lunes, 22 de septiembre de 2014

MARIO CANCEL [13.398]


Mario Cancel

Mario R. Cancel (Hormigueros, Puerto Rico, 1960). Historiador, escritor y profesor universitario. Estudió Historia Europea Moderna, Humanidades y Ciencias Sociales en el Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico y en la Universidad Interamericana Recinto de San Germán. Además finalizó Estudios Puertorriqueños, Caribeños, Archivística Civil y Religiosa en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y El Caribe en el San Juan Antiguo. Ha ofrecido talleres de escritura creativa en el área de la narrativa en la Universidad del Sagrado Corazón y en Recinto Universitario de Mayagüez. Ha sido profesor de la Escuela Graduada de Creación Literaria con Concentración en Narrativa de la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce.

En 1981 ayudó a fundar el “Taller Cultural Caramba” en el RUM con un grupo de poetas. En 1985 organizó Islote: Revista de literatura e historia y su Colección Puente con el novelista Carmelo Rodríguez Torres. En 1982 obtuvo el Tercer Premio Nacional de Poesía en un certamen auspiciado por la Universidad del Turabo. En 1985 fue uno de los ganadores del Certamen Internacional Mairena para poetas jóvenes. Su poemario Los pequeños cantos de la casa del canto fue finalista en el Certamen Letras de Oro del 1994.

En el 2002 recibió el Premio del Pen Club de Puerto Rico a la Mejor Antología de Poesía del año 2000 por El límite volcado: Antología de la Generación de poetas de los ochenta, y el Premio del Pen Club de Puerto Rico a la Mejor Recopilación de Estudios (compartido) por Cien años de sociedad: los 98 del Gran Caribe. En el 2008 fue reconocido por el Pen Club de Puerto Rico como “Escritor Distinguido” en una ceremonia efectuada en la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce. En la actualidad es Catedrático Asociado de Historia en el Recinto Universitario de Mayagüez; conferenciante de Narrativa Universal y Puertorriqueña en la Escuela Graduada de Creación Literaria de la Universidad del Sagrado Corazón; y columnista del mensuario Expresión. Es miembro de la Academia Puertorriqueña de la Historia y del Pen Club de Puerto Rico.

Es autor de artículos de historia, crítica literaria, poemas y cuentos publicados en las revistas Voces, Amaneceres, Mairena, Cupey, Review Interamericana, Islote, Anales, Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña, Revista de la Universidad de América, Horizontes, Homines, El cuervo, Revista de Ciencias Sociales, Atenea, Luciérnaga, Identidad, Julia, Cuadrivium, Mancha, Letras nuevas, Ceiba, Prisma, Pliego de murmurios (Barcelona), Arboleda (Islas Baleares), Taller al Aire Libre (Nueva York), Baquiana (Florida), Paradoja (Virginia), Puerto Norte y Sur (Michigan), Aullido (España), Francachela (Argentina), La página, (Canarias), entre otras, y en los periódicos Visión, Claridad-En Rojo, La estrella de Puerto Rico, El Visitante de Puerto Rico, San Juan Star, Primera hora, El nuevo día, Diálogo y fue columnista de Expresión.

Su obra se ha difundido en numerosas revistas y sitios virtuales y administra varios proyectos pedagógicos y académicos virtuales en la Internet, a saber, Historiografía: La invención de la memoria, Lugares imaginarios: Literatura puertorriqueña, Mario R. Cancel, historiador, Puerto Rico entre siglos, Puerto Rico: su transformación en el tiempo , La Casa de los Textos y Mario R. Cancel, escritor.

Ha publicado los libros Estos raros orígenes (1991); Las ruinas que se dicen mi casa (1992); es uno de los autores de Antonio Valero de Bernabé: Soldado de la libertad (1992); de la biografía Segundo Ruiz Belvis: El prócer y el ser humano (1994) seleccionada biografía del año de la página literaria del diario El nuevo día en 1995; co-autor de Ensayos literarios premiados por el Círculo de Recreo de San Germán(1995); de Historia y literatura (1995) con varios ensayistas puertorriqueños, seleccionado libro de ensayo del año por el mencionado rotativo; co-editor del libro Fronteras generacionales / Rumbos postmodernos (1997) que recoge una muestra de ensayos de historia y crítica de diversos autores; compilador de Historia y género: Vidas y relatos de mujeres en el Caribe (1997); comentarista de Nadir Sha: Kalila, (1998) novela de Francisco Mariano Quiñones; editor del libro Ponce, 1898: Panoramas (2000); y co-editor de Cien años de sociedad: Los ‘98 del Gran Caribe (2000). Con el poeta Alberto Martínez Márquez publicó El límite volcado: antología de la Generación de poetas de los 80 (2000).

Anti-figuraciones: bocetos puertorriqueños (2003) recoge una muestra de ensayos sobre el nacionalismo y el procerato insulares. Intento dibujar una sonrisa, libro de cuentos, ha salido con Terranova editores en el 2005. En el 2007 hizo pública las colecciones de ensayos Historias marginales: otros rostros de Jano, un comentario sobre una diversidad de espacios puertorriqueños en la transición del siglo 19 al 20 y la historiografía puertorriqueña actual, y Literatura y narrativa puertorriqueña: la escritura entre siglos que contiene estudios sobre la producción literaria de puertorriqueña desde 1980 al presente y el impacto de la globalización y la informática en la creatividad.

En 2008 publicó el texto de historia Puerto Rico: su transformación en el tiempo (2008) preparado en colaboración con el historiador Héctor R. Feliciano-Ramos. El mismo contiene un CD-ROM con numerosos enlaces a la Internet y transcripciones de documentos históricos. También en el 2008 aparece como co-editor de la colección de ensayos We the people. La representación americana de los puertorriqueños (1898-1926) (2008), obra preparada en conjunto con el Dr. José Anazagasty-Rodríguez. El volumen es una reflexión sobre la imagen de los puertorriqueños en varios escritores estadounidenses en el contexto del 1898.

Es autor de la introducción al libro de Emelina Guzmán Ufret, Lola Rodríguez de Tió: Vida y obra (2001), editor con Héctor R. Feliciano Ramos de Invitación a la historia regional (2002), y del prólogo de Correspondencia inédita de Lola Rodríguez de Tió a Ricardo Palma y sus contestaciones 1873-1912 (2009) y prologuista de numerosos libros. Escritos suyos han aparecido en los tomos Centenario de la carta Autonómica (1998), Los arcos de la memoria: El ‘98 de los pueblos puertorriqueños (1998), Vate de la cuna a la cripta: el nacionalismo cultural de Luis Muñoz Marín (1998), El impacto cultural del 1898 en el oeste puertorriqueño (1998-1999), en Las vanguardias en Puerto Rico (Madrid, 2009), Estancias del sol. Selección de cuentos de las Antillas Hispánicas (Santiago de los Caballeros, 2008), Voces de la cultura (2005, 2007), entre otros.



EN LA CASA

En la casa hay aristas
Que a veces te lastiman.
Libélulas de plomo
Y esfinges postmodernas.
Dulces íconos brotan de tus dedos de luces
Cuando tocan ansiosos
La frontera que se hunde.
 
En la casa hay cuchillos
Mirándonos, rabiosos.
Neones, altibajos,
Lloviznas, celosías.

La casa es un archivo
Donde guardo lo humano
Para cuando tú llegas,
Saco los expedientes, 
guardo la ideología.

Para ser más desnudo
Me desangro la lengua,
Guardo silencios, canto.

La casa es cera tibia que puebla los pasillos,
Los salones,
Los muebles,
El muslo en que te duermes,
Espacio que humanizo.
 
La casa son dos cuerpos
Dulcemente dormidos...

 

 

DESPUÉS DE LA NADA

              No hay cosa
Sin la palabra
Que le toca.
No eres tú
Sin tu nombre
De proeza
De sueño.
 
                No eres tú
Sin la voz
Que te rodea
Y me rodea todo
En tu presencia.
 
                No eres tú.
Son tus signos
Que se avienen
Y gritan
Y me ajustan
La vida.
 
                Es tu promesa
De volver
Y de esculpir
Mi cuerpo
Agraz
Y rústico.

                Eres tú
Con la palabra
Vida que te toca
Y me toca.

 

 

ISLAS

Territorio donde sucumbe el tiempo,
islas morenas de basalto y de tiza.
 
Me invades por los poros
montándome en un hilo
de saliva y de fuego.
 
Recreada en la lengua
de todos los que dicen
ser lo que nunca han sido:
                verde crisol de pugnas.

Eres crisol y musa,
estructura y diorama.
Huella de hierro y yerro.
 
Un cuerpo de mujer recostado en las aguas.
te deseo en tu premura.

 

 

EL DÍA

Que tu voz derribe cincuenta estrellas
Y destruya barrotes
Y sane tus piernas.
Porque ese día
Abriremos los ojos al sol
Y todos los dioses,
Los verdaderos y los no verdaderos,
Vendrán a darte pan,
Albizu.
Porque tú desbarataste el cielo
Con los puños
Y arrebataste infiernos
a los pobres
con tu paciencia en huelga
más allá de la vida,
Albizu.

 

 

[Impredecible y alta]

Impredecible y alta, llegas
y te veo desnuda
con tus signos de tinta.
 
Parece que me invades
esta casa de sombras
con tu voz de muchacha
que sale de la noche.
 
Puñalada de agua
que fulmina mis dedos
cuando toco
tu cántaro,
cuando escucho
tu canto.
 
Navajas de obsidiana
son tus dedos de trigo
que cortan mi tristeza
y que caben,
cual piedra,
en el cuenco
de barro
que se oculta
en mi mano.
 
 



I.4

Ya lo dije.
A mi casa ha llegado un visitante.
Es un homúnculo diáfano,
no parece terrestre.
Recuerda al hombre que grita
dentro de un viejo cuadro,
esquizoide de la primera guerra.
Usa zapatos viejos,
y eso es contradictorio
¿tú ves la contradicción?
Usa los de Van Gogh, tal vez,
que ya no existen,
y con ellos se resuelve.
En su pecho, tiene una cicatriz.
El no lo sabe, ni la nota,
ni la ve.
Piensa que grita, pero está detenido
hace cientos de años
observando, a lo falso,
la sombra de su sombra.
Yo le conozco bien. Lo miro en el espejo.
Sé que soy yo...








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