Cantos Rojos"
Nelly Perino

La Asociación Internacional de Prensa tenía su sede en la casa donde había nacido José Enrique Rodó, casona señorial que aún existe como Patrimonio Histórico, en la calle Treinta y Tres casi Buenos Aires.

En uno de los actos que se llevaran a cabo en el Paraninfo de la Universidad en el invierno de 1953, nos fue presentada la entrañable figura del poeta de los Cantos Rojos por quien sin conocerle sentíamos profunda admiración. Estrechar su mano fue como rozar su cumbre gloriosa sintiendo los pasajes grávidos de su eternidad. Había leído poco sus textos pero recordábamos algunos fragmentos de "La Leyenda del Patriarca" la que siempre nos había emocionado por su lirisimo y exhaltación al padre de nuestra patria.

"El Refugio" era el nombre de su residencia en la calle Pablo Podestá, rodeada de hermosas plantas y árboles señeros. En el extenso fondo reverdecía un generoso jazminero, que en el verano aromaba pletóricamente su mágico entorno. Le recordamos podando árboles con sus largos brazos y derribando el ramaje: "!estoy de leñador!" nos confesó en una de las primeras visitas que se fueron sumando, junto a mis hijas y a mi esposo el Arquitecto Carlos Perino, quien también había comenzado a admirarle y quererle.

Se hizo costumbre ir a buscarlo en nuestro auto para reunirse con sus amigos en el viejo café Montevideo de 18 de Julio y Yaguarón, lugar de reunión de gente del diario El Día. Otro grupo lo frecuentaba en el café Sorocabana. Su palabra era interesante, con certeras e irónicas estocadas al referirse a algún político o personaje, la que causaba risa general en los contertulios. Sus dichos y refranes también eran refrescantes bálsamos dentro de las extensas charlas literarias.

Sus misiones diplomáticas de Nápoles y Méjico, respectivamente, lo mantuvieron alejado del país por más de treinta años, pero siguió descubriendo nuevos cauces en su dimensión mística, ensanchando su universo ganando altura y profundidad.

Vivió para otorgar en las líricas resurrecciones el canto de amor puro y en el que sangra por la letra impresa: " He vuelto y aquí estoy solo con mis sombras y el nombre de América semi-exangües y la visión de América en futuro cósmico sobre mis ojos ya semidormidos, solo con mi noche ¿y para qué más si es para morir en ti, Patria mía?.

En nuestro primer poemario Roce de Alas (1957 - presentado en el salón de actos de la casa de "Piedra y Sueño" al decir de otro querido escritor Leonardo Tusso) incluimos el fragmento de un hermoso poema que nuestro querido padre espiritual nos dedicara titulado "Albacea De Mis Albas Inéditas" como testimonio de esa conjunción del gran amor filial que nos era recíproco, y que con tanta maestría proyectara:

(Fragmento)

! Gracias! te doy por tanta gracia, Nelly
!dulce hija mía que has querido prender
al pecho de neblinas de mi tarde anochecida ya

la flor celeste de tus años
la rosa de tu amanecer para mayor Gloria de la poesía
vida y dulzura nuestra.

! Nelly ! tú llevas siempre y en contraste,
frente al presente gris y sin presencias
el prestigio de tu blasón de mujer cabal
del Renacimiento
que es de amor altivo, y gracia suma:
el Lys blanco de Francia y el Lys rojo de Florencia florida.
! Nelly! dulce hija mía y de mi verso
atormentado en la creación insigne

yo te debo y ésta ha de ser acaso,
la ofrenda más total, más poderosa y grata
al Dios de la Poesía
que sigue amparando a este poeta.
Porque tú has querido poner
en mi vasta obra de mundos dormidos
las notas marginales
y también, como puntos suspensivos de mi cielo
todos los luceros de tu mañana
encendidos en la esperanza nueva "….



De aquellos años recuerdo innumerables visitas de amigos, cuando íbamos todos los domingos como a una de las fiestas más espléndidas, en el hermoso "rancho quinchado" rodeado de jardines, ubicado frente a su antiguo "Refugio" en su querida zona de Carrasco.

Hemos transitado el arduo camino en el convencimiento de no haberle defraudado, cuando al llamarnos "Albacea de mis albas inéditas" expresaba:

"Tú recogerás en tus manos misericordes 
este milagro de luz
latiendo en las entrañas de mi sombra 
armonías de la increada Poesía 
. y hecha será la voluntad de Dios.. " 
Ángel Falco.

Nelly de Perino 
De su libro de Memorias "En la Piel de los Días" 2002






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